Proteger enseñando a protegerse

Dos policías españoles imparten clases gratuitas de defensa personal a colectivos vulnerables en Bolivia desde hace varios años

Una de las clases impartidas por los agentes españoles en Bolivia.

Una de las clases impartidas por los agentes españoles en Bolivia. / INFORMACIÓN

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Desde hace varios años dos agentes españoles, Iván Pérez Domínguez y Antonio Socas Rodríguez, imparten cursos de defensa personal en Bolivia para colectivos vulnerables como mujeres maltratadas o la comunidad LGTBI.

Y lo hacen de forma gratuita, en sus ratos libres y ocupándose de sufragar los gastos de material. Entre los dos suman más de 40 años al servicio de los demás, y no tienen pensado parar.

Iván Pérez ayuda a una de las asistentes al curso de defensa personal.

Iván Pérez ayuda a una de las asistentes al curso de defensa personal. / INFORMACIÓN

A principios del verano de 2022, los agentes españoles llegaron a la embajada en Bolivia para formar parte del equipo de seguridad. Iván -destinado durante años a la comisaría de Benidorm- y Antonio -destinado en Tenerife y miembro del Sindicato Unificado de Policía- vieron entonces que los agentes bolivianos ocupados de la seguridad carecían de la formación necesaria, por lo que pidieron autorización en Madrid para poder formarles.

La respuesta que recibieron fue clara: sí, pero siempre y cuando la formación sea gratuita y se lleve a cabo en horas libres. Iván y Antonio no se lo pensaron dos veces y dieron comienzo a los cursos, que al principio fueron clases de defensa personal policial y lecciones de intervención policial.

Pronto se corrió la voz, y sus compañeras de la Oficina de Cooperación Internacional y la Oficina Comercial de la embajada les pidieron organizar un taller de defensa personal para ellas, debido a la desprotección que sufren las mujeres y al alto nivel de feminicidios del país.

Una de las sesiones dirigidas por los agentes españoles.

Una de las sesiones dirigidas por los agentes españoles. / INFORMACIÓN

En ese momento, los agentes adaptaron la formación y empezaron las clases. Rápidamente, se pusieron en contacto con ellos diversas ONG como Gregoria Apaza, Fe y alegría o Cáritas, y ampliaron el abanico de talleres a colectivos vulnerables como mujeres maltratadas, niños y niñas en riesgo de exclusión social o miembros de la comunidad LGTBI que corren el riesgo de ser discriminados y agredidos por su diversidad sexual.

Su propia escuela

Desde entonces, estos dos agentes españoles con más de veinte años de servicio cada uno no han tenido un respiro: imparten los cursos los fines de semana y cuando terminan sus turnos de trabajo. En definitiva, cualquier momento libre es bueno para colaborar y enseñar cómo protegerse a quienes más sufren.

Ahora, lo que comenzó de manera casual para ellos ha ido más allá: Iván y Antonio han fundado su propia escuela, «Philautía», donde siguen trabajando sin descanso para enseñar cómo poder defenderse a quienes muchas veces no encuentran quien les defienda.