Los nuevos colegios de Alicante: un edificio "oculto" y un hito inspirado en una ermita

El concurso para la construcción de los dos únicos centros del plan Edificant en la ciudad no podrá llevarse a cabo hasta que la Conselleria de Educación actualice los precios de las obras, un trámite pendiente desde septiembre

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Un edificio que tratará de "ocultarse" en un entorno saturado de construcciones (el PAU 2 - La Torreta) y otro que buscará ser un hito que dirija la mirada de nuevo hacia las partidas rurales de Alicante. Así serán los dos nuevos colegios de Alicante que se construirán con financiación del Plan Edificant, el CEE El Somni y el CEIP La Cañada del Fenollar, los únicos de nueva creación dentro del programa autonómico. No obstante, pese a que el Ayuntamiento ya ha aprobado ambos proyectos (el último de ellos este mismo martes), su licitación aún tendrá que esperar: no podrá llevarse a cabo hasta que la Conselleria de Educación actualice el precio de las obras, un trámite pendiente desde hace más de un mes.

Ambos proyectos, obra del estudio de arquitectura alicantino CrystalZoo, representan una apuesta ambiciosa para convertirse en edificaciones representativas dentro de su entorno, aunque por motivos diferentes.

Aprovechar los inconvenientes

En el caso de El Somni, los arquitectos del estudio tuvieron que hacer frente a un desnivel de más de cuatro metros entre ambos extremos de la parcela. José Luis Campos, CEO de CrystalZoo, explica a INFORMACIÓN que han querido aprovechar esa adversidad para "camuflar" el futuro colegio, de modo que a pie de calle "la fachada se percibirá como si tuviese la altura de una tapia". De esta manera, Campos señala que se pretende "descargar" el impacto visual de las construcciones en un barrio plagado de grandes urbanizaciones y centros educativos con voluminosos pabellones y aulas.

En cuanto al interior, el futuro edificio contará con un patio central descubierto con forma circular que funcionará como "claustro" y a su vez iluminará las estancias anexas. Las aulas se han diseñado teniendo en cuenta las necesidades especiales de los alumnos que acogerá El Somni, facilitando su privacidad mediante el uso de celosías. Además, el edificio también cumplirá una función social para el barrio: permite compartirmentar parte de las instalaciones creando un espacio independiente que, una vez terminado el horario lectivo, podrá servir a la asociación vecinal para el desarrollo de actividades.

Dirigir la mirada hacia las partidas rurales

En cambio, la situación en la que se enmarcará el futuro CEIP de La Cañada del Fenollar es completamente diferente: un entorno con escasos edificios y construcciones diseminadas. En este caso -según expone Campos- el efecto deseado es el contrario: "Convertir el colegio en un hito que vuelva a dirigir la mirada hacia las partidas rurales, que a veces quedan algo olvidadas". Con este propósito, los arquitectos del estudio alicantino han tomado como referencia la arquitectura blanca de la ermita de la Cañada.

El resultado es una construcción de dos alturas donde las formas curvas y los espacios abiertos cobran un gran protagonismo. Un estilo que se complementa con el uso del color amarillo que, tal y como destaca Campos, "muchos estudios lo relacionan psicológicamente con el ámbito educativo".

El futuro centro presentará una planta baja en forma de U y una primera planta con acceso exterior e interior desde planta baja que complementa el resto del programa de aulas. En el interior de la U se ubicará el patio exterior abierto, alrededor del cual se desarrolla el programa del colegio. El resto de la parcela se complementa con una pista polideportiva, huerto, espacios verdes y aparcamiento con dos accesos: uno para uso interno y otro destinado al público general y a la entrada de mercancías.