Un último suspiro festero en Crevillent

Desde la parroquia de la Trinidad a la de Belén, Crevillent vivió ayer como un último suspiro sus fiestas patronales, en honor a San Francisco de Así, el gran protagonista de una jornada dedicada al fervor religioso que ponía el broche final a las actividades organizadas por la asociación en colaboración con el Ayuntamiento. Las doce comparsas homenajearon al santo por la mañana, con la ofrenda floral y las festeras entregando sus ramos.

Diana

A mediodía hubo misa festera cantada. Y por la tarde, con el traslado de la imagen, portada por un representante de cada comparsa, con trajes de diana, en un acto en el que solo participan, como es tradicional, hombres y todos los cargos festeros de ambos sexos.

Desde el Ayuntamiento destacaron ayer la falta de incidencias graves y el buen recuerdo que dejan los actos en el municipio, amén del gran número de visitantes y turistas que se han acercado para presenciar los desfiles, uno de los momentos álgidos de unas fiestas que desde 2017 ostentan la declaración de Interés Turístico Internacional.

Luces

Fue el de ayer un traslado lento y sentido, con cientos de vecinos arropando a la procesión en la que participaron también las autoridades locales. Las luces de última hora de la tarde prácticamente dejaban en penumbra el traslado mientras el santo recorría las calles con solemnidad.

Al finalizar, un castillo de fuegos artificiales y la interpretación del Himno a La Festa puso un broche de honor a los festejos de 2023 que ya son historia. Desde hoy se preparan ya los del próximo año.