San Blas, el barrio de Alicante en pausa tras el parón en las obras del parque

El socavón junto a las obras de la principal plaza del distrito y la baja iluminación de las calles indignan a los vecinos | Varios parques, convertidos en un pipicán ante la desidia de los dueños de las mascotas

El socavón en la calle Antonio Martín Trenco, este viernes.

El socavón en la calle Antonio Martín Trenco, este viernes. / HÉCTOR FUENTES

Alberto Losa

Alberto Losa

Las obras del parque de San Blas siguen paradas tras varios meses de inactividad. Una situación que indigna a los vecinos, en especial en la parte más próxima a la glorieta Poeta Vicente Mójica, donde hay un socavón que temen que pueda ampliarse en cualquier momento: "Estamos planteando hacer una movilización porque está todo abandonado", apuntan Encarnación López y Lola Morago, portavoces de la asociación de vecinos "El Magro".

El socavón mide aproximadamente unos diez metros cuadrados y se aprecian las tuberías que pasan por debajo de la carretera. Junto al agujero, la carretera de la glorieta se encuentra agrietada y desde la asociación "El Magro" indican que el problema va a más. La situación afecta al tráfico, que no puede subir por la calle Antonio Martín Trenco hasta la avenida de los Condes de Soto Ameno, pero también a los peatones, que encuentran dificultades para transitar ante las obras perennes.

Los peatones tienen dificultad para desplazarse a causa de las obras.

Los peatones tienen dificultad para desplazarse a causa de las obras. / HÉCTOR FUENTES

Esta misma semana, el Ayuntamiento de Alicante admitía estar "preocupado" por la dificultad que tiene los vecinos para transitar por el entorno de la plaza de San Blas tras la paralización de las obras, que deberían de estar terminadas según el proyecto durante el próximo mes de marzo, un plazo que no va a cumplirse.

El portavoz adjunto del bipartito, Manuel Villar, indicaba este martes tras la Junta de Gobierno, en la que, tras idas y venidas, con mensajes contradictorios con el paso de los días, ha reconocido que el Ayuntamiento finalmente "romperá" con la empresa adjudicataria por incumplimiento de contrato. Ese trámite, sin embargo, no se espera que sea inmediato, ya que debe contar con el visto bueno del Consell Jurídic Consultiu. Hasta que no se complete la rescisión del contrato, el Ayuntamiento no podrá actuar de urgencia para facilitar el tránsito peatonal en la zona.

Los comercios, cansados

Los vecinos no son los únicos indignados con la situación, sino también los propios comerciantes, quienes consideran que la obra es un reflejo de lo que sucede en el resto del barrio, con una baja iluminación en las calles y las aceras por renovar. Precisamente la calle Concejal Lorenzo Llaneras, que da a la glorieta en la que se encuentra el socavón, es una de las que cuenta con un mayor número de establecimientos: "Si no es por los luminosos en esta calle no habría luz. Yo ya me he cansado de ponerlas y de hacer el trabajo del Ayuntamiento. Pagamos unos impuestos muy altos como para encima tener que ser nosotros los que hacemos el servicio de iluminar la calle", lamenta Antonio, que regenta una papelería.

Una percepción que comparte Leticia, que frente a su peluquería encuentra un desnivel en la acera en el que algunas clientas reconocen que se han tropezado más de una vez: "Hay poca iluminación y las aceras también podrían repararse", considera. Y es que el de las aceras es otro de los problemas que más preocupa a los vecinos, en especial a los más mayores, que son los que más riesgo tienen de tropezar: "Las aceras de la calle Bono Guarner y, en general, de gran parte de San Blas están rotas y son muy estrechas. Provocan caídas y no se han renovado", apuntan Morago y López.

Una acera levantada en el barrio de San Blas.

Una acera levantada en el barrio de San Blas. / HÉCTOR FUENTES

"Los pasos peatonales que han creado tampoco tienen la iluminación necesaria aunque hayan puesto unas pocas farolas; no hay vigilancia y eso hace que las motos lo atraviesen y pongan en riesgo a gente y mayor y niños", indica Lucas Medina, presidente de "El Magro".

Riadas de tierra

Los vecinos también muestran su preocupación por la cantidad de agua que cae, llena de barrio, desde la calle Antonio Martín Trenco cuando hay lluvias. Las expuestas obras convierten la vía en una "riada de tierra", como indican las portavoces vecinales. Un problema que el propio ayuntamiento ha reconocido que le preocupa. De hecho, uno de los objetivos del proyecto del parque de San Blas es resolver el canal de descarga de pluviales de la calle Antonio Martín Trenco, "un problema de la ciudad, no de la zona", según los técnicos municipales. La actuación contempla introducir bajo tierra un colector con una altura de hasta 1,80 metros de diámetro, por debajo de donde irá el carril bici, en medio de la calzada. Actualmente la zona recoge las aguas de la zona del Tossal, de la avenida Doctor Rico e incluso de la calle Teulada, que inundan el vial en cuanto llueve con intensidad.

