Los trastornos por déficit de atención e hiperactividad en niños se disparan en Alicante en los últimos cuatro años: crecen un 168%

Los expertos señalan que uno de los factores que ha contribuido al incremento de casos es el aumento del uso de pantallas a raíz de la pandemia

Algunos centros educativos piden un diagnóstico del trastorno para acceder a clases de apoyo, lo que también influye

Un menor se entretiene utilizando una tableta a oscuras, este hecho provoca y empeora el diagnóstico de TDAH.

Un menor se entretiene utilizando una tableta a oscuras, este hecho provoca y empeora el diagnóstico de TDAH. / JOSE LUIS ROCA

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se encuentra al alza en la provincia de Alicante. Los casos en menores han experimentado un aumento del 168 % en los últimos cuatro años, pasando de 1.019 diagnósticos en 2019 a 2.844 en 2023, según datos de la Conselleria de Sanidad. El TDAH es un trastorno de salud mental que tiende a manifestarse durante la etapa educativa de la primaria. Se caracteriza porque los niños se muestran hiperactivos, impulsivos y tienen problemas para mantener la atención de forma continuada. 

Los psiquiatras detectan que el aumento de los casos podría atribuirse a tres factores, entre los cuales destaca el diagnóstico de TDAH en menores con autismo o discapacidades intelectuales para recetar ciertos medicamentos, el incremento del uso de pantallas durante el confinamiento, y la exigencia en algunos centros educativos de un trastorno por déficit de atención e hiperactividad para que los menores puedan acceder a clases de refuerzo. «El hecho de poner a algunos pacientes con autismo, trastornos de conducta o discapacidades intelectuales, un diagnóstico en TDAH aunque dudes que lo tengan, es para que se puedan beneficiar de un fármaco en concreto. Es algo que está vigente desde hace más o menos un año», explica la psiquiatra del Hospital de Sant Joan Inés Pérez. 

A su vez, la prolongada exposición a las pantallas a raíz de la pandemia también ha resultado ser un factor que ha provocado o empeorado este trastorno. Carmen Atienzar, psiquiatra del Hospital de Sant Joan, señala: «Sobre todo a niveles de atención, tenemos todo a disposición, todo es más inmediato, no tienes que prestar atención en las cosas porque luego las vas a poder buscar...». Además, añade que otra de las causas que podría haber contribuido al aumento de casos es que «los padres nos dicen que no se les proporcionan clases de refuerzo a sus hijos porque no tienen un documento con el diagnóstico. Esto nos obliga a realizar diagnósticos que no están completamente claros porque en psiquiatría no se puede determinar algo en la primera consulta, sino que se sabe mejor a lo largo del tiempo».

«Con las pantallas no tienes que prestar atención porque sabes que luego lo buscas. Eso pasa factura»

Carmen Atienzar

— Psiquiatra del Hospital de Sant Joan

La prevalencia de este trastorno es más alta en niños que en niñas. En 2019, se diagnosticaron 833 casos en menores del género masculino, mientras que solo se contabilizaron 226 del género femenino. En contraste, para el año 2023, se han registrado 2.085 casos en niños, mientras que para las niñas el número ha aumentado a 759. Esto representa un crecimiento del 150 % en los casos de estos primeros y una subida del 235 % en los casos de estas segundas en comparación con los datos de 2019.

Los expertos sostienen que este fenómeno se debe a que los chicos tienden a mostrar más síntomas de hiperactividad, lo que facilita su detección en comparación con las chicas: «Se mueven mucho y no pueden quedarse quietos, también es cierto que el TDAH es a partir de cierta edad, cuando son muy pequeños es normal que sean inquietos. A las niñas les suele aparecer más el trastorno por falta de atención y se le ve en edades más avanzadas, cuando los cursos se van complicando», aclara la psiquiatra Carmen Atienzar. 

Los especialistas aclaran que existen tres tipos: uno donde solo se detecta el déficit de atención, otro con predominio del componente hiperactivo-impulsivo, y en algunos casos, se presenta de forma combinada. Por esta razón, no es extraño encontrar dos casos de TDAH en niños con perfiles completamente distintos.

«Etiquetan a un niño como el malo de la clase y eso sucede a veces porque no reconocen que tiene TDAH»

Inés Pérez

— Psiquiatra del Hospital de Sant Joan

De esta forma, se hace hincapié en la importancia del diagnóstico. «A veces etiquetan a un niño con TDAH como el malo de la clase, como el que no quiere estudiar... y esto sucede simplemente porque no reconocen que tiene este trastorno», puntualiza la psiquiatra Inés Pérez. «Es crucial contar con los datos del coeficiente intelectual del paciente, ya que si un niño tiene un retraso mental, es comprensible que tenga dificultades en el colegio, en ese caso, no se trataría de TDAH», recalcan.

