Deudas de más de 30.000 euros en asociaciones animalistas por culpa de la inflación

La subida de los precios ha reducido los descuentos que las clínicas veterinarias tenían con las entidades sin ánimo de lucro

Imagen de archivo de un gato callejero

Imagen de archivo de un gato callejero / Héctor Fuentes

Ser una asociación sin ánimo de lucro sale caro. La inflación de los precios y la pérdida de algunos descuentos que tenían con veterinarios ha llevado a Felinos Lo Morant, referente en la ayuda y cuidado de los gatos en Alicante, a deber más de 30.000 euros. El encarecimiento de los costos ha empeorado las condiciones de unas organizaciones que tienen que hacer frente a unos mayores precios sin dejar de lado su propósito principal: ayudar a animales que lo necesitan.

Antonio Ripoll, presidente de Felinos Lo Morant, alerta de una situación que cataloga como "crítica" para las asociaciones sin ánimo de lucro: "El tema de la inflación nos ha dejado en una situación en la que los veterinarios han subido precios, han reducido los porcentajes de descuentos que nos hacían y hemos seguido atendiendo todas las llamadas en las que nos comunicaban que había algún gato herido".

El precio en alza de los materiales, sumado a la cantidad de recogidas semanales que se le encargan, hace que hayan llegado a una situación "en la que nos hemos dado cuenta de que debíamos más de 30.000 euros a los veterinarios". En este sentido, el presidente de la asociación alega que no es una crítica a los propios veterinarios, "pues ellos la inflación la han vivido de forma directa y sus costos tienen que repercutirlos en los clientes". Es consciente de que son unos clientes "especiales" y estima que la inflación ha provocado unos incrementos de los costos del 25%, contando con las reducciones o la pérdida de descuentos por parte de clínicas veterinarias.

Asoka el Grande es otra de las asociaciones más reconocidas de Alicante. Su presidenta, Macarena Lajo, admite que la subida de precios también ha conllevado que muchos socios o padrinos no puedan seguir pagando su mensualidad: "La inflación nos repercute a todos y hay muchas personas que llevaban tiempo en Asoka que han tenido que decir adiós porque no se pueden permitir un coste más al mes".

Felinos Lo Morant tiene 200 socios mensuales que aportan una cantidad de dinero que oscila entre 5 y 20 euros. Para conseguir captar nuevas donaciones, utilizan las redes sociales de forma que, cuando recogen un gato, lo publican pidiendo ayuda a la gente. Todo esto, sin recibir ningún tipo de subvención pública: "Pese a ser una asociación referente en Alicante, hasta ahora solamente hemos recibido dos años seguidos una subvención de la Dirección General de los Animales de Madrid", comenta Antonio Ripoll, que asegura que "es la primera vez que nos han dado algo desde las administraciones porque para este tipo de trabajas no hay subvenciones, o al menos nosotros no las hemos encontrado".

Soluciones

Antonio Ripoll, de Felinos Lo Morant, comenta que no fueron conscientes de la situación de su deuda hasta que vieron que la cuantía total llegaba a superar los 30.000 euros, una cifra que no habían llegado a rozar nunca. "Cuando fuimos conscientes de nuestra situación, lo primero que hicimos a corto plazo fue pedirle ayuda a la gente", informa el presidente de la asociación, que se encargó de realizar una publicación en la red social de Facebook para poder captar la atención de posibles donantes.

En la búsqueda de acuerdos, Macarena Lajo, presidenta de Asoka, comenta que una de las soluciones que más ayuda generaría sería la donación "de la cantidad que se pueda" por parte de la gente que llama a estas asociaciones pidiendo ayuda o compartiendo la localización de un animal herido. "Recibimos muchas llamadas de personas que se han encontrado un animal en malas condiciones para que nosotros nos hagamos cargo. El problema es que hay veces que tenemos un cúmulo de trabajo muy grande que nos hace imposible atender todas las demandas, porque algunas son muy caras", alega Macarena, quien piensa que "si toda persona que nos llama pudiese aportar un granito de arena para ayudar a ese animal, podríamos permitirnos ayudar a más animales sin llegar a estas cifras de deuda".

Felinos Lo Morant ha decidido contratar "en una jornada reducida a una veterinaria, de manera que no tengamos que estar siempre yendo a las clínicas, que quieras o no conlleva unos costes fijos que con la veterinaria no vamos a tener". Además, Antonio Ripoll añade que desde la asociación también hacen trabajos a cambio de donativos: "Instalamos redes en las viviendas para que los gatos no se caigan, por ejemplo, bricolaje a cambio de un donativo".

ACOFAL, otra asociación animalista de más reciente creación, aboga por una solución que pasa por el Ayuntamiento de Alicante: "Las subvenciones por parte del Consistorio serían un buen apoyo para reducir considerablemente este número de deudas que estamos llegando a alcanzar".