El Defensor del Pueblo investigará el caso de la familia desahuciada con dos menores en Alicante

El Ayuntamiento descarta asignar un domicilio a Isabel, su marido y sus dos hijas y se escuda en la larga lista de espera "con más derecho o el mismo"

Isabel, durante el último pleno ordinario de Alicante.

Isabel, durante el último pleno ordinario de Alicante. / Jose Navarro

Alberto Losa

Alberto Losa

La familia alicantina con dos hijas menores que fue desahuciada el pasado enero sigue sin rendirse. Ahora, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha admitido a trámite la queja realizada por Isabel y su marido por su "situación de desamparo", por lo que estudiará si intercede ante el gobierno local, que no le ha aportado una solución habitacional.

Esta semana quedarán de nuevo en la calle, engrosando una larga lista de espera, con más de 90 familias que aguardan una vivienda social. En el escrito registrado ante Gabilondo, la familia remarca que "hay dos menores de 16 y 13 años, uno de ellos con graves problemas de salud psiquiátricos debidos a esta situación". Pese a ello, desde el gobierno local se escudan en la numerosa lista de espera de familias en vulnerabilidad.

Así lo expresó este martes en Junta de Gobierno el vicealcalde de Alicante, Manuel Villar: "Volvemos a decir lo que dijimos la semana pasada. No por el hecho de hacer más ruido hay que levantar a personas que tengan más derecho o el mismo. Si hay una lista, os puedo asegurar que los primeros interesados en que todo vaya en perfecto funcionamiento y tengan recursos aquellos que más se lo merecen son los trabajadores de la propia concejalía".

Villar ha criticado al Botànic en "una pequeña pulla" (sic) por la falta de viviendas públicas construidas: "Si el Botànic hecho viviendas sociales, a lo mejor tendríamos donde colocarles. Pero como hizo cero, son las que tenemos. Sí es cierto que se está viendo la posibilidad de incrementar el parque inmobiliario alicantino, pero no es fácil, no es sencillo", ha subrayado el vicealcalde.

Desde que la desahuciaron de la vivienda que tenía alquilada hace varias semanas, Isabel se ha reunido de forma periódica con Servicios Sociales para tratar de encontrar una solución definitiva a su situación. Ella cobra el Ingreso Mínimo Vital y su marido cuenta con un contrato de trabajo a tiempo parcial, pero no es suficiente para hacer frente al alto coste de la vivienda y a los gastos corrientes de una familia de cuatro personas.