La Confederación del Júcar advierte de que la limpieza del Barranco de las Ovejas en su tramo urbano corresponde al Ayuntamiento, que solo ha pedido permiso para limpiar Juncaret y Orgegia La CHJ ha dado permiso a 33 ayuntamientos de la provincia para el mantenimiento de 41 barrancos ante la entrada de la provincia en la etapa del año en que es más frecuente que se produzca un episodio de lluvias torrenciales. Tras hacerse púbico esta semana, a través de una denuncia de la Asociación de Vecinos Gran Vía Sur, de la falta de mantenimiento del barranco que parte en dos el barrio de San Gabriel, el Ayuntamiento ha optado, no obstante, por mirar hacia otro lado e, incluso, el concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, llegó a minimizar el riesgo puede suponer el estado actual del barranco.

Según la Confederación del Júcar, en el caso de las zonas o tramos urbanos, la competencia en conservación y mantenimiento de cauces corresponde principalmente a los ayuntamientos, de acuerdo con el artículo 28.4 de la Ley 10/2001, de 5 de Julio, del Plan Hidrológico Nacional. Estas actuaciones, realizadas por las administraciones locales y otros son imprescindibles para completar las que realizan los organismos de cuenca. Ahora bien, siempre que se desee realizar este tipo de actuaciones en cauces urbanos, y de acuerdo con el artículo 126 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, se debe contar con una autorización administrativa.

Actualmente constan un total de 397 autorizaciones vigentes, otorgadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar, para realizar actuaciones de mantenimiento y conservación de cauces. Estas actuaciones las realizan principalmente las administraciones locales, y consisten en trabajos de mantenimiento y mejora del dominio público hidráulico, como retirada de elementos obstructivos, desbroces de vegetación invasora y otros trabajos menores. Se tratan de pequeñas actuaciones, con el objetivo de conservar y mejorar, en lo posible, el estado de nuestros ríos y, a su vez, minimizar el riesgo de inundaciones.

Estado del interior del cauce del barranco en una imagen de esta semana Jose Navarro

"La coordinación entre administraciones es esencial para que el dominio público hidráulico de la demarcación del Júcar esté en buenas condiciones. Esta coordinación se sustenta en una legislación la cual señala sin lugar a dudas las responsabilidades que tiene cada administración. En el caso de las zonas no urbanas, las actuaciones de mantenimiento y conservación de cauces las realiza el organismo de cuenca correspondiente. Según el Real Decreto 984/1989, Art. Nº 4, apartado K), se atribuye a las Comisarías de Aguas de los Organismos de cuenca la realización de las obras de mera conservación de los cauces públicos, basándose La Confederación Hidrográfica del Júcar ha estado realizando esta tarea de forma continua, aunque lógicamente según las disponibilidades presupuestarias", apuntan desde la CHJ.

La demarcación del Júcar comprende de una extensa red fluvial de más de 46 000 kilómetros de cauces, lo que implica que las actuaciones se realizan priorizando aquellas que son más urgentes. Las funciones de los organismos de cuenca, recogidas en los artículos 23.d) y 24.d) del texto refundido de la Ley de Aguas, están orientadas a la protección y tutela del dominio público hidráulico, pero no se traducen en concretas obligaciones en materia de conservación y defensa del territorio frente inundaciones, así como tampoco en deberes de realizar trabajos de conservación, limpieza y restauración en todos y cada uno de los supuestos que puedan presentarse, lo cual ha sido refrendado por el Defensor del Pueblo en su informe “Agua y Ordenación del Territorio“..

Diez años sin limpieza

La Asociación de Vecinos Gran Vía Sur, colindante con el Barranco de las Ovejas, al igual que el barrio de San Gabriel, ha denunciado esta semana que el barranco vuelve a convertirse este año en un polvorín en caso de que se produzca una situación de gota fría y lluvias torrenciales, algo que los expertos consideran muy probable este año, debido a que el mar sigue con una temperatura anormalmente cálida. Los vecinos señalan que el tramo urbano de barranco está hecho un desastre y las tres administraciones competentes -Ayuntamiento, Confederación del Júcar y Generalitat- miran hacia otro lado. Según la asociación el barranco no ha recibido tratamiento preventivo alguno en diez años.

El cauce del Barranco de las Ovejas está incluido en el Plan de Acción Territorial contra inundaciones (Patricova) de la Generalitat Valenciana con nivel de peligrosidad 1, y sin embargo no se ha efectuado ni el mantenimiento ni la limpieza necesaria y preceptiva desde 2012, cuando fue acondicionado con una inversión de 14 millones de euros para garantizar, según los objetivos del plan, un caudal de desagüe de 900m³/segundo necesario para evitar el riesgo de inundaciones a los barrios colindantes.

La asociación vecinal denunció el hecho en el Ayuntamiento de Alicante el pasado 25 de agosto solicitando la limpieza y mantenimiento urgente del tramo urbano del Barranco y el cese de los vertidos no autorizados que desde la citada obra en 2012 (10 años sin ningún tipo de intervención, insisten los vecinos) provocan acumulación por sedimentación de lodos y sólidos fecales procedentes de los aliviaderos de estaciones de bombeo y colectores que desaguan en el barranco.

El Ayuntamiento de Alicante sí ha activado la limpieza de barrancos por riesgo de gota fría, concretamente el del Juncaret y el de Aguamarga, que” tienen niveles de peligrosidad mucho más bajos que el Barranco de las Ovejas, y sin embargo ha excluido injustificadamente a este de cualquier tarea de limpieza y mantenimiento” denuncias los vecinos,

La asociación considera una gravísima irresponsabilidad dada la situación de cambio climático que vivimos y las altas tempereturas del mar Mediterráneo aumentan el riesgo de grandes lluvias torrenciales que puedan afectar a esta zona sur de la ciudad.

En este cauce se han producido dieciséis episodios de graves inundaciones entre 1962 y 2019, algunos de ellos con pérdidas de vidas humanas y destrozos en importantes infraestructuras como carreteras y vías de ferrocarril.

El propio Ayuntamiento de Alicante, en su Plan de Actuación Municipal ante el Riesgo de Inundaciones de 2019 que la normativa exige, considera el cauce del Barranco de las Ovejas como de alto nivel de riesgo y vulnerabilidad de la población, incluyendo el CEIP El Palmeral como en una situación crítica por riesgo ante inundaciones.

Los vecinos denuncian que la situación del Barranco de las Ovejas en su tramo urbano es de completo abandono y desidia por parte del Ayuntamiento de Alicante, no habiendo realizado ninguna actuación desde el año 2012 para limpiar y retirar grandes sólidos (carros, enseres, residuos urbanos…), lodos, acumulación de gravas y sedimentos fecales, así como zonas muy con densa vegetación e incluso arbolado que obstaculizan el natural desagüe de aguas de escorrentía procedentes de la montaña alicantina.