Primera prueba superada. El corte de tráfico del tramo alto de la avenida de Beniardá, el principal acceso norte a Benidorm, por el inicio de las obras de soterramiento se ha estrenado con tráfico bastante fluido y menos atascos de lo esperado en las primeras horas de hoy, cuando se preveía una circulación muy complicada al coincidir la llegada de mucha gente que reside en urbanizaciones o en otras localidades para trabajar en la ciudad o llevar a sus hijos al colegio.

El cierre de este vial, desde la rotonda de Cruz Roja hasta la calle Capitán Cortés, se produjo pasada la medianoche y permanecerá cortado, al menos, durante los 10 meses que está previsto que duren las obras que ejecuta Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana para salvar el paso a nivel del TRAM en este tramo.

Las rutas alternativas habilitadas por el Ayuntamiento, de las que se lleva semanas informando, y la previsión de muchos conductores, que han salido antes de casa para no llegar tarde a sus destinos, ha hecho que esta mañana las entradas a la ciudad desde la CV-70 o la N-330, tanto hacia Poniente como hacia Beniardá, fuesen bastante fluidas, al llegar los vehículos de forma más escalonada que otros días.

El punto donde el tráfico ha sido más complicado ha sido el acceso a Benidorm por Levante, en la avenida de la Comunidad Europea, donde confluyen los vehículos que llegan desde la AP-7, la N-332 y los que se han desviado desde Beniardá por la vía de servicio que desemboca en el Palacio de Justicia, y donde está ubicado el complejo escolar del Salto del Agua y servicios como la estación de autobuses, el parque de Bomberos o el Palay d'Esports. Allí, se han registrado algunas retenciones en las primeras horas, sobre todo al inicio de la jornada escolar.

El concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, ha destacado "el buen funcionamiento" de la ciudad en estas primeras horas y ha confiado en que esta primera experiencia se mantenga durante toda la jornada.