El cambio climático alargará la temporada alta a la mayor parte del año

Expertos advierten de que el calentamiento global afectará al turismo extranjero, que buscará meses de menos calor, pero el sector defiende que el verano no perderá fuelle por condicionantes como las vacaciones escolares

Un grupo de personas realiza actividades al aire libre en Benidorm.

Un grupo de personas realiza actividades al aire libre en Benidorm. / David Revenga

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Un futuro en el que agosto no sea el mes más codiciado a la hora de escoger las vacaciones podría no estar muy lejos. Expertos advierten de que el calentamiento global generará veranos «difíciles de soportar», que inclinarán a la gente hacia meses como octubre o marzo.

Sin embargo, el sector mantiene que mientras no cambien condicionantes como las vacaciones escolares, será difícil que el periodo estival pierda fuelle. Una serie de aspectos que podrían convertir en «temporada alta» la mayor parte del año.  

El director del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad de Alicante, Fernando Maestre, señala que si se siguen cumpliendo como hasta ahora las proyecciones, en los próximos años agosto será un mes «en el que hará demasiado calor para mucha gente», que optará por venir en otra época del año.

Una situación que obligará a los hoteles a un mayor gasto en cuanto a consumo energético por el uso de los aires acondicionados que, a su vez, generarían más calor en las ciudades, aumentando el efecto «isla de calor» en las zonas urbanas.

Fernando Maestre, en el Foro 4 Estaciones del Club INFORMACIÓN.

Fernando Maestre, en el Foro 4 Estaciones del Club INFORMACIÓN. / Jose Navarro

Además, Maestre Señala que «el verano cada vez se alarga más», por lo que la temporada alta se extenderá de igual manera y podría trasladar su «pico», ahora situado en julio y agosto, a meses menos concurridos como octubre o noviembre.

Cambio legal

Una opinión que comparte Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la universidad alicantina.

Para Olcina, en los próximos años «dejará de tener sentido el concepto de temporada alta o baja» ya que la posibilidad de disfrutar de unas condiciones climáticas confortables para un periodo de descanso se extenderá entre mayo y octubre. Un fenómeno que, sumado a los tradicionales periodos de Semana Santa y Pascua hará que prácticamente la totalidad del año pueda registrar buenas cifras en cuanto a visitantes.

El director del Laboratorio de Climatología de la UA, Jorge Olcina.

El director del Laboratorio de Climatología de la UA, Jorge Olcina. / Alex Dominguez

Sin embargo, para que este cambio en la tendencia de los viajes se produzca, según el catedrático de la UA, será necesario «modificar la rigidez» del calendario laboral y sus periodos vacacionales, ya que «no tendrá sentido» concentrar todos los días de libranza en un mismo mes.

Además, Olcina advierte de que el calentamiento global obligará a aplicar «medidas de diseño urbano», como más zonas arboladas y fuentes en la trama urbana, con el objetivo de hacer frente a las altas temperaturas. 

Para ello, cree que será necesario desarrollar planes estratégicos en los municipios, ya que los turistas son «cada vez más exigentes» con la calidad ambiental y climática. Afortunadamente, según Olcina, en la Costa Blanca, el sector está «muy concienciado».

El presidente de Hosbec, Fede Fuster, también cree que será necesario un cambio legal para que se modifiquen las temporadas actuales ya que «la gente no viaja cuando quiere sino cuando puede».

En este sentido, mantiene que condicionantes como las vacaciones estivales de los niños o las empresas y profesiones que declaran inhábil el mes de agosto tendrán más peso en la decisión final que las condiciones climáticas, que afectarán especialmente a turistas jubilados y de otros países con condiciones laborales diferentes a las que existen actualmente en España.

Para Fuster, que los meses de buenas condiciones climáticas se vayan a alargar en los próximos años es una oportunidad para el sector, que necesita apostar por la desestacionalización.

El presidente de Hosbec, Fede Fuster.

El presidente de Hosbec, Fede Fuster. / David Revenga

Para ello, el presidente de Hosbec aboga por impulsar otros atractivos más allá del «sol y playa», como el turismo cultural, deportivo o de naturaleza. Ámbitos que por sí solos «todavía no tienen la fuerza suficiente» para atraer un gran número de visitantes pero que, combinados, transforman la oferta de la Comunidad Valenciana en una de las más completas.

Sector preparado

En cuanto a los efectos que el cambio climático pueda tener en meses como julio y agosto, Fuster mantiene que el sector está «muy bien preparado» y que en la costa el clima siempre tiende a ser más «benigno» debido al efecto termorregulador del mar, por lo que espera que las variaciones climáticas no «muevan» las preferencias de los turistas de unos meses a otros, sino que conviertan los destinos de la provincia en una opción atractiva durante prácticamente todo el año. 

Para que esta previsión se cumpla, la patronal hotelera insiste en que se necesita potenciar las conexiones aéreas durante todo el año y eliminar del debate medidas «que nos hagan menos competitivos» que a destinos rivales, como la controvertida tasa turística.