Bolardos con corta vida en el entorno del mercado de Carolinas de Alicante

Vecinos y comerciantes lamentan que pivotes colocados para evitar que los vehículos invadan las aceras llevan semanas rotos en una zona donde las obras finalizaron recientemente

Dos de los bolardos situados en el entorno del mercado de Carolinas, recientemente reformado, que ya están "tumbados"

Dos de los bolardos situados en el entorno del mercado de Carolinas, recientemente reformado, que ya están "tumbados" / HECTOR FUENTES

C. Pascual

C. Pascual

Apenas unas semanas han durado en pie varios de los bolardos colocados en el entorno del mercado de Carolinas durante unas obras de reurbanización de la zona que terminaron hace apenas dos meses, a finales de 2022. Estos pivotes se pusieron alrededor del mercado del barrio -que también ha estado en obras para modernizarse- para evitar que los vehículos invadan las aceras, ahora que están en plataforma única, es decir, al mismo nivel, donde según los habituales de la zona es corriente ver a furgonetas estacionadas para descargar, sobre todo a primera hora de la mañana.

Varios de esos bolardos están tumbados por el choque de un vehículo, que no produjo más que esos daños materiales. "El coche ni paró. Eso sí, vino la Policía para dar parte y hasta hoy. De eso hará tres semanas", comenta una trabajadora de la zona. El resto, según vecinos y comerciantes, ya están lejos de la verticalidad por las furgonetas que buscan hueco para poder estacionar durante unos minutos para entregar mercancía, principalmente a los puestos del mercado. "Al quitarse aparcamientos, pues la gente se busca la vida. Algunos aprovechan la primera hora, cuando las terrazas aún no están montadas, para aparcar frente al mercado", añade Lara, una vecina del barrio.

Dos de los bolardos ya tumbados frente al mercado

Dos de los bolardos ya tumbados frente al mercado / HECTOR FUENTES

La realidad es que una obra que ha terminado hace apenas dos meses ya tiene mejoras a las que enfrentarse. A finales de año, los vehículos volvieron a transitar por la calle San Mateo, un vial clave para el barrio de Carolinas. Tras nueve meses y medio de obras, aunque el plazo inicial previsto era de ocho meses, y un presupuesto de 1,163 millones de euros, pese a que el coste aprobado en un primer momento era de 1,007 millones de euros, la calle San Mateo abrió al tráfico a mediados de noviembre, coincidiendo con la puesta en marcha del alumbrado de Navidad en toda la ciudad. En el barrio se hizo la luz por partida doble. La retirada de las vallas supuso también que las líneas del servicio de autobús urbano recuperasen los trayectos habituales.

Ese tráfico, la vuelta de los vehículos a la calle, ha acabado provocando imágenes indeseables, como coches y furgonetas invadiendo las aceras, y tumbando los bolardos colocados para evitar esos hechos.

Más retraso, con todo, se generó en la obra de modernización del mercado de Carolinas, que se desarrolló de forma paralela a la reurbanización de San Mateo. La rehabilitación del edificio, que sirvió para mejorar su imagen y retirar el fibrocemento de la cubierta, tenía un plazo de ejecución inicial de seis meses, por lo que los trabajos deberían haber finalizado en mayo de 2022. Sin embargo, en esa fecha, el Ayuntamiento concedió a la empresa adjudicataria cinco meses más para terminar la actuación. Al final, casi un año de obras en el mercado, con las consiguientes pérdidas económicas denunciadas por los comerciantes.

Tras esos meses de obras, fuera y dentro del mercado, los vecinos urgen al Ayuntamiento a actuar con celeridad para reponer los bolardos rotos, para evitar que la imagen actual vaya en decadencia por falta de actuaciones puntuales de los servicios municipales.