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La odisea de vivir de alquiler en la provincia de Alicante

La falta de viviendas y el miedo a los “okupas” dispara los precios hasta los 800 euros de media, y ya no hay diferencias entre vivir a renta en un casa nueva en un barrio que en el centro del caso urbano. Hay casos en los que los propietarios exigen el pago de la comunidad de vecinos y el IBI

Viviendas en la avenida de Alfonso El Sabio de Alicante, donde los alquileres están ya al mismo precio que en muchas zonas de expansión Alex Domínguez

La odisea de vivir de alquiler en la provincia de Alicante. La falta de suelo para responder a la gran demanda de vivienda en la provincia de Alicante, tanto turística como de primera residencia, ha provocado que el precio del alquiler de los pisos siga subiendo de forma imparable provocando una "burbuja" que no para de hincharse. En los últimos doce meses las personas que quieren arrendar una casa han visto como la tarifa media ha aumentado un 17% hasta situarse en los 800 euros, según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística.

Alicante se sitúa como la cuarta provincia donde más han subido los alquileres en los últimos doce meses, únicamente por detrás de Huelva, donde el aumento alcanza el 30,4%; Segovia, con un 10,7%; y Cuenca, con un 18,9%.

Nadie sabe a ciencia cierta cuál puede ser la bolsa de viviendas potencialmente alquilables en la provincia y, además, un gran porcentaje de las que están en el mercado se vinculan al alquiler turístico, lo que en muchas ocasiones dispara aún más los precios. En estos momentos, por ejemplo, los pisos más caros para alquilar se localizan, por este orden, en la Playa de San Juan de Alicante, Benidorm y Torrevieja, con tarifas entre los mil y los 2.500 euros mensuales. Lo cierto es que ya apenas se ven carteles de alquiler en el exterior de la viviendas, casi todo se gestiona vía internet y los propietarios con pisos disponibles se muestran remisos a alquilar si no tienen garantías: el contrato de trabajo, la nómina, no tener ninguna deuda, aunque sea el recibo del móvil son requisitos fundamentales.

El 86% de los jóvenes residentes en la provincia de Alicante no pueden dejar la casa familiar para tener una propia, siendo las mujeres las que tienen mayor dificultad para independizarse, según los datos que maneja la Conselleria de Vivienda. Además, una persona de entre 18 y 30 años tiene que destinar el 64% de su salario para pagar el alquiler si se emancipa en solitario, y un 35% si comparte piso. 

Veinte mil alicantinos menores de 35 años viven de alquiler, de un colectivo formado por más de 60.000 personas. Ya está en marcha el bono para ayudar al pago de la renta mensual, que ya está por encima de los 700 euros al mes de media en la provincia. La Generalitat ha activado el sistema telemático para solicitar la subvención gracias a los 45 millones de euros que le ha transferido el Gobierno central en el marco del plan vivienda. 

"Un promotor local, de pequeño tamaño, no puede permitirse inmovilizar millones de euros, pero claro que nos interesa construir para alquilar"

Jesualdo Ros - Secretario General de Provia

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La coyuntura es tal que, por ejemplo, ahora mismo, un piso de alquiler, decente, en las nuevas zonas de expansión como el Pau I de Alicante -Pau V es imposible- cuesta lo mismo que en el centro de Alicante. Eso sí, se trata de viviendas nuevas con garaje y trastero. Incluso, algunos propietarios advierten al inquilino que, en dos años, al precio de la renta se sumará el de la comunidad de vecinos y el IBI.

Entre las razones que explican la falta de viviendas para alquiler en muchos municipios es curioso, por ejemplo, el caso de Torrevieja, ciudad en la que prácticamente no hay pisos disponibles debido a que el 90% de los docentes y los sanitarios, más dos mil personas en total, son de fuera del municipio y alquilan. A este colectivo se suman los alrededor de 3.000 refugiados ucranianos que viven en pisos del alquiler en un municipio que, además, en verano llega a triplicar la población. Un empresario que se dedica al alquiler de todo tipo lo resumía esta semana con claridad. “Está todo alquilado. Solo queda lo inalquilable, muy poco. Pisos minúsculos, alejados de la playa y sin aire acondicionado”. No obstante, el problema de Torrevieja es estructural. En otros municipios turísticos, el peso del inquilino ocasional es menor pero muchos propietarios limitan el alquiler convencional al invierno, es decir unos seis meses al año, porque entre mayo y octubre los turistas copan las plazas al precio que se les pida.

