El cierre de Huerto Social Alicante S. L. -la mercantil administrada por el concejal de Vox Pepe Bonet sobre la que pesan dos condenas por despido improcedente e impago de nóminas- no ha sentado bien entre sus clientes.

Los afectados por la clausura de la empresa aseguran que no han recibido ninguna justificación más allá de la carta que ayer publicó INFORMACIÓN y lamentan que el tiempo que Bonet les ha dado para abandonar por completo sus parcelas -el mes de agosto- es insuficiente.

Huerto Social Alicante alquila parcelas para cultivo de entre 70 y 120 metros cuadrados por entre 50 y 80 euros al mes, más los correspondientes gastos de regadío. Ahora, los clientes de la mercantil no solo denuncian que perderán cosechas de sandía o calabaza, previstas para recolectar en septiembre u octubre, sino que además habían realizado en muchos casos inversiones en material o vallado que ahora no podrán ser rentabilizadas.

Por ello, los afectados estudian emprender acciones legales para tratar de poder seguir haciendo uso de sus terrenos hasta la finalización de los contratos -que en algunos casos se extendía hasta 2025 y en otros hasta diciembre de 2022- o bien para recuperar la inversión realizada mediante la condonación de cuotas pendientes.

Preguntados por los conflictos entre la empresa y sus empleados, que se han saldado con dos condenas a la mercantil, los clientes aseguran que no les han afectado directamente en el servicio. Sin embargo, sí reconocen que hace 18 meses -cuando surgió el conflicto entre el concejal de Vox y su socio de entonces- Huerto Social Alicante intentó renegociar los contratos de larga duración para convertirlos en contratos de un año. Los agricultores no accedieron.

Bonet señala a exempleados y a su antiguo socio

El concejal de la formación de ultraderecha también ha tratado de explicar los motivos de la disolución de la entidad. En declaraciones a INFORMACIÓN, Bonet ha defendido que, en diciembre del año pasado, denunció "unos hechos que podrían ser constitutivos de delitos".

Según el edil, en el seno de su mercantil podría haberse cometido "administración desleal, extorsión, revelación de secretos, coacciones y otros delitos societarios". Sostiene que "empleados desleales" y su anterior socio han contribuido al cierre de Huerto Social y están siendo investigados actualmente.

En cuanto a los detalles de los hechos presuntamente delictivos, el todavía administrador de la empresa expone que "por respeto a la Justicia y a la investigación judicial en curso" no puede facilitar más datos por el momento. Preguntado sobre la posibilidad de emprender algún negocio similar en un futuro, Bonet ni confirma ni desmiente esta posibilidad.