El ascensor de la pasarela del Postiguet vuelve a estar estropeado

El ascensor de la pasarela del Postiguet, que conecta la playa con el barrio del Raval Roig, vuelve a estar estropeado. Un problema que se puede calificar como recurrente en esta infraestructura y que obliga a las personas con movilidad reducida a tomar la escalera o, en el peor de los casos, a tener que dar un rodeo hasta prácticamente la altura de la playa del Cocó. Una situación que, señalan algunos afectados, es discriminatoria.

Es el caso de Jesús Naranjo y su mujer, quien necesita utilizar una silla de ruedas: "A principio de verano estuvo averiado varias semanas, nosotros lo probamos el fin de semana y no funcionaba. Estamos haciendo un trayecto que es bastante distante, hacia el Cocó, porque la pendiente que hay contigua a la biblioteca es muy empinada y es muy peligroso. Cada vez que falla hacemos una foto y un tuit para enviarlo al Ayuntamiento", lamenta. Pese a esta denuncia al gobierno local y la contestación a través de las redes sociales del Servicio de Atención Integral a la Ciudadanía (SAIC) de que repararían la infraestructura, todavía no está en funcionamiento.

Una situación que obliga a numerosos viandantes a tomar las escaleras. Para muchos, no es un problema, pero para otros tanto, en especial personas mayores, con muletas o que portan a niños pequeños y sus carritos supone un importante impedimento a la hora de ir hacia la playa o subir al Raval Roig.

Problema constante

Los vecinos del Raval Roig y del entorno de la calle Virgen del Socorro han denunciado en numerosas ocasiones los problemas constantes de este elevador, que conecta la principal vía del barrio con la calle Jovellanos y el Postiguet. Ya el pasado marzo, Conchi Galea, presidenta de la asociación de vecinos Raval Roig-La Ermita, lamentaba la situación: "Es una vergüenza que el ascensor esté constantemente estropeado". Una pasarela que, aunque no está como tal en el barrio, les afecta al ser su nexo de unión con el arenal: "Es la pasarela que nos lleva al Postiguet".

Los fallos de este elevador, estrenador hace poco más de diez años, recuerdan a los que tenía hasta hace unos meses el elevador del Castillo de Santa Bárbara, que también era objeto de constantes roturas hasta que se reparó de manera definitiva. Ante las continuas averías, el entonces bipartito adquirió en febrero un generador externo. La pieza en cuestión estaba hecha "ex profeso" para el elevador con el objetivo de evitar las nuevas averías que "preocupaban" al Ayuntamiento de Alicante, como reconocía la exconcejala de Turismo, Mari Carmen Sánchez, que calificó las continuas averías como "un problema molesto para todos y también para los turistas" y trató el asunto en febrero de cuestión "histórica".

No es el único problema con el que cuenta la pasarela, que tiene un importante golpe en su parte baja desde 2020, cuando un camión chocó contra ella. Desde entonces, la pasarela muestra un pequeño boquete en una de sus placas laminadas. Un impacto pendiente de su pertinente obra, para el que el exconcejal José Ramón González señaló que se iba a "desmontar el módulo de acceso y reponer la superficie mediante un nuevo laminado con fibra de vidrio para que luzca en las mejores condiciones". Algo que, por el momento, no se ha terminado de ejecutar.