HACE 50 AÑOS | Del 11 a 17 de febrero de 1974

Hace 50 años: Alicante pisa fuerte en la industria

La provincia registra 25.000 empresas pertenecientes al sector secundario, entre las que destacan el calzado, el textil y el juguete

Hace 50 años en Alicante: del 11 al 17 de febrero de 1974

Perfecto Arjones

Ramón Pérez

Ramón Pérez

Hacía años que Alicante había encontrado la horma de su zapato. En 1974 la provincia era un crisol de fábricas a pleno rendimiento, tan dispares como efectivas. La población crecía al abrigo de la oferta de trabajo y Alicante era el destino de miles de españoles, muchos de ellos, manchegos y andaluces. La provincia registraba hace cincuenta años 25.000 industrias registradas y destacaba el calzado por encima de todos los otros sectores. El país ubicó a Elda en el mapa. Desde los años cincuenta la ingente mano de obra, el núcleo fuerte de buenos artesanos, la cada vez mejor red de comunicaciones y la demanda norteamericana habían potenciado definitivamente el desarrollo y la mecanización de la industria. Tras el calzado, el textil y el juguete eran los sectores fuertes en 1974, aunque aquel año la provincia saboreaba ya los casi 200 puestos de trabajo que iba a dar el cemento, pues se estaba construyendo una fábrica en Fontcalent que produciría a pleno rendimiento 800.000 toneladas anuales (200.000 más que la de San Vicente del Raspeig). Alicante, con ambas fábricas, se convertiría en la gran exportadora global.

No quedaba ahí el músculo de la industria alicantina: visillos, cortinas, mármoles, sal común y por supuesto el turrón de Xixona. Aun así, Serafín Sánchez Rico, el delegado provincial de Industria, presagiaba que 1974 no iba a ser muy halagüeño por el problema energético: «Hay localidades que cuentan con un mal servicio, tensión baja e interrupciones que dificultan la actividad». Faltaban aún muchos cables por echar a la industria.

Sin salir del Vinalopó, las obras de sus carreteras cogían fuerza y la variante de Villena en la carretera de Alicante-Madrid comenzaba a pasar del plano al asfalto. Tal semana como ésta se iniciaban las expropiaciones, el recorrido tendría dos túneles y el objetivo era evitar los tapones que se formaban a su paso por diferentes poblaciones. En mente quedaba la variante de Elda, por donde pasaban 7.000 vehículos al día y que estaba prevista para verano, y la de Monforte del Cid, que estaba en estudio. 

Igualmente entre obras andaba el municipio de Calp, sobre todo su paseo marítimo, que iba a quedarse con una longitud de cuatro kilómetros. Y patas arriba también estaba el barrio de San Blas; hoy, 50 cincuenta años después, está más abandonado todavía por difícil que pueda parecer. Entonces estaban paradas unas obras en San Blas Alto, por la zona del camino de Ronda. En una zona muy amplia y todavía demasiado rural, entre Aureliano Ibarra y el paso a nivel. Aquello había sido una promesa del alcalde para desahogar el tráfico a la zona de la Explanada y el puerto. La prensa reflejaba en febrero de 1974 que para Semana Santa, como se había asegurado desde el Ayuntamiento, no iba a estar terminada la obra. Tampoco para la Pascua de 2024 estará terminado el parque de San Blas, cuyos escombros han invadido la vida de los vecinos sine die.

Aquella semana fue la del disgusto de la Selección Española, que perdió contra Yugoslavia y se quedaría sin ir al Mundial de Alemania

Precisamente en San Blas estrenaba nuevo domicilio social la Asociación Cultural La Kábila en el número 16 de Pintor Gisbert, donde estaba la Peña Pacorro. Más de 200 socios presenciaron la inauguración a la que acudió el alcalde García Romeu y los dirigentes de La Kábila: Miguel Espí Mataix, Fernando Soler García y Federico Meziat Soto. El local, ambientado al estilo moro, contaba con cafetería, salones de recreo, oficinas…

Un titular aquellos días helaba la sangre a quien lo leyera y es que estaba «prohibido enfermar de noche en Alicante». El servicio de urgencia de la Seguridad Social sólo lo componían seis médicos, eso quería decir que cuadrando horarios únicamente quedaba un médico de guardia por las noches. A lomos de un Seat 1.500 el médico recorría la ciudad durante la madrugada con el corazón en la boca: de la Albufereta a La Florida, de San Gabriel al Pla… La situación se había convertido en insostenible, con todos los protagonistas descontentos: médicos y pacientes. El sueldo entonces del médico era de 15.000 pesetas al mes.

En aquellos días Alicante celebraba el I Seminario Nacional de Retrato Fotográfico en el salón de actos de la CAP. Allí, Goyo Rodríguez, el fotógrafo de la Diputación, defendía a sus colegas: «El nivel técnico español compite de tú a tú con el extranjero». Goyo llevó a cabo una infatigable labor en la promoción turística de Alicante y provincia y fue galardonado con múltiples premios; entre ellos, el Importante de este periódico.

Aunque para la mayoría aquella semana fue la del disgusto de la Selección Española, que perdió en Frankfurt contra Yugoslavia y se quedaría sin ir al Mundial de Alemania de ese mismo verano. En aquella cita la Holanda de Cruyff enseñaría al mundo una nueva manera de jugar al fútbol, pese a perder la final contra los anfitriones.