Caso particular

Iker tiene 9 años y un diagnóstico de trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Su madre Belén asegura que desde el primer momento «había algo raro», ya que al menor le costaba articular palabra y también era «muy bruto».

Con el objetivo de encontrar una solución, los padres de Iker deciden llevarlo al logopeda. Esto ocurre después de que en la escuela le realizaran una primera valoración a los tres años, donde se planteó la posibilidad de que tuviera TDAH, aunque se consideró que era muy pronto para establecer un diagnóstico. La evaluación que reciben en el terapeuta del habla es que presenta «falta de madurez», y se sugiere que esta situación se resolverá con el paso del tiempo. No obstante, el niño continuaba sin prestar demasiada atención. Por lo que Belén decide pedir al pediatra una revisión de oídos para el menor. Tras varias pruebas los resultados son buenos y se descarta cualquier problema auditivo.

«Iba pasando el tiempo y mi hijo iba a aprendiendo, pero con dificultades. Además, también le costaba socializar. Nos comentaban que era algo que se iría arreglando», cuenta la madre. En este punto, deciden llevar a Iker a otros especialistas, pero llegó la pandemia y «todo se complicó un poco más».

«Me sentaba con mi hijo a hacer los deberes y era como si le enseñase a sumar por primera vez»

Belén

— Madre de niño con TDAH

«Te sentabas con él a hacer matemáticas y era como si le enseñases por primera vez a hacer una suma, en la lectura iba muy atrasado...», recuerda Belén. Pasado el confinamiento el centro educativo al que pertenecía el menor había realizado una valoración de su caso, se señalaba que podía tener un TDAH. Con el informe emitido, acuden al pediatra, que le derivó al psiquiatra.

«Estuvimos una hora y media hablando con el psiquiatra e Iker se quedó fuera de la consulta. Sin haber visto al niño me dijo que el tratamiento de elección era un psicotrópico. Le pregunté si no iba a ver terapia y me dijo que me podía meter en un grupo que te ayudaban con las conductas y la agresividad, pero mi hijo no es agresivo. No entendimos que le mandasen un tratamiento sin verlo», lamenta Belén.

Iker lleva desde el pasado mes de septiembre en APSA, una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a brindar servicios integrales para educación especial. Allí, le dan herramientas para poder concentrarse mejor. «Hablé con el psiquiatra hace poco y me comentó que estaba bien lo que había hecho. Todavía pienso en la posibilidad de darle así porque sí un psicotrópico a un niño... habría que valorar el caso, no descarto que se le tenga que dar la medicación de aquí a un tiempo, pero eso no hace milagros, hace que estén concentrados en ese momento, no es para toda la vida», concluye Belén, que también es enfermera. 

Sanidad implementará un protocolo específico para la detección del TDAH

Sanidad implementará un protocolo específico para la detección del TDAH

Sanidad pondrá en marcha «cuanto antes» un protocolo específico para la detección y atención del TDAH. Así lo anunciaba el conseller Marciano Gómez durante una jornada dedicada a este trastorno. El plan fomentará la formación del personal docente y sanitario, garantizará una adecuada identificación del problema y favorecerá una intervención temprana.

Según Gómez, «la Conselleria de Sanidad ha incluido el TDAH como uno de los objetivos del nuevo Plan autonómico de Salud Mental de la Comunidad Valenciana 2024-2027 presentado recientemente, que cuenta con un presupuesto de 724 millones de euros y una línea estratégica de atención a la infancia y la adolescencia, que incluye la elaboración e implementación de planes de actuación específicos para los trastornos por déficit de atención e hiperactividad y del espectro autista (TDAH y TEA)».

En su diseño y desarrollo está previsto que intervengan instituciones públicas, como las consellerias de Sanidad, Educación y Bienestar Social y entidades privadas como las sociedades científicas, los colegios profesionales y las asociaciones de enfermos.

En este sentido, el conseller resaltó que «el Consell se ha propuesto mejorar en estos cuatro años de legislatura todos aquellos estándares que determinan la calidad y eficiencia de un servicio público como el que se presta a las personas con un problema de salud mental y a sus familias».

Además, Gómez recordó que el citado plan autonómico de salud mental contempla la creación de los nuevos servicios de Salud Mental de la infancia y la adolescencia, así como de hospitales de día para la atención de este colectivo e incluye también la creación de unidades de detección precoz en las escuelas, con psicólogos destinados a estos centros.