El proyecto que impulsa el gobierno municipal, a través de la Concejalía de Transportes que dirige el popular Manuel Villar, para la implantación de un espacio exclusivo para el transporte urbano en la avenida Aguilera va en sentido contrario a lo que recoge el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Alicante (PMUS), "cuyos principales objetivos son conocer las pautas de movilidad en la ciudad y proponer mejoras necesarias sobre los distintos modos de transporte en busca de un mayor beneficio social y un menor impacto medioambiental". La iniciativa tiene un presupuesto que ronda el medio millón de euros, que se destinarán a incluir carril bus en ambos sentidos en detrimento de más de un centenar de plazas de aparcamiento, sin incluir carril bici ni ampliar aceras.
El documento, que se aprobó en 2013 con el popular Luis Barcala en el gobierno local, apuesta por que las avenidas Aguilera y Orihuela sean de sentido único hacia el oeste (salida de la ciudad) desde Óscar Esplá y hasta Gran Vía, con transporte público en dos sentidos. También propone que Fernando Madroñal sea de sentido único, de salida de la ciudad desde Tomás Aznar hasta Vía Parque. Por su parte, las avenidas Lorenzo Carbonell y Catedrático Soler pasarían también a sentido único, aunque de entrada a la ciudad, desde Óscar Esplá, también con transporte público en dos sentidos.
El Plan de Movilidad defiende que las avenidas Aguilera y avenida Catedrático Soler se conviertan en sentido único para así además introducir mejoras en movilidad sostenible. "Se propone la reordenación de la vía mediante mejoras peatonales e inclusión de itinerarios ciclistas y plataforma reservada para el transporte público. La sección definitiva a plantear se definirá mediante un estudio de soluciones", recoge el documento, que indica que "al desagregar una vía de doble sentido en dos vías diferenciadas de sentido único se realiza un mejor aprovechamiento de la capacidad de la infraestructura y se mejora las condiciones de seguridad al circular todos los vehículos en el mismo sentido y eliminar movimientos enfrentados".
Además, añade que "el mayor aprovechamiento de la capacidad permite solventar el mismo tráfico en un menor espacio con la posibilidad de dedicar este exceso de superficie generado para uso exclusivo del transporte público o para usos peatonales y ciclistas mediante ampliación de aceras o creación de carriles bici". Según el PMUS, "los tramos viarios modificados sufrirán una adecuación ya que toda su sección pasará a ser ahora para un sentido único de circulación a excepción del espacio reservado para el transporte público así como las posibles ampliaciones de aceras o carriles bici".
Esa línea que marca el Plan de Movilidad en busca de un mayor beneficio social y un menor impacto medioambiental desde hace casi una década va en sentido contrario a lo que ahora impulsa el bipartito de Alicante, a través de la Concejalía de Transportes. La implantación de un espacio exclusivo para el transporte urbano en la avenida Aguilera suprimirá la banda de aparcamiento que se encuentra en el lado exterior de ambas calzadas, con aproximadamente un centenar de plazas en total, para ganar "el ancho suficiente para implantar un carril bus en cada una de las calzadas sin necesidad de tener que eliminar ningún carril de circulación ni de disminuir las aceras".
Es decir, la avenida pasará a tener seis carriles de circulación en la mayoría de su extensión (frente a los cuatro actuales), al no eliminarse ningún espacio para la circulación del vehículo privado, lo que impide incluir carril bici y ampliar las aceras para facilitar el tránsito a pie.
Así se refleja en el pliego de condiciones de la iniciativa, que afectará a la avenida entre la glorieta de la Estrella y la calle Enriqueta Elizaicín y que promueve ampliar los carriles de circulación hasta los seis (dos carriles para el vehículo privado y uno para el autobús, por sentido) en la mayor parte de la avenida, con tramos donde habrá hasta siete.
Según el proyecto, se diseñará una nueva sección con una distribución de dos partes, con tres carriles de circulación por sentido, separadas con una mediana central, y aceras laterales existentes, que tendrán una media de dos metros de ancho, rozando el mínimo legal. La mediana central se proyecta con un ancho variable entre 1,8 y 2,5 metros a lo largo de toda la avenida, es decir, en tramos del vial será más ancha la mediana para separar ambos sentidos de circulación que las aceras para el tránsito de personas.
La ejecución de las obras, pese a las críticas vecinales que abogan por más espacio para el peatón y de la oposición municipal, está a punto de ser adjudicada, después de que la Mesa de Contratación diera luz verde a la preadjudicación de los trabajos a Pavasal, tras presentar una oferta de 483.866 euros, frente a los 570.000 euros de presupuesto inicial. El plazo de ejecución será de cuatro meses.
Tras conocerse los detalles del proyecto, Ernest Gil, de la Asociación de Vecinos "El Templete" de Benalúa, rechazó la propuesta del bipartito. "Si las aceras se quedan igual, no avanzamos nada. Este proyecto no va en la línea que se dice. Los vecinos llevamos tiempo para avanzar en dar prioridad a la peatonalización, dar más espacio para andar y menos para el vehículo privado", señaló Gil, quien reclamó además que se lleve adelante el proyecto para que las avenidas Aguilera y Catedrático Soler sean de sentido único.
