Narraciones extraordinarias

El escritor y crítico valenciano Eduardo Almiñana de Cózar nos presenta Uzumut, una novela fragmentaria muy hopperiana

Eduardo Almiñana de Cózar

Eduardo Almiñana de Cózar

Eduardo Boix

La vida y la literatura van unidas por un hilo muy fino. Es una unión casi invisible, y pocas veces podemos distinguir la una de la otra. Ficción y realidad se mezclan y los autores las usan como herramientas en las que apoyar sus historias. A lo largo de la historia de la literatura, esto ha ocurrido en cada lugar del planeta. El arte de contar historias es algo universal que nos ayuda a entendernos y a comprender el mundo que nos rodea. Muchas veces esa dualidad realidad/ficción nos empuja al conocimiento o la exploración del microcosmos en el que nos movemos, y ese es el punto en el que la literatura despliega su conocimiento.

Uzumut, de Eduardo Almiñana de Cózar, publicado por Osadía Ediciones con prólogo de Pilar Pedraza, son relatos donde realidad y ficción se entrelazan para contar una historia. Eduardo nos ofrece un muestrario de veintisiete piezas que forman un puzle. Como si fuera una novela de Julio Cortázar, Uzumut se puede leer bien como relatos independientes o como una novela fragmentaria donde el factor humano está muy bien desplegado. Almiñana, con su primera obra de ficción, nos demuestra que es un gran contador de historias.

Podríamos decir que este libro es como una serie de cuadros de Hopper que se despliegan en forma de palabra. Si Almiñana fuera pintor, retrataría el alma humana como nadie. Su prosa, directa pero poética y con ritmo interno, se sumerge en la condición humana. No son simples relatos, hay algo más. Eduardo ofrece profundidad en su literatura, hay un mundo interior que se vislumbra en cada frase, en cada párrafo, algo que surge de las entrañas y ve la luz en los escritos. Lo indica el prólogo de Pilar Pedraza: «Las veintisiete piezas de Eduardo Almiñana que componen Uzumut no son cuentos cuánticos, ni siquiera cuentos: son textos filosóficos tan pronto breves y cortantes como elegantes historias con aspecto de ciencia ficción, numerados de forma que una los lee con creciente fruición desde el momento en que, llegada al tercero, cae como una novia gótica en brazos del autor susurrando: ‘Llévame a donde quieras aunque no tengamos más que noventa y siete segundos’».

Eduardo Almiñana de Cózar  Uzumut   Osadía Ediciones   106 páginas / 15 euros

Eduardo Almiñana de Cózar Uzumut Osadía Ediciones 106 páginas / 15 euros / INFORMACIÓN

La literatura de Almiñana bebe de Cortázar, como hemos indicado anteriormente, pero también de Lem y de Ballard, donde el individuo se enfrenta a un destino incierto y no hay seguridad en las acciones, tan solo se deja llevar. Uzumut ha sido una sorpresa. Hay tantas lecturas en este libro como el poso que han dejado a Eduardo. Antes hemos hablado de pintura y no sería descabellado decir que estamos ante un Edward Hopper de la literatura. Como nos enseñó Ernest Hemingway en su teoría del iceberg, es más importante lo que no se cuenta que lo que se cuenta, el sustrato, todo aquello a lo que no damos voz o no mostramos de forma clara es lo que nos cuenta la historia. Lo que omitimos es lo verdaderamente importante, ahí es donde se descubre la pericia del escritor.

Podríamos decir que estamos ante una de las novelas del año. Almiñana ha esperado el tiempo necesario para darnos su primera obra. Siempre escondido o agazapado en la labor de crítico, ha desplegado sus dotes de narrador de forma muy notable. Pero es que Eduardo Almiñana es, ante todo, un observador y un pensador. El catalizador de lo que le rodea para darle voz. Estamos ante la primera obra de un autor que dará mucho que hablar. Un narrador de raza, el germen de lo que será una productiva carrera. Esperamos ya su siguiente novela.