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Hostelería y comercio de Benidorm reducen horarios o cierran alguna jornada ante la falta de personal

Ambos sectores necesitan más de 4.000 trabajadores para este verano | El alto precio del alquiler lastra la llegada de una parte de los profesionales

Un cartel anuncia una vacante en una tienda de ropa de Benidorm. David Revenga

La temporada estival ha comenzado. Los próximos tres meses serán clave en la actividad turística tras dos años marcados por la pandemia. Los visitantes llegarán a Benidorm a pasar sus vacaciones, llenarán terrazas de bares y comprarán en los negocios. Sin embargo, la hostelería y el comercio de la capital turística se enfrenta a un problema que no han tenido ningún verano: la falta de profesionales para cubrir las plantillas los próximos tres meses, los más fuertes del año. Así, ambos sectores calculan que hacen falta más de 4.000 personas para cubrir la demanda de trabajadores. Un trámite que se está volviendo complicado.

En Benidorm, los negocios de hostelería y comercio no habían encontrado nunca problemas para contratar profesionales en verano. Algo que este año está siendo casi misión imposible y que comenzó a notarse con la llegada de la Semana Santa. Desde la Asociación de Bares, Restaurantes, Cafeterías y Ocio Nocturno (Abreca) calculan que en la hostelería hacen falta cerca de 3.000 personas para cubrir las vacantes en la ciudad ahora mismo a pesar de que se ha contratado personal en los últimos meses. Para el comercio, harían falta entre 1.500 y 2.000 personas, según los datos de Aico (Asociación de Comerciantes de Benidorm).

¿Qué consecuencias directas tiene esa falta de personal en los negocios? Para comenzar que haya establecimientos que no puedan abrir todos los días, algo que "no había pasado nunca", indicó a este diario Álex Fratini, miembro de Abreca y empresario de la hostelería. "Hay bares y restaurantes que están cerrando un día a la semana y eso en verano nunca ha pasado", añadió. La razón no es otra que "con la plantilla que tienen ahora mismo algunos negocios no se pueden ajustar los días libres de todos". Otros, por ejemplo, han decidido reestructurar mesas o cerrar una parte de los locales algunos días para poder hacer frente a la demanda.

Es el caso de Pablo González, empresario de la hostelería. En su negocio siempre ha tenido personal suficiente para atender la demanda y tener abierto todos los días de la semana en verano con varios turnos. "Este verano voy a cerrar los miércoles", explicó a este diario. Su negocio necesitaría "3 o 4 personas más" para no cerrar un día a la semana y poder cumplir con los horarios. A eso se suma una plantilla ajustada que "si falta alguno tendría que cambiarlo todo".

Algunos bares y restaurantes han comenzado a cerrar un día a la semana, algo que no han hecho ningún verano. David Revenga

Pero además, los propietarios están viendo incrementado el trabajo unido "al estrés y la ansiedad que genera no llegar a todos y poder ofrecer un buen servicio a los clientes". Desde el sector apuntaron que "hay mucho en juego" y más tras dos años de muchas complicaciones por la pandemia. "El verano va a ser muy bueno para la hostelería, igual o por encima de 2019, pero esto nos pone trabas", indicó González.

Entre los problemas que están encontrando los empresarios está que aquellos con los que contactan para hacerles una entrevista para un puesto de trabajo "no se presentan" a la cita. González explicó que "hoy jueves he quedado con dos y no se han presentado; ni siquiera han preguntado por las condiciones o el sueldo". Así, con la falta de personal, una de las razones podría ser que hayan encontrado trabajo más rápido en otro local. Con todo, Fratini explicó que "en este periodo se recibían antes 10-15 currículums diarios por local; ahora se ha pasado a dos a la semana". Incluso echan mano del boca a boca: cuando se contrata a un trabajador se pregunta si conocen a más personas para ocupar puestos.

Pero, ¿cuál es la razón de esa falta de personal? El sector hostelero apunta a varias cuestiones. "Creo que por una parte ha sido un problema mediático que ha causado un efecto rechazo", explicó Fratini. Por ejemplo "se ha hablado de las malas condiciones para los camareros y en la gran mayoría de los casos no son verdad", indicó. El responsable de Abreca explicó que "hay mucho intrusismo de empresarios que están haciendo una competencia desleal y se mancha el nombre del sector. Sí hay gente que lo hace mal, no solo con los trabajadores, sino en general, y eso nos afecta a todos".

Un camarero en una terraza de un negocio de Benidorm. David Revenga

En ese "intrusismo" apuntan que están aquellos que no cumplen con los horarios o contratan a personas "que no tienen papeles". Con todo, el empresario indicó que son los menos porque en Benidorm "trabajamos según el convenio colectivo". Así, un empleado de la hostelería puede cobrar un sueldo neto al mes de 1.200 euros, según Fratini, al que se le añaden las horas extras u otros complementos además de las propinas "que pueden ir de los 100 a los 300 euros a la semana". Así que lo que reclaman a las autoridades es "más inspecciones" porque aquel que no cumple porque "hace daño a todo Benidorm".

Otra de las razones sería el alto precio de los alquileres. Antes de la pandemia, muchos aprovechaban la temporada estival para trasladarse a la ciudad y trabajar los meses más fuertes de actividad. Ahora, "perfiles muy buenos que nos han llegado por el portal de Benijob han rechazado trabajo por no poder encontrar un sitio para vivir asequible". Porque con la llegada del verano "no se alquilan viviendas por poco tiempo y además los precios son de alojamiento turístico", así los camareros o cocineros no les pueden hacer frente. Encontrar una habitación, ya no una vivienda entera, a un precio reducido es una tarea casi imposible.

Menos horas de apertura en comercios

El problema de la falta de personal era hace solo unos meses cosa de la hostelería. Pero con la llegada del verano, los comercios de Benidorm se enfrentan al mismo problema. En tiendas del centro de la ciudad se pueden ver en las puertas y cristaleras carteles de "se busca dependiente/dependienta".

Un cartel ofrece trabajo en un negocio de Benidorm para cubrir horarios. David Revenga

Todo porque, como ocurre en los bares, no se han podido cubrir todas las vacantes para la temporada estival. El presidente de Aico, Raúl Parra, indicó que la entidad calcula que hacen falta entre 1.500 y 2.000 empleados en la ciudad para la temporada para poder cubrir las vacantes.

Y, ¿qué provoca esta circunstancia? Pues también cambio de horarios y una gran carga de trabajo. Muchos empresarios están reduciendo los horarios de apertura: "Había negocios que en verano abrían hasta las 12 de la noche y ahora no pueden hacerlo por falta de personal", apuntó. Porque los meses de más calor, el comportamiento de los consumidores es distinto y las horas de comprar se trasladan a las últimas horas de la tarde. "Se sale a comprar más tarde, a partir de las 19 o las 20 horas", lo que hace que ahora las tiendas se replanteen los horarios. "Hay una sobrecarga de trabajo bestial, tanto para los propietarios como para aquellos empleados que tenemos", indicó Parra. Por lo que esperan poder "ir descongestionando" la situación y encontrar trabajadores para este verano.

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