No hay una gran oferta debido a que el stock de vivienda nueva que se generó tras la explosión de la "burbuja inmobiliaria" ha desaparecido y ahora mismo, por ejemplo, todo se vende en plano -la promociones no arrancan si no se tiene el 50% vendido- y no hay, por ejemplo, ayudas públicas serias u claras para fomentar que los promotores construyan urbanizaciones o bloques de viviendas dirigidos al mercado del alquiler, pese a los contínuos anuncios de la Administración, o estos se encuentran, en muchas ocasiones, atrapados por los propios pliegos de condiciones. Este mes de julio se cumple un año de que se quedara desierto, por ejemplo, un concurso público para la construcción de viviendas dirigidas al alquiler social. No se presentó nadie.

"Hay más demanda que oferta y, además, los propietarios de viviendas siguen preocupados por la poca seguridad jurídica"

Marifé Esteso - Presidenta Colegio Apis Alicante

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El Consell ha anunciado ahora un nuevo concurso, promete ayudas millonarias apoyado en los fondos de la UE -hasta 50.000 euros por vivienda-. En la provincia la Generalitat cuenta con 17 parcela e, incluso, ha contactado con fondos de inversión para que aporten el 70% del capital. Hasta ahí todo correcto, pero fuentes de estos mismos fondos, consultadas por este periódico, apuntan que, paralelamente, se está legislando para blindar los contratos, y que sea complicado desahuciar incluso si el inquilino que no paga el alquiler social.

En definitiva, inseguridad jurídica. Jesualdo Ros, secretario general de Provia, subraya, en este sentido, que “los promotores estamos dispuestos a colaborar, siempre lo hemos hecho y ahora mismo muchas empresas están creando utes para poder presentarse al concurso pero hace falta más ayudas. Un promotor local, de pequeño tamaño, no puede permitirse inmovilizar millones de euros”.

Marifé Esteso, presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante, ratifica que “Sí. Es cierto que están subiendo los alquileres en Alicante hace ya algún tiempo. Hay más demanda que oferta y, además, los propietarios de viviendas siguen preocupados por la poca seguridad jurídica que tienen con los decretos del gobierno aplazando los desahucios. Si no hay seguridad para que si un inquilino deja de pagar lo puedas desahuciar, cada vez habrá menos vivienda disponible y los precios suben. Así como que se exige más seguridad en la solvencia del arrendatario”.

Esteso explica que las condiciones se van endureciendo en cuanto falta oferta de viviendas en alquiler. “La cuestión es que se quiere que los propietarios particulares asuman la labor del Gobierno de ofrecer vivienda social a través de asentar la “okupación” como una opción de tener vivienda y eso no tiene sentido. Esa labor social que es necesaria para que las personas con menos recursos puedan acceder a una vivienda, la tiene que hacer la administración invirtiendo en viviendas a las que les dé este destino”. La presidenta de los Api recuerda, en este sentido, que “hay fondos de inversión con mucha vivienda vacía. Ahí tendría que poner su foco la Administración y comprarlas para destinarlas a vivienda social”.

"La Administración fomenta que se viva de alquiler pero luego no pone los medios para fomentar precios asequibles"

María del Mar Rodríguez - Presidenta Colegio Administradores de Fincas

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María del Mar Rodríguez, presidenta el Colegio de Administradores de Fincas en Alicante, coincide con los agentes de la propiedad en que “en estos momentos faltan viviendas para alquilar y lo vemos continuamente en los inmuebles. La inflación se ha disparado, no hay obra nueva y se está produciendo una situación que, en cierta manera, es un contrasentido. La Administración fomenta que se viva de alquiler pero luego no pone los medios para fomentar precios asequibles. Existe inseguridad, pero si bien estoy de acuerdo en que propietario e inquilino compartan los gastos de comunidad, me parece excesivo que se impongan como condición que el inquilino asuma el pago del IBI”.

