El adiós de los pequeños trenes que unían comarcas vecinas en Alicante

Entre 1969 y 1974 desaparecieron en la provincia varias líneas secundarias de ferrocarril que no eran rentables pese a su función social y que hoy serían fundamentales para la movilidad

Locomotora del ferrocarril Alcoy-Gandia, preservada como monumento en la primera de esas localidades.

Locomotora del ferrocarril Alcoy-Gandia, preservada como monumento en la primera de esas localidades. / Juani Ruz

Efeméride. Hace pocos días se cumplieron 50 años del cierre del ferrocarril de Dénia a Gandia, el último en ser clausurado de una serie de pequeños trazados creados para impulsar el transporte de viajeros y mercancías y que sucumbieron por el auge de coches y camiones. Sin embargo, ahora se echa de menos el papel que cumplían.

El pasado 10 de febrero se cumplieron 50 años desde que llegara a Dénia el último tren procedente de Gandia. Se ponía así fin casi un siglo de comunicación por ferrocarril entre la Marina Alta y la provincia de Valencia y, por extensión, entre todo el litoral norte de Alicante y el Cap i Casal. Se hacía con la promesa de ver prolongada en muy poco tiempo hasta la estación dianense la línea de vía ancha que llegaba a la capital de la Safor, pero eso, como bien es sabido, nunca se cumplió.

Estación de Dénia de la línea que llegaba a la capital de la Marina Alta desde Gandia, cuando todavía funcionaba la conexión ferroviaria.

Estación de Dénia de la línea que llegaba a la capital de la Marina Alta desde Gandia, cuando todavía funcionaba la conexión ferroviaria. / Pedro González Esquerdo

Esta clausura, sin embargo, no es un episodio anecdótico, aunque tenga el añadido de un incumplido anuncio de reapertura. En aquellos años se cerraron en toda España cientos de kilómetros de ferrocarril, tanto de vía estrecha como ancha. En la provincia de Alicante ya habían desaparecido en 1969, con dos meses y medio de diferencia, las líneas secundarias que comunicaban Alcoy con Gandia y Villena, y esta última localidad con las murcianas Yecla, Jumilla y Cieza. Asimismo, en enero de 1970 llegó por última vez un tren de viajeros a Torrevieja, aunque los de mercancías siguieron circulando hasta 1986.

Solo en el territorio alicantino, estas clausuras totales o parciales supusieron la pérdida de alrededor de 140 kilómetros de ferrocarril en apenas cinco años. De vía estrecha tan solo se salvó el Trenet de la Marina de Alicante a Dénia, y no porque se tuviera en consideración al apaño que les hacía a los vecinos de localidades como La Vila Joiosa, Altea, Teulada o Gata de Gorgos, sino básicamente por el auge turístico del litoral, especialmente de Benidorm.

Pilastras del antiguo puente de hierro de la línea Alcoy-Gandia en Muro, desmantelado tras la clausura del ferrocarril.

Pilastras del antiguo puente de hierro de la línea Alcoy-Gandia en Muro, desmantelado tras la clausura del ferrocarril. / Juani Ruz

Los trazados de vía estrecha de Alcoy a Villena y Gandia y de esta ciudad a Dénia y el ramal de vía ancha a Torrevieja tenían en común su carácter secundario y el haberse concebido más para el transporte de las mercancías producidas en las comarcas que atravesaban que el de viajeros. Sin embargo, acabaron siendo esenciales para la movilidad de los habitantes de estas zonas, en una época en que los medios privados de transporte eran escasos, y generaron o potenciaron vínculos territoriales. Y también supusieron un impulso para el turismo, aún incipiente en algunas de estas áreas. Merece la pena recordar que ya en la década de 1960 Torrevieja recibía en verano los llamados "trenes botijo" repletos de visitantes, o que el ferrocarril propició que muchos alcoyanos veranearan en Gandia, ya que les llevaba hasta la misma playa.

El cierre de estos ferrocarriles se entiende en el contexto de la época: se habían vuelto un medio de transporte totalmente obsoleto, lastrado por décadas de una nula o escasa inversión en su modernización. En paralelo, aumentaba de forma exponencial el número de coches particulares, y las cada vez mejores condiciones de las carreteras favorecían el transporte de mercancías en camiones. No se echó mucho de menos a estos trenes; de hecho, apenas hay referencias a su clausura en la hemeroteca de INFORMACIÓN, y los pocos artículos que se publicaron tenían tintes anecdóticos.

Una oportunidad perdida

Medio siglo después, no obstante, puede considerarse que su desaparición fue un error. De haber llegado a la democracia, las líneas de vía estrecha probablemente se hubieran traspasado a la Generalitat, como pasó con el Trenet de la Marina, y ahora podrían ser transportes modernos y eficientes, tal vez tranviarios en las zonas más urbanizadas. Quizá serían lentos, pero útiles para trayectos cortos y manteniendo la función de unir comarcas vecinas.

Estación de vía estrecha de Villena, clausurada en 1969 y en la actualidad abandonada.

Estación de vía estrecha de Villena, clausurada en 1969 y en la actualidad abandonada. / Antonio Teruel

Más aún llama la atención el cierre definitivo del ramal a Torrevieja: en octubre de 1986, un tren cargado de sal descarriló debido a que las lluvias de los días anteriores habían reblandecido el terreno y la vía se hundió al paso del convoy en el término municipal de Almoradí. INFORMACIÓN lo recogió en un breve. Fue la última circulación. Quizá se podía haber aprovechado la ocasión para modernizar y electrificar la infraestructura, y lo mismo con la línea de Alicante a Murcia, con la que el ramal empalmaba en San Isidro.

Antigua estación de tren de Torrevieja, reconvertida en sala de exposiciones.

Antigua estación de tren de Torrevieja, reconvertida en sala de exposiciones. / Tony Sevilla

Con ello se podría haber tenido un transporte de cercanías moderno que llegara a Torrevieja, en un momento en que la ciudad salinera ya tenía mucha actividad turística. Pero aquella oportunidad se dejó pasar; no se supo o no se quiso ver que aquel ferrocarril obsoleto y sin trenes de viajeros desde hacía tiempo pudiera tener una nueva vida, y se desmanteló. Sin embargo, su existencia hoy sería básica para la movilidad en gran parte de la Vega Baja.

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