Los vecinos de la Florida se sienten desplazados de sus calles, en especial los más mayores y aquellos con movilidad reducida. Si hubiera que hacerle una película a la situación del barrio, podría inspirarse en la obra de los hermanos Coen y llamarla No es barrio para viejos. Muchas de las aceras no están rebajadas para facilitar la movilidad, ni tampoco cuentan con buenas frecuencias de transporte público en el autobús.

El TRAM, ni está ni se le espera: "El sur de Alicante es el culo de la ciudad", lamenta la presidenta de la asociación de vecinos La Voz, que representa a las tres "floridas": Alta, Baja y Portazgo. "Necesitamos un TRAM como los barrios del norte, aquí nunca llega", apunta.

El problema de la limpieza, señalan desde la asociación, es el principal del barrio. No por la falta de recogida o de limpieza, sino por el civismo. Los contenedores están llenos de enseres que la gente tira a deshoras y sin avisar al servicio municipal, y las aceras llenas de orines. "Tuvimos ratas en su momento, no creo que sea por tirar cuatro papeles al suelo", lamenta Tania, vecina del barrio.

Desde la asociación de vecinos señalan también la falta de civismo a la hora de depositar la basura en los contenedores: "En los contenedores de vidrio lo he tenido que dejar fuera muchas veces porque estaba a rebosar", apunta una vecina.

Un muro en la Florida, lleno de orines. HÉCTOR FUENTES

Atraer gente joven

Lola, la presidenta de la asociación vecinal, lamenta también que todas las comunicaciones con el gobierno local para ofrecer mejoras sean a través de internet: "Es todo online, si no entra gente joven a la asociación al final nos quedaremos sin nada". Una de cada tres personas en el barrio, el 31,9% según el Instituto Nacional de Estadística, son mayores de 65 años, lo que lo convierte en una de las zonas con más población mayor de Alicante.

Un barrio que además no está preparado para los mayores: "Las aceras son estrechas pero igual se podrían ensanchar para que pasaran los carricoches o las personas con movilidad reducida", apunta Tania, vecina del barrio. Una crítica que comparte Lola: "Las aceras no están rebajadas en muchos casos, y para las personas mayores o con movilidad reducida es difícil moverse por las calles.

En este sentido, los vecinos reclaman una mayor actuación para facilitar el día a día tanto de mayores como de personas que necesitan silla de ruedas u otro tipo de ayuda para desplazarse. El fallecimiento de José María Hernández Mata, histórico referente del activismo, ha frenado en cierta medida el movimiento vecinal en la Florida. Hernández Mata, que recibió el nombre de una avenida del barrio en 2021, dedicó buena parte de su vida a tratar de mejorar los barrios en materia social y urbanística. "Aquí hay mucha gente mayor", remarca Lola.

La asociación considera que el principal reto del barrio es atraer a gente joven para que impulse la vida en las calles: "Este es un barrio tranquilo, que está mejor dotado que otros muchos aunque tenga sus carencias". De hecho, algunas de sus principales plazas, como la de La Viña, cuentan con una reciente reforma que ha impulsado incluso la actividad comercial y hostelera. Las terrazas, de hecho, ocupan parte de la propia plaza, lo que ocasiona debate entre los vecinos ya que ocupa las zonas de paso: "Hay que ver lo que se hace con ellas, pero es importante también dar vida a los comercios", señala la presidenta vecinal.

La terraza de un comercio hostelero en la plaza de La Viña. HÉCTOR FUENTES

Plazas y terrazas

El mayor problema en el que incurren las terrazas es que cortan el paso en las zonas con cemento, obligando a las personas en silla de ruedas y otro tipo de movilidad reducida a moverse por la tierra de la plaza: "José María (Hernández Mata) no las quería. Se podrían poner en otros lugares de la plaza que no fueran aquellos por los que pasa la gente, ya que si viene alguien con poca movilidad no puede pasar", apunta la representante de los vecinos,

La propia plaza de La Viña es un ejemplo del contraste del barrio. Pese a que está recién reformada, es habitual que las fuentes no funcionen. Además, suelen ser víctimas del incivismo de algunos vecinos, y el agua se encuentra llena de basura depositada ahí por los ciudadanos: "No sé si multar sería la solución, porque no se puede poner a un guardia detrás de cada persona", considera la presidenta vecinal.

Soluciones al incivismo

Otros vecinos, sin embargo, consideran que el aumento de la vigilancia policial sería positivo: "Hay niveles de borracheras en los que las personas te llegan a abordar por la calle diciendo gilipolleces. También se ve gente que pasa droga en la moto, y hablamos de chavales de 14 o 15 años en algunas ocasiones a plena luz del día", señala una vecina.

Las mascotas son, también, un asunto de conflicto entre los residentes: "Si le dices algo a los dueños de algunos perros te miran mal. Se toman a mejor los padres que les digas algo sobre sus hijos que algunos dueños de las mascotas lo que le digas sobre sus perros", considera la presidenta vecinal. Una crítica que comparten otros vecinos como Tania: "El mantenimiento de los parques creo que es algo genérico a todos los barrios, pero está lleno de cacas de perros que eso es culpa de la ciudadanía". La vecina, además, añade: "No entiendo cómo está el barrio tan sucio si hay tantos trabajadores por la calle".

La iluminación de las calles es otra de las reclamaciones de algunos vecinos, que señalan que aumenta la inseguridad en las calles: "Hay descampados pequeños en los que puede salir alguien y pegarte un susto, algunas zonas a oscuras acojonan. No sé si se consideran puntos negros de tráfico, pero hay muchos accidentes de tráfico con los stop. En algunos no se ve bien porque tienes que avanzar bastante y o pegas el frenazo o no llegas. Aunque están señalizados, hay accidentes prácticamente todas las semanas".