Radiografía del arbolado de Alicante: la mitad de ejemplares de lo recomendado y con excesivo predominio de las jacarandas

"Alicante tiene un déficit de árboles". Así se admite en el Plan Director del Arbolado del Ayuntamiento de Alicante, que supone un "instrumento de trabajo" para orientar "las decisiones" y que debe actuar "de marco de referencia en la planificación y la gestión de las calles arboladas del municipio de Alicante". 

El documento, elaborado por el biólogo Josep Selga -que fue el responsable de la poda de los ficus del Portal de Elche-, admite que la ciudad de Alicante tiene menos árboles de los que marcan los parámetros de referencia, al contabilizar 13,2 árboles de viario por cada 100 habitantes, "un valor ligeramente inferior a las medianas de referencia (de 14,4 árboles/100 habitantes)". Por otro lado, a nivel de superficie, Alicante tiene 2,3 árboles de viario por hectárea de municipio, "valor muy por debajo de la media de referencia (de 4,5 árboles/habitantes)". Según el estudio, "la cifra de un mínimo de un árbol por cada tres habitantes es lo que recomienda la OMS para tener un aire de mejor calidad en las grandes ciudades". En Alicante, el resultado es "desfavorable a la media recomendada por la OMS, de un árbol cada 3,8 habitantes". En Alicante hay un árbol de zona verde cada 7,7 habitantes, valor inferior (favorable) a los indicadores de referencia de los Círculos de Comparación Intermunicipal de la Diputación de Barcelona, de un árbol cada 8,6 habitantes.

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El déficit de arbolado confirmado por este estudio, fechado en junio de 2022, no es homogéneo, sino que depende de las zonas. "Playa de San Juan (12.977) y Polígono de San Blas (7.219) son los barrios con mayor número de árboles. A continuación, Garbinet y Cabo de la Huerta también concentran el mayor número de arbolado", apunta el informe, que por el contrario también señala las zonas más deficitarias: "Hay que destacar que carecen de árboles en algunos de los barrios más densos y poblados como, por ejemplo, Carolinas Bajas (225) y Altas (516), entre otros".

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En Alicante, en total, hay 91.129 posiciones de ejemplares (44.319 de viario y 43.189 de zonas verdes), según el informe, con 72.161 árboles y 18.968 palmeras, entre las de zonas verde y calles. "La especie más frecuente es la jacaranda mimosifolia, con un 12,78%, seguido por la palmera de dátiles (Phoenix dactylifera), con un 8,67%". La presencia de jacarandas, uno de los ejemplares que más críticas concentran de los ciudadanos, está por encima de lo recomendado. "La diversidad está dentro de los límites recomendados para arbolado urbano. Solo la jacaranda supera el 10% del límite recomendado de una sola especie", señala el documento, que concreta que dentro del arbolado estrictamente en las calles la cifra empeora, al elevarse por encima del 20%. Para aumentar la diversidad, el informe recoge 154 nuevas especies y cultivares a introducir en la ciudad, la mayoría en zonas verdes.

Respecto al estado de los ejemplares, "la mayoría de los árboles del municipio se encuentran en estado normal (84%)", según el estudio, que reduce hasta el 78% la cifra en cuanto a los árboles situados en el viario urbano. Por otro lado, el experto apunta a que "el 19% del arbolado viario se considera inadecuado", debido entre otros motivos al predominio de especies que presentan plagas y enfermedades crónicas, la presencia de coníferas y árboles de porte grande en aceras no aptas y de especies invasoras o no adaptadas al clima de Alicante.

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Sobre las zonas verdes de Alicante, el Plan Director advierte de que "el 31% no tienen arbolado", a la vez que recuerda la regla del 3-30-300. "Teniendo en cuenta solo el arbolado público, zonas verdes y viario, la mayoría de los barrios en su conjunto presentan un déficit de cobertura arbórea, mínima del 30% (regla 3/30/300 del Instituto de Soluciones Basadas en la Naturaleza). Esta regla se centra en las contribuciones cruciales de los bosques urbanos a nuestra salud y bienestar. Para aplicar correctamente esta ratio, sería deseable contabilizar la cobertura del arbolado privado". Y es que, según añade, "la cobertura del 30% debería ser un mínimo y las ciudades deberían apuntar a un porcentaje aún mayor cuando sea posible". "Los estudios han demostrado una asociación entre el dosel de los bosques urbanos y, por ejemplo, el enfriamiento, mejores microclimas, salud mental y física, y posiblemente también reduciendo la contaminación del aire y el ruido. Al crear vecindarios más frondosos, también motivan a las personas a pasar más tiempo al aire libre e interactuar con sus vecindarios, lo que a su vez promueve la salud social", afirma el estudio.

Protección

Según el Plan Director de Arbolado, "durante los trabajos de construcción hay peligro de perjudicar las condiciones de vida de los árboles e, incluso, de dañarlos". "Hay que proteger la vegetación de cualquier alteración que pueda perjudicarla, paso de vehículos, movimientos de tierras, compactación del suelo, apertura de zanjas, excavaciones profundas", tal y como recoge el documento, que cobra mayor relevancia durante estos últimos meses de obras en la ciudad de Alicante, en las que el arbolado ha sido protagonista. De hecho, estos días los operarios trabajan en el eje Marvá-Gadea, de donde se van a retirar decenas de ejemplares que supuestamente están dañados, según el Ayuntamiento.

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Para evitar daños en los ejemplares, el documento determina que "cualquier proyecto que su ejecución pueda afectar al arbolado debe incluir un estudio previo y establecerá un Plan de Protección del Arbolado". Además, se advierte de que "el arbolado no podrá utilizarse como herramienta o soporte de trabajos de la obra", quedando "explícitamente prohibido utilizar los árboles para colocar señalizaciones, atar cuerdas o cables y/o sujetar herramientas, máquinas o vehículos".

También refleja que "en las operaciones derivadas de los cambios de pavimentos, se tendrán en cuenta indicaciones como que en la base de las raíces y en las zonas de mayor concentración, la excavación se realizará manualmente".