El sufrimiento del Castillo de Santa Bárbara en Alicante

El baluarte muestra un aspecto deteriorado en numerosos puntos de la ladera del Benacantil con varios desprendimientos, maleza que campa a sus anchas y muros derruidos

El sufrimiento del Castillo de Santa Bárbara en Alicante

Pilar Cortés

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Varios muros derruidos, maleza y vegetación que crece sin control levantando el pavimento y zonas de la ladera que presentan restos de desprendimientos. El castillo de Santa Bárbara de Alicante presenta un aspecto más que deteriorado para soportar el "asedio" de turistas que vive desde que el Ayuntamiento de Alicante privatizó su gestión y explotación cultural: más de 700.000 personas lo visitaron en el último año.

Pese al momento de gran popularidad que atraviesa la fortaleza (con una programación que incluye música, exposiciones, talleres y actividades para todos los públicos, tras años de escasa actividad municipal) el estado de conservación de Santa Bárbara y su entorno empeora de forma progresiva a medida que aumenta la distancia desde la cima del Benacantil.

Un espacio que "presume" de numerosos elementos completamente derruidos, desde muros hasta pavimentos y senderos, en los que a menudo se acumulan rocas de un tamaño considerable, procedentes de desprendimientos de la ladera y que conllevan un riesgo para la seguridad de los senderistas.

Además, en los puntos donde no se celebran eventos, la maleza campa a sus anchas invadiendo los itinerarios peatonales, levantando el suelo y presentando una imagen de abandono generalizada en el entorno del principal icono del patrimonio histórico-cultural de Alicante.

Una serie de desperfectos que supondrán un claro impedimento para que el Partido Popular, que prevé gobernar en solitario la ciudad a partir del próximo 17 de junio, pueda desarrollar una de sus propuestas electorales relacionadas con Santa Bárbara: "Consolidar la fortaleza y su proyecto para optar al reconocimiento como Patrimonio de la UNESCO".

En su programa electoral, la candidatura de Luis Barcala también apostaba por "recuperar, rehabilitar o reformar los BIC de San Fernando y Santa Bárbara para la regeneración patrimonial", así como por llevar a cabo "intervenciones de dinamización turística en el Benacantil".

Otro punto de la ladera con vallado derribado en mal estado.

Otro punto de la ladera con vallado derribado en mal estado. / PILAR CORTES

Para ello, será imprescindible dar respuesta en primer lugar a la degradación del entorno del castillo y de la ladera, con el objetivo de que el conjunto patrimonial presente un aspecto que permita a este icono alicantino alcanzar el reconocimiento que entrega la UNESCO.

¿Ascensor?

No obstante, los problemas de deterioro de las infraestructuras anexas a la fortaleza no vienen solos, sino que se suman a una de las grandes asignaturas pendientes del bipartito durante estos últimos cuatro años en relación con Santa Bárbara: el ascensor del castillo, que pasa casi tantos días averiado como en funcionamiento.

Un problema técnico recurrente deja fuera de servicio el elevador de forma reiterada y obligó a acceder al baluarte andando o en bus durante todo el mes de diciembre. Además, también ha estado limitado en dos fechas más que esperadas para el sector turístico de la ciudad, como son las Navidades y, excepcionalmente este 2023 tras más de cinco años de espera, la semana grande de la Ocean Race en Alicante.

El elevador, con su base situada en la avenida Juan Bautista Lafora, frente a la playa del Postiguet, cuenta normalmente con un precio de 2,70 euros, excepto para pensionistas o personas mayores de 65 años, niños menores de 5 años y funcionarios en el desempeño de sus funciones y cuerpos y fuerzas de seguridad en acto de servicio.