Entrevista | José Guillem Misionero salesiano de Don Bosco

"En algunos países de África para que te operen hay que llevar el hilo de sutura y pagar por adelantado»

42 años de misiones lleva en África el salesiano José Guillem, primero en Mali y más recientemente en Togo, en los que tienen centros de acogida para niños de la calle y escuelas. Son países con sueldos de 100 euros al mes como máximo en los que hay que pagar toda atención médica por adelantado

El misionero voluntario de Manos Unidas José Guillem Rufí

El misionero voluntario de Manos Unidas José Guillem Rufí / Pilar Cortés

J. Hernández

J. Hernández

Guillem vino a Alicante por la campaña de Manos Unidas 2024 y para explicar algunas de las experiencias en tierras africanas. 

¿Realmente lo que piden las ongs llega a su destino?

Las cifras que presenta Manos Unidas son que el 85-90% de lo que se recauda va a los países de África, América o Asia. He estado trabajando con al menos ocho proyectos, lo que supone muchos miles de euros; y no solo en proyectos de construcción, hay también de ayuda a la gente. Tenemos en Togo varios centros de acogida para niños de la calle que huyen de casa por malos tratos, problemas familiares, que hacen muchos kilómetros para llegar a la ciudad. Hay tres centros, dos para chicos y uno para chicas, y son más de 50. Hay que darles de comer, vestido, ayudarles con material escolar, pagarles la escolaridad. La vida completa de más de 50 personas es mucho gasto. También tenemos una escuela de lo que sería aquí ESO y bachiller. Las familias colaboran algo pero no todo lo que se gasta.

¿Y las escuelas estatales?

Allí las escuelas del Estado no son suficientes, aunque la ley dice que todos los niños hasta los 16 años por lo menos han de ir a la escuela. Manos Unidas está ayudando en la construcción de aulas para poder aumentar el número de alumnos. Esto supone incrementar el número de profesores y hay que pagarles. También la luz y el agua que se saca de los pozos con electricidad. En el centro de acogida hay chavales de 4 a 17 años que han huido de casa. En los colegios normalmente tienen entre 14 y 20 años y en algunos centros de FP los hay de 23 y 24 años.

¿Ha mejorado la vida en estos países en 42 años?

La gente mejora, no solamente desde el punto de vista material, también el espíritu, la forma de ser y de trabajar cambia. Manos unidas nos ha ayudado mucho para crear talleres. Los chicos se juntan en grupos, crean su trabajo. Esos jóvenes tienen sus familias. Si hay 50 talleres son ya cientos de personas que mejoran su vida y no solo en lo material. Al mejorar el trabajo y la vida va cambiando la forma de pensar y de vivir. Cuando llegué veía al marido que si trabajaba tenía su salario y decía que era para él porque lo había ganado él y que la mujer que se apañara con los hijos. Ya no es así.

"Los niños allí son muy diferentes a los occidentales, no solo en el sentido económico y en el vestido. Son mucho más fáciles, mucho más sencillos, no tienen los prejuicios que aquí tenemos"

¿Cómo son los niños allí?

Son muy diferentes a los occidentales, en el sentido económico, en el vestido, pero son mucho más fáciles, mucho más sencillos, no tienen los prejuicios que aquí tenemos y que nos da la televisión sobre una vida fácil. El chico no puede pensar que va a llegar a casa, va a abrir el grifo y se va a duchar. Eso no existe. La mayor parte de las casas no tienen agua a corriente. Como mucho, un grifo en la casa para todos.

Otra imagen del misionero de Manos Unidas

Otra imagen del misionero de Manos Unidas / Pilar Cortés

¿No son niños de pantallas?