Un hombre oferta de pisos en una agencia de la ciudad de Alicante Alex Dominguez

Precios

A todo esto se une que acceder a un piso en propiedad sea una quimera para todo el que no sea inversor extranjero o español de segunda residencia. El precio medio de la vivienda nueva ha alcanzado este año los 1.832 €/m2 en la Comunidad Valenciana, con un crecimiento interanual del 6,2%. A su vez, esta variación se ha situado en el 3,6% en términos semestrales, según un informe de la Sociedad de Tasación. Dentro de la comunidad, Valencia es la capital donde más ha aumentado el precio de la vivienda en el último año (+6,5%). También destaca la evolución registrada en Alicante y Castellón, con subidas anuales del 5,6% y 5,3% respectivamente.

De las tres provincias, València se mantiene con el importe medio más elevado (2.025 €/m2), seguida por Alicante (1.541 €/m2) y Castellón (1.499 €/m2). No obstante, sin tener en cuenta a las capitales de provincia, Benidorm se sitúa como el municipio con el precio medio de la vivienda nueva más elevado con una media de 2.052 €/m2; seguida de Santa Pola (1.594 €/m2).

En Elche, segunda ciudad de la provincia, la situación es idéntica, lo que encarece los precios hasta el punto de que estén al nivel de ciudades como Alicante, a pesar de que la población es menor. La media está entorno a los 500 euros mensuales por un piso de 90 m2 con tres dormitorios en zonas como el Sector V o Altabix, mientras en zonas nuevas de expansión el precio se dispara y se queda por debajo de esa media en barrios trabajadores como el de Carrús, donde no hay tanta demanda, señala Rubén Lozoya, asesor de la inmobiliaria Ábalos. Si bien, en la ciudad no destaca el alquiler turístico en apartamentos, aunque hay particulares que en esta temporada alquilan una semana en una horquilla entre los 500 y los 900 euros para los días previos a las fiestas patronales.

En Santa Pola, sin embargo, el alquiler vacacional está disparado y un mes en un apartamento a pie de playa puede llegar a costar 3.000 euros en agosto, y unos 2.000 en este mes de julio desde un piso con vistas parciales al mar. En la villa la marinera existe también una descompensación para alquilar todo el año, ya que la oferta es muy baja en comparación a la demanda, y podría deberse esa falta de disponibilidad de viviendas a que una buena parte de las propiedades son de segunda residencia y no están en ese mercado del alquiler. Al hilo, se paga por metro cuadrado 9,4 euros frente a los 6,1 que se pagan en Alicante o Elche, según el informe del portal Idealista.

Recordar, en este sentido, que el Gobierno ha aprobado este mes la limitación al 2% de la subida de los contratos de alquiler de vivienda que venzan en los próximos seis meses, en concreto hasta el próximo 31 de diciembre, algo que alivia a unos 25.000 inquilinos en la provincia. La medida evitará, según el Ministerio de Vivienda, la aplicación del Índice de Precios al Consumo en la actualización del alquiler, quedando limitada la subida a la variación experimentada por el Índice de Garantía de Competitividad (IGC), situada en el 2%. La ampliación de la limitación, establecida hasta el próximo 31 de diciembre, atiende a la necesidad de que la evolución experimentada por el IPC en el contexto de las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania, no se traslade al precio del alquiler de vivienda. Esta medida, que estaba vigente hasta el 30 de junio, se prorroga hasta el 31 de diciembre.

Los precios del alquiler en la provincia de Alicante han subido un 17% desde mayo de 2021, por encima de la media estatal situada en el 3,1%. Sin embargo en algunos barrios, como en el de San Blas, en la ciudad de Alicante, el aumento ha sido mucho mayor, y hoy es casi un 30% más caro encontrar un piso de alquiler que hace tan solo un año. Según el portal Idealista, la zona de San Blas-Pau 1 es el que mayor evolución interanual ha tenido de todo España, con un aumento del 29,6%. Esto supone que el precio del alquiler alcance 8,4 euros el metro cuadrado en este distrito. Con esto una vivienda de 80 metros rozaría los 700 euros al mes.

Otros portales inmobiliarios como Fotocasa estiman que el precio máximo se ha disparado hasta un 18,6% en un año. De esta forma, el metro cuadrado se paga ya a 8,73 euros o, lo que es lo mismo, un piso de tres habitaciones y unos 80 metros cuadrados supone un pago mensual de casi 700 euros mensuales. Con notables diferencias entre las distintas poblaciones e, incluso, entre barrios, aunque lo cierto es que la subida es generalizada, según apuntan desde el portal y confirman también las inmobiliarias locales.

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