Aigües d’Altea gestionará el servicio de agua potable y alcantarillado de la urbanización Altea Hills

El pleno del Ayuntamiento soluciona un problema arrastrado desde hace casi 50 años con la concesionaria de estos servicios en la sierra de Altea | En 2021 se evitó la fuga de 145 millones de litros de agua en las urbanizaciones La Mallà y Mascarat

Votación en el pleno de Altea.

Votación en el pleno de Altea.

Problema solucionado para los servicios de suministro de agua potable y alcantarillado en la lujosa urbanización Altea Hills, ubicada en los polígonos La Mallà y El Mascarat de la sierra de Altea que forman parte del Plan Parcial El Áramo iniciado por Luis Campomanes en los años 70 de siglo pasado.

La corporación municipal de Altea ha aprobado por unanimidad en su sesión plenaria de marzo la integración definitiva de la gestión del agua y alcantarillado de La Mallà y El Mascarat en el servicio municipal de agua, por lo que será la actual concesionaria de estos recursos hídricos en el municipio, Aigües d’Altea, quien asumirá dichos servicios en estos polígonos, conocidos en conjunto como Altea Hills, excluyendo con ello a Aguas Potables de Bèrnia, SA. (Apobersa), concesionaria de los servicios hídricos en las urbanizaciones de El Áramo desde hace medio siglo, abasteciéndose exclusivamente de pozos de la zona.

En la sesión plenaria, el concejal de Infraestructuras y Ciclo Hídrico, Diego Zaragozí, ha indicado que “este proceso de cambio de concesionaria del servicio de abastecimiento de agua y saneamiento en La Mallà y El Mascarat, lo que ahora se conoce como Altea Hills, viene de largo, exactamente desde el año 2014, y está fundamentado en la deficiente gestión del servicio público y defectuoso mantenimiento de las redes que prestaba Apobersa, concesionaria en dichos ámbitos”.

Durante el pleno, el edil ha explicado que “hay antecedentes que propiciaron el rescate por parte del Consistorio en agosto del 2019. Año en que se constatan grandes pérdidas de los recursos hídricos y sobreexplotación de los acuíferos, con un rendimiento de la red del 40 por ciento aproximadamente, por lo que había claramente unas pérdidas del 60 por ciento de agua suponiendo con ello un despilfarro de los recursos hídrico, además de los consiguientes episodios de salinidad del agua y, en consecuencia, declaraciones de no potabilidad”. Con todo ello, el pleno del Ayuntamiento “acordó el 1 de agosto del 2019 asumir la prestación del servicio e iniciar los trámites para la integración de estas urbanizaciones en el contrato municipal del agua. Una integración que ahora se ha hecho efectiva con la aprobación plenaria definitiva para que la gestión sea llevada por Aigües d’Altea”, según ha aseverado Zaragozí.

Acabado el pleno, Diego Zaragozí ha explicado al este diario que “aunque en 2014 empezó el Ayuntamiento a querer anularle la concesión a Apobersa, tal como he dicho en mi intervención, el problema con esta empresa viene de más lejos. Prácticamente desde que empezaron a gestionar el suministro de agua y alcantarillado bajo el paraguas de Campomanes a finales de los 70, cuando el Ayuntamiento ya quería que Apobersa cediese las instalaciones al Consistorio y que formasen parte de la red de aguas potables del municipio”.

El edil ha dado un “repaso histórico hacia atrás en el tiempo” sobre la problemática “del servicio de suministro de agua potable en las urbanizaciones ubicadas en la sierra de Altea”. Así, ha recordado como en el segundo semestre de 2021 “conseguimos evitar la fuga de 145 millones de litros de agua en las urbanizaciones de La Mallà y Mascarat, que forman el conjunto de Altea Hills, tras realizar Aigües d’Altea, con un presupuesto de 248.179 euros, 159 actuaciones de reparación de fugas en las tuberías de abastecimiento y de eliminación de tapones de cal, además de instalar un sistema de telemando y telecontrol sobre la infraestructura hidráulica del abastecimiento y contadores sectoriales en la salida de los depósitos”.

El concejal ha continuado recordado como a mediados de enero de 2017, “el Síndic de Greuges envió un escrito al Ayuntamiento de Altea instándonos a que adoptásemos todas las medidas que fuesen necesarias para recepcionar la red de abastecimiento de la urbanización Altea Hills y garantizar una adecuada prestación del servicio público obligatorio de suministro domiciliario de agua potable, ante las continuas denuncias de insalubridad de las aguas que recibían los vecinos de estas urbanizaciones por parte de Apobersa”.

Ha seguido evocando como “en 2015, cuando entramos a gobernar el Ayuntamiento, conocimos informes sanitarios de 2013 y 2014 en lo cuales se denunciaba que Apobersa no tenía un programa de gestión y autocontrol del abastecimiento, carecía de un registro de incidencias, de un plan de muestreo, de mantenimiento de las instalaciones o de un plan para su limpieza y desinfección”, y ha destacado que “dichos informes” indicaban que “los contenedores y depósitos del agua potable desde los que la empresa concesionaria del Plan Parcial El Áramo abastecía a las urbanizaciones de lujo de la sierra de Altea, estaban semienterrados por lodos y vegetación, condensaciones por aireación insuficiente, corrosión de elementos metálicos, filtraciones, falta de limpieza periódica y láminas de agua con flóculos”. Todo ello, según ha informado el concejal, “fue muy grave y negligente puesto que a pesar de saberlo Apobersa, no lo puso en conocimiento de la autoridad sanitaria ni del Ayuntamiento, que es a la postre el responsable de asegurar que el agua suministrada a través de cualquier red de distribución sea apta para el consumo humano”.

Finalmente, Diego Zaragozí ha aseverado que todas estas deficiencias “fueron una suma de malas actuaciones que comenzaron en los años 70 del siglo pasado y que llegaron, incluso, a poner en riesgo la salud de los grupos de población sensible que, sin conocimiento, hubiesen bebido o utilizado el agua para la preparación de alimentos. Afortunadamente, lo hemos parado y por fin el servicio de agua potable y alcantarillado en estas urbanizaciones, gestionado indebidamente en manos privadas sin que nadie controlara a la empresa que inyectaba el agua subterránea que extraía de sus pozos en una red privada, será gestionado por el Ayuntamiento a través de la concesionaria municipal Aigües d’Altea”.