Hasta 4.000 euros anuales. Es lo que cobrarán los profesionales sanitarios que acepten una plaza de difícil cobertura, generalmente ubicadas en áreas de salud limítrofes, como puede ser Alcoy, Marina Baixa, Marina Alta o Torrevieja, donde existen muchas dificultades para encontrar profesionales dispuestos a trabajar.

Así figura en un borrador del proyecto de decreto que la Conselleria de Sanidad ha presentado a los sindicatos para su negociación. Según este documento, los médicos que acepten desplazarse a una de estas áreas sanitarias más alejadas percibirán 4.000 euros anuales y los enfermeros 2.600. El personal con categoría C1 y C2, técnicos sanitarios y de gestión y servicios, recibirán 1.600 y 1.200 euros cada año. Las categorías más bajas tendrán una contraprestación de 800 euros.

Además de recibir más dinero al año por trabajar en estos puestos, los profesionales recibirán otro tipo de incentivos, entre ellos la posibilidad de prolongar la jubilación más allá de la edad legal, ya que el haber trabajado en estas plazas será mérito para que se autorice a continuar trabajando más allá de los 65 años.

Sanidad ha previsto otros beneficios por trabajar en estos puestos, como puede ser el reconocimiento para la carrera profesional. Además, los sanitarios tendrán prioridad para la participación en actividades formativas directamente relacionadas con su actividad profesional.

El borrador de Sanidad establece además qué criterios debe reunir una plaza para ser calificada de difícil cobertura. Los serán aquellas que permanezcan vacantes sin cobertura durante al menos tres meses continuados en los últimos 12 meses.

También serán plazas de difícil cobertura las de aquellas categorías profesionales de un departamento en el que el número de solicitudes de inscripción en la bolsa de trabajo del propio departamento sea insuficiente para la cobertura de la prestación de la asistencia sanitaria.

Los sindicatos han mostrado sus discrepancias, sobre todo por el dinero que Sanidad va a pagar para ocupar alguna de estas plazas. “Sin una incentivación económica importante, el problema de estas plazas no va a resolverse nunca. Remitir este aspecto a la productividad variable, dadas las escuálidas partidas presupuestarias asignadas, no servirá absolutamente para nada sin un incremento retributivo tangible y sustancial en la nómina mensual”, advierte Víctor Pedrera, del Sindicato Médico. Por su parte, Rosa Atiénzar pide también que se tenga en cuenta el desplazamiento hasta estos departamentos limítrofes para aumentar esta retribución.

Pero si algo ha molestado a los sindicatos es la denominada alianza estratégica, que establece la posibilidad de que dos departamentos compartan personal ante las dificultades de cobertura. El borrador que la conselleria ha facilitado a los sindicatos establece que la movilidad entre departamentos de los trabajadores será en principio voluntaria. Sin embargo, añade el texto, en caso de no existir este personal voluntario o ser insuficiente, “se adscribirá el personal necesario para el mantenimiento del servicio y la atención al ciudadano”. Para el Sindicato Médico obligar al personal a trabajar en áreas que no son las suyas es una línea roja que no están dispuestos a aceptar. “Algo tan discutible a nivel de derechos laborales como la alianza estratégica sólo puede perder ese potencial desestabilizador si la participación resulta siempre voluntaria”, señala Pedrera. Por su parte, Aténzar también rechaza que se pueda obligar a los trabajadores a desplazarse a otros departamentos y califica de “oscura y poco transparente” esta alianza que Sanidad quiere fomentar entre los departamentos.