Un bosque en plena Playa de San Juan

Los árboles de la calle Anguila levantan las aceras, invaden los edificios colindantes y ensucian la calle y los vehículos. Una vecina lleva tres años intentando que el Ayuntamiento actúe para buscarles una ubicación mejor

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Aceras levantadas, suciedad procedente de los árboles, ramas que invaden el vallado de las urbanizaciones... Es el día a día de las vecinas y vecinos de la calle Anguila, en la Playa de San Juan. Los pinos del vial, de varios metros de altura, crecen sin control ante la inacción del Ayuntamiento que, según denuncian los residentes, no poda ni controla los árboles desde hace años. 

Enriqueta Margarit es una de las vecinas de la zona que, en 2019, se puso por primera vez en contacto con el Ayuntamiento de Alicante por la situación de la citada calle alicantina. En esta vía de la Playa de San Juan, los árboles situados a ambos lados de la calzada son pinos de grandes dimensiones, cuyas raíces están levantando varios tramos de la acera, con el consiguiente peligro para los viandantes.

Además, algunas de las ramas de los ejemplares -que esta vecina asegura que no se podan desde hace años- invaden parcialmente las urbanizaciones colindantes, atravesando el vallado y "colándose" en las urbanizaciones.

En estos últimos años, en los que Margarit ha enviado diversas solicitudes al Ayuntamiento para que actúe en la calle, afirma que la única medida del bipartito fue sustituir el aparcamiento para coches por uno destinado a motocicletas: "Vino una vez un trabajador del Ayuntamiento y me dijo que iba a solicitar el cambio del aparcamiento porque los coches golpeaban el tronco de los árboles cuando aparcaban".

Entre las peticiones de esta vecina: que se adecenten las aceras, con desniveles que ponen en peligro a los peatones; que se poden los árboles para impedir que afecten a las vallas colindantes y que se refuerce la limpieza en la zona, ya que las hojas secas de los pinos ensucian el espacio público y los vehículos estacionados.

El desnivel en la cera ocasionado por una de las raíces de los árboles.

El desnivel en la cera ocasionado por una de las raíces de los árboles. / DAVID REVENGA

Además, Margarit señala también que el crecimiento de los árboles dificulta también el correcto funcionamiento del alumbrado, que de noche resulta insuficiente y convierte el vial en una zona "por la que da miedo pasar sola".

Sin embargo, la residente de la Playa de San Juan sostiene que el Consistorio no solo no ha dado respuesta a sus solicitudes, sino que no ha tratado de poner solución a ninguno de los problemas que se denuncian en los diferentes documentos.

Por todo ello, reclama al bipartito que realice las oportunas labores de poda cuando sea necesario para evitar que los árboles crezcan de manera descontrolada y, a su vez, impedir que las ramas -algunas de ellas ya caídas- representen un riesgo para la seguridad.

Difícil solución

Un experto consultado por INFORMACIÓN mantiene que el problema tiene una difícil solución desde el punto de vista técnico por la especie plantada.

Mantiene que trasplantar los ejemplares -que llevan en las calles desde hace más de 20 años- es "prácticamente inviable" por seguridad para la supervivencia de los propios árboles que, además, "admiten muy mal la poda", por lo que es recomendable no cortar sus ramas. 

Una polémica, la generada por los ejemplares de la calle Anguila, que se suma a otras relacionadas con el arbolado por toda la ciudad, como la de las melias de la avenida Constitución o la los árboles de General Marvá. En esos casos, el problema fue precisamente el contrario: el Ayuntamiento retiró los ejemplares, para descontento de los vecinos.