La Coordinadora de Familiares y Usuarios de Residencias de la Comunidad Valenciana urge una normativa que sustituya a la actual en Comunidad Valenciana, que data del 2005 en cuanto al funcionamiento de las residencias de ancianos. En este sentido, y con motivo del Día Mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez, la entidad reclama una mejora de las ratios de personal, la frecuencia de inspecciones y su reformulación normativa (permitiéndose su escrutinio público), así como la presencia de los familiares en los Consejos de Usuarios.

También piden que la nueva ley actualice el número de plazas residenciales, el porcentaje de habitaciones individuales, el enlace de las residencias con el sistema sanitario público o la atención libre de sujeciones. “Son cuestiones primordiales que se deben terminar de dibujar cuanto antes e implantar el nuevo modelo de atención residencial que ahora mismo está en ruinas”.

Por otro lado, la entidad exige “la flexibilización y humanización urgente” de la resolución del 30 de marzo de 2022 de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Esta resolución, lamentan, “es enormemente restrictiva y está fuera de lugar en un contexto de gripalización del covid y normalidad para toda la sociedad, menos para los mayores que viven en residencias”.

Esta resolución “mantiene la anacrónica cita previa, el uso de mascarilla y conserva la burocrática declaración responsable”. Respecto a las visitas “se limita el tiempo de las mismas a una visita semanal con una duración máxima de dos ridículas horas”. Critica Recova que esta resolución “está inundada de salvedades y concesiones a las direcciones de las residencias, en la práctica hay residencias que te ofrecen mucho menos tiempo del establecido para visitar a los residentes”. Por otro lado, “en la mayoría de casos los centros no son puntuales y debes esperar a que “preparen” a tu familiar, tiempo que minora tu visita”. “No podemos seguir mendigando tiempo para cuidar, disfrutar y acompañar a nuestros mayores”.

Por otro lado, añade la coordinadora en un comunicado, “estamos vetados en el acceso a la mayoría de los espacios de las residencias. Esta bunkerización les viene de perlas a las empresas”. Sostienen que “apenas habilitan espacios de visitas en el interior de las mismas y nos condenan a permanecer en el exterior a 30 grados”. En cuanto al acceso a las habitaciones de los residentes, “si solicitas revisar el armario de tu mayor, eres escoltado durante todo el proceso y por supuesto, debes apresurarte”. Respecto a la posibilidad de acceder a alimentarles ante pérdidas significativas de peso, “hay casos en las que la niegan argumentando que no es sostenible o viable para el centro, pese a que así se contempla la resolución”.

Denuncia por último esta entidad que, respecto del proceso final de vida digno, “hay residencias que siguen incumpliendo el protocolo establecido y no facilitan una despedida en condiciones de los familiares, privando de este derecho al mayor y condenando a los familiares a un duelo traumático y a un daño psicológico irreversible que perdurará toda la vida. Hay bajas laborales por este motivo”, concluyen.