Juan Carlos García, superviviente de cáncer de páncreas: "He tenido suerte, no sé por qué me ha tocado vivir"

Este alicantino superó hace 12 años uno de los tumores más letales del que solo son operables el 20 % de afectados y del que apenas el 8 % supera los 5 años tras el diagnóstico

Juan Carlos García Calvo, sobreviviente de cáncer de páncreas, este miércoles en el Club INFORMACIÓN

Juan Carlos García Calvo, sobreviviente de cáncer de páncreas, este miércoles en el Club INFORMACIÓN / Pilar Cortés

J. Hernández

J. Hernández

Los ojos amarillos que tenía Juan Carlos García Calvo llamaron la atención de su mujer, tanto que le convenció para ir al hospital. Una biopsia confirmó que tenía cáncer de páncreas, una enfermedad a la que sobrevive apenas el 8% de pacientes diagnosticados más allá de 5 años. Su caso es una excepción. Tras 12 años y más de veinte TACS de control sigue estando aquí para contarlo. "He tenido suerte. No sé por qué he sido al que le ha tocado vivir", ha afirmado este jueves en el Club INFORMACIÓN en su intervención en la jornada sobre el X aniversario de la Carrera de las Ciudades contra el Cáncer de Páncreas.

"Mi historia comenzó el 28 de febrero de 2012. Nos levantamos mi mujer y yo, y fuimos a desayunar. Ella paró y se me quedó mirando y me dijo: tienes los ojos amarillos. A mí no me dolía nada ni tenía ningún síntoma. Fuimos al baño y allí no se apreciaba. Al volver al salón, con luz natural, me volvió a decir: sí, sí, tienes los ojos amarillos y nos vamos al hospital". De camino al trabajo pararon en Urgencias "y el médico le dijo a la enfermera que le pusiera una vía y desde entonces he visto muchas". El médico también le dijo que estaba "amarillo, muy amarillo, tenía unos valores muy altos de bilirrubina, estaba una barbaridad de alta".

"Mi historia comenzó el 28 de febrero de 2012. Nos levantamos mi mujery yo, y fuimos a desayunar. Ella paró y se me quedó mirando y me dijo: tienes los ojos amarillos"

Ecografía

Hasta tal punto que le dejaron ingresado y al día siguiente le hicieron una ecografía. "No encontraron nada. Me hicieron una resonancia o un TAC, no recuerdo y comentaban si podía ser una piedra pero no me dolía nada. Me practicaron una biopsia y seis días después el cirujano entró y me dijo: tienes un tumor en el páncreas. Mañana te operan. Me quedé en shock y le pedí al médico si podía fumarme el último cigarro pues me fumaba tres paquetes al día".

"Me practicaron una biopsia y seis días después el cirujano entró y me dijo: tienes un tumor en el páncreas. Mañana te operan"

Juan Carlos García señala que tenía un tumor de dos centímetros y que su suerte fue que le obstruyó el conducto de la bilis y se puso amarillo, "por eso me lo cogieron temprano, si no, sería uno más en la estadística". Tras la operación (solo lo son un 20 % de los casos) pasó una semana y media en la UCI; y mes y medio en el hospital. Allí, confiesa, dejó de fumar después de toser y que viera "flemas negras".

Quimioterapia

En su caso, la quimioterapia, contrariamente a lo que suele ocurrir, le daba hambre. "Me tenían que subir un pepito de ternera mientras había pacientes al lado vomitando". La radioterapia fue más dura para él y no podía tenerse en pie en el autobús, por lo que se desplazaban en taxi ya que su mujer no conducía. "A partir de la sesión 15 me temblaban las piernas", recuerda.

"Me tenían que subir un pepito de ternera mientras había pacientes al lado vomitando"

Le realizaron pruebas mensuales los primeros cinco años y han pasado otros siete. "He tenido suerte. Si no hubiera sido por los grandes profesionales médicos y el cirujano que me operó no estaría aquí. Para eso se necesita mucha investigación y conocimiento", ha concluido su testimonio apelando a la inversión en ciencia para avanzar en la lucha contra uno de los tumores más letales.