Son las 22 horas de un día a mitad de semana del mes de julio. La playa de Levante de Benidorm es un hervidero de turistas y en las terrazas de bares, restaurantes, heladerías u ocio nocturno no cabe un alfiler. Una estampa más típica del fin de semana que en plena temporada estival se repite otros días. La llegada de la noche es el momento en que los visitantes que pasan sus vacaciones en Benidorm aprovechan para consumir en los negocios hosteleros, aunque este verano el gasto medio está siendo más bajo que el de otros años.
Entre otras razones, porque todo ha subido, desde los precios de los propios negocios a otros gastos como la gasolina o la luz que hace que salir a "tomar algo" se haga con más contención. Así, en Benidorm, el sector ha subido de media un 5% los precios de sus cartas.
Aún así, según explicó a este diario Álex Fratini, de la Asociación de Bares, Restaurantes y Ocio Nocturno de Benidorm (Abreca), las noches están dejando un consumo "tres veces mayor que el que se hace a mediodía" y se han convertido en el momento "estrella del verano" que arranca a partir de las 20 horas, cuando muchos ya han disfrutado de un día de playa o de ocio. Todo ayudado por el calor sofocante de los últimos días que se traduce en menos gente en las horas centrales del día.
"A la hora de la cena es cuando más se sale, la hora de las comidas ha bajado mucho", añadió Fratini. Y así lo corrobora cuando se echa un vistazo a las zonas más turísticas de la ciudad. En plena playa de Levante, muchos negocios tienen cola cuando cae el día para conseguir una mesa y en lugares emblemáticos de la ciudad esa imagen se repite. "A mediodía está siendo más flojo que por la noche", añadió. Pero además "se suelen concentrar todos los clientes en el mismo momento". Porque en pleno julio, a mediodía se está optando más por "quedarse en apartamentos u hoteles" o incluso comer en la playa.
Por las noches, las reservas crecen en la mayoría de establecimientos. Pero no ocurre por igual en toda la ciudad sino que es más llamativo en las zonas que frecuentan más los turistas. Conseguir una mesa entre las 21 o las 22 horas es casi imposible en algunos casos. Otros optan por cenar más tarde para poder conseguir un espacio o un poco más de tranquilidad.
Con todo, el sector hostelero de la capital turística tiene ya puesta la vista en la segunda quincena de julio. La previsión es que "sea mucho mejor que la primera" y que el consumo vaya subiendo según avancen las semanas y se entre en agosto. "Normalmente las ventas aumentan entre un 5 y un 10% más que las primeras dos semana de este mes", indicó Fratini.
Aunque julio ya está siendo bueno sobre todo porque los ingleses han sido los turistas estrellas este mes; aunque a partir de la segunda quincena empieza a bajar la afluencia de este mercado turístico en la ciudad. Y, ¿en qué consumen más los ingleses? Pues sus tickets medios en un restaurantes son bastante superiores a los del turista nacional. Empezando por el desayuno. Un "English Breakfast" puede oscilar entre los 8 y 10 euros mientras que el tradicional que un turista nacional consume en los negocios ronda los 3 euros. A todo ello se añade el consumo que realizan a lo largo del día en locales de ocio o en comidas o cenas. "El ticket medio del turista ha bajado, pero el de los ingleses es más alto", aseguró Fratini.
Nuevos hábitos
Pero, ¿ha cambiado la forma de consumir en los negocios por parte de los turistas? Pues además de que se gasta menos en una comida o cena, también se está registrando un aumento de la comida para llevar "in situ" o a través de aplicaciones de reparto. Así lo confirman desde Abreca quienes explican que "está aumentando mucho el servicio de 'Delibery', tanto de día como de noche". Es decir, aquellos que deciden comer o cenar en casa y que les llegue la comida desde un establecimiento hostelero que tenga este servicio. Fratini indicó que el incremento se nota más en "días de conciertos o festivales", cuando los visitantes quieren permanecer en casa para coger fuerzas para estos eventos.
Y entre todo lo curioso, Fratini destacó que hay un patrón que se repite en los últimos días: "Ha aumentado mucho el consumo de agua en los negocios, sobre todo de peticiones de vasos para refrescarse". Algo que llama la atención del sector ya que no habían registrado una costumbre así antes. Quizá sea porque el calor aprieta y no hay nada como refrescarse.