Lo que sí se mantendrá es la reclamada sombra, al contrario de lo que ha sucedido en la avenida de la Constitución, ya que el Ayuntamiento dio marcha atrás en la idea inicial de talar las melias de la calle Antonio Martín Trenco.

Parques pipicán

Los portavoces vecinales también realizan autocrítica ante sus propios vecinos, en especial con los dueños de las mascotas y su falta de civismo, palpable en varios de los parques del distrito, siendo más llamativos aquellos situados junto a los columpios infantiles: "El parque que hay junto al colegio Franciscanas es un pipicán. Los carteles en los que se indicaba que no podía haber perros desaparecieron y no sabemos qué ha sido ellos. Ya pedimos al Ayuntamiento de Alicante que los volvieran a poner, pero no sabemos nada", apunta Morago.

La suciedad ante la desidia de los dueños es evidente: decenas de excrementos de animales se acumulan tanto en ese recinto como en el parque Cronista Enrique Cutillas, pese a que este último cuenta con un pipicán a apenas unos metros.

Las obras, paralizadas en San Blas desde hace meses.

Las obras, paralizadas en San Blas desde hace meses. / HÉCTOR FUENTES

"En verano o cuando hace calor no se puede ni abrir la ventana, el olor es muy fuerte", indica la portavoz vecinal. Los parques infantiles son los más delicados, al jugar a pocos metros de los excrementos los niños.

En algunas calles, incluso, los problemas son de inseguridad, en especial en el espacio peatonal de la calle Tarragona, indica Encarnación López, donde ha sido víctima de tres agresiones. Una de ellas le ha dejado una lesión en la rodilla que le dificulta andar: "Ya no paso por estas calles, y menos si están a oscuras. Siendo mujer la sensación es de peligro", apunta.

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Los residentes critican que la luz haya llegado una semana antes de la protesta programada

Esta semana, apenas a unos días de la protesta organizada por los vecinos ante, entre otros motivos, la falta de iluminación en los pasos peatonales construidos provisionalmente sobre los terrenos del futuro Parque Central. «Las vecinas y vecinos de los barrios que rodean el futuro Parque Central hemos visto cómo después de meses donde las obras de los pasos provisionales habían cesado, y gracias al anuncio de una manifestación reclamando mejoras, parece que se han puesto un poco las pilas», señalan anoche desde la Plataforma Vecindario por un Parque Central, desde donde se mostraron «contentos» aunque «no satisfechos» con que se hayan puesto «unas pocas papeleras y unos pocos bancos».

«Estamos contentos con que a escasos días de la manifestación hayan habilitado unas pocas farolas que para nada iluminan todos los pasos, sólo los cruces. Estamos contentos, pero no satisfechos», añaden desde el colectivo, donde mantienen sus reivindicaciones: «Cuando llegue el verano, si no conseguimos que planten arboles será impracticable durante todo el día, solo será posible usarlos por la noche y eso si ponen más farolas».

Con todo, el próximo viernes, 17 de febrero, mantienen la convocatoria de una protesta a las 19 horas para exigir «mejoras en el entorno». Y, sobre todo, como subrayan, porque quieren «el Parque Central ya». El punto de arranque es el ficus de la rotonda del Puente Rojo.

Desde la asociación de vecinos de San Blas se unen a estas críticas y consideran que la actuación se ha realizado como solución preelectoral: «Si no hubiera elecciones municipales esto no lo habrían hecho», ha indicado Lola Moraga, portavoz del colectivo de vecinos y comerciantes «El Magro».

El concejal de Infraestructuras, José Ramón González, destacó esta semana que «esta es una primera fase en la que se ha iluminado los pasos de peatones con la instalación de las 18 farolas, y próximamente se continuará instalando en la zona más iluminación».

La obra, que ha tenido un presupuesto de 292.603 euros, llegó con nueve años de retraso, ya que debía haberse ejecutado tras la llegada del AVE en junio de 2013. El hecho de que ADIF mantuvo durante años la denominada «Vía de la vagoneta».

La actuación ha consistido en la construcción de cuatro pasos peatonales transversales unidos entre sí por un quinto paso peatonal longitudinal al sur de la actuación, y tienen una longitud total aproximada de 859 metros.