Hay bastante gente que tiene móvil y televisión. La gente que viene en patera viene por las telenovelas que provocan un falso concepto de lo que es la vida. Ven que la gente tienen de todo y casas inmensas. Y se dicen yo también quiero tener esto. Se gastan un dineral para venir aquí. Los negociantes, las mafias que organizan los viajes, piden alrededor de 2.000 euros, allí es muchísimo dinero. Tienen que atravesar el desierto, llegan a la playa, les montan en una barcaza, les quitan todo lo que pueden llevar en los bolsillos, dinero, documentos, todo. Les prometen que les llevan a París y luego llegan a una playa del sur de España o de Italia y en una bolsa de plástico les echan la documentación pero no les dejan nada de dinero. Cuando llegan preguntan a la gente si no están en Francia y les dicen que para llegar allí les quedan 1.500 kilómetros. ¿Cómo van a hacer el viaje sin dinero? Tienen que ir hasta el Pirineo y atravesar la península haciendo pequeños trabajos, ganando cuatro perras, comiendo como pueden. 

"Les prometen que les llevan a París y luego llegan a una playa del sur de España o de Italia y en una bolsa de plástico les echan la documentación pero no les dejan nada de dinero"

¿Cuál es el sueldo medio?

En Mali he estado más de 30 años. Es uno de los primeros productores de algodón, además de muy buena calidad, pero los agricultores no ganaban apenas nada. Ahora han cambiado algunas cosas y están ya ganando un poco de dinero y pueden vivir. Allí el salario está entre 90 y 100 euros al mes. La gente no vive tanto de ir al supermercado como de lo que ellos cultivan. Para completarlo trabajan el algodón y ya tienen un fondo que les permite llevar a los hijos al colegio y una economía en caso de enfermedad, porque allí no hay seguridad social que les pague ni las visitas ni los médicos.

¿Cómo es allí la sanidad?

La gente tiene que apañarse y si quieres que la persona que llevas al hospital sea atendida tienes que pagar por adelantado. Una operación de las más simples, una apendicitis, te puede costar 100 euros, el salario de un mes. Hay que pagar al hospital los medicamentos que hacen falta o llevar lo necesario para el preoperatorio o la cirugía, incluso el hilo de sutura. En Mali llevé al hospital a un chico del internado con dolores terribles. Decían que era una apendicitis y que había que operar enseguida. A mitad de la operación salieron a decirme que tenía que llevar más hilo para coser la herida. Son situaciones un poco graves. 

¿No interesa que se desarrollen los países africanos?

 A Europa no le interesa que se desarrollen. El bloqueo principal está ahí, aunque no nos guste oírlo. Es el egoísmo de los industriales europeos y americanos que bloquean el desarrollo de África. No solo necesitan aprender un oficio, también necesitan una tecnología. Las escuelas de formación profesional hay que acompañarlas con técnicos o fábricas en las que se pueda apoyar. Ellos ven en la televisión modelos que no pueden hacer porque no tienen las máquinas necesarias para poder hacerlo. Una cosa que no quieren oír nuestros gobernantes europeos es que no solo es enseñarles un trabajo, sino darles la tecnología necesaria para que puedan emplearlo y puedan hacer que el país donde ellos están se desarrolle. Se dan cuenta de que los africanos son muy inteligentes. Crean sus empresas de teléfonos móviles y durante el covid fabricaron una bombona para repiradores. Fue en Togo, algo simple pero que ayudó a mucha gente.

"No solo necesitan aprender un oficio, también necesitan una tecnología. Las escuelas de formación profesional hay que acompañarlas con técnicos o fábricas en las que se pueda apoyar"

¿Qué planeta estamos dejando a los jóvenes?

Estamos dejando a los niños y jóvenes un planeta caduco que va a la catástrofe. Cada vez que se reúne la cumbre del clima, dan largas al asunto. La mayor parte de los países que niegan el cambio climático son los que no quieren cambiar su sistema porque cuesta mucho dinero. Estamos contaminando mucho más de lo que el planeta soporta, aparte de la destrucción de la masa arbórea con los incendios forestales, con la cantidad de árboles que se están cortando en la Amazonia y otros sitios para tener madera de construcción o sacar petróleo. Para tener oxígeno necesitamos árboles. Si no, ¿cómo vamos a respirar?