Benidorm, verde y azul: Un destino para todo el año

Benidorm es sinónimo de felicidad. Y también de sostenibilidad en su concepción más amplia: ambiental, económica y social. El destino más excepcional del Mediterráneo es verde y es azul, y trabaja día a día para consolidar esa sostenibilidad avanzando hacia la neutralidad climática de la actividad turística.

Porque el turismo genera y distribuye riqueza, crea y fija empleo, abre horizontes, produce bienestar físico y mental, apela a las emociones… Y puede hacer todo eso sin impactar en el territorio. Benidorm es la prueba.

Con cerca del 60% de su término municipal protegido, Benidorm tiene en sus tres playas urbanas (Levante, Poniente y Mal Pas) y sus dos calas (Tio Ximo y l’Almadrava) un recurso natural extraordinario y un reclamo turístico en cualquier momento del año, gracias a un envidiable microclima que arroja una temperatura media de 19 grados.

Las de Benidorm son las únicas playas del litoral valenciano con servicios de limpieza y salvamento, biblioplayas y puntos accesibles operativos los 12 meses del calendario, en torno a las que vivir todas las experiencias que el destino ofrece al visitante: gastronomía, cultura, patrimonio histórico, deportes, música y festivales, parques temáticos, ocio diurno y nocturno.

A ese Benidorm azul, el que pintan la bahía y playas, se añade el Benidorm verde: el que configuran los impresionantes parques y parajes naturales de la ciudad. El Parque Natural de la Serra Gelada (el único marítimo-terrestre de la Comunitat Valenciana), la imponente Serra Cortina, el parque periurbano de El Moralet con sus más de un millón de metros cuadrados, los de Foietes y la Séquia Mare o los 100% urbanos de l’Aigüera y Elche constituyen las grandes superficies verdes, complementadas con una trama urbana cuajada de árboles y jardines que operan como oasis climáticos.

Ese Benidorm azul y verde, combinado con un diseño urbano cada vez más vanguardista e innovador, es un escenario perfecto para el turismo activo, en el que practicar infinidad de modalidades deportivas; para el turismo familiar, con multitud de opciones de ocio; para el turismo urbano, senior, joven, LGTBI+, «pet-friendly»… Hay un Benidorm para cada persona.

UN BENIDORM MÁS SOSTENIBLE

El diseño de Benidorm como ciudad vertical hace que su trama urbana busque el cielo sin consumir apenas suelo, dejando grandes espacios liberados para el ocio y el esparcimiento. Además de constituir por sí mismo un atractivo, el «skyline» de Benidorm, único en el Mediterráneo, es el más vivo ejemplo de edificación sostenible.

En consonancia con ese patrimonio natural y con su diseño urbanístico eficiente y respetuoso con el entorno, a lo largo de las décadas Benidorm ha ido implementando, a nivel público y privado, medidas para ahondar en la sostenibilidad ambiental. El sector alojativo fue pionero en incorporar medidas de ahorro de agua, en impulsar la energía fotovoltaica y renovable, en practicar la separación de residuos.

En paralelo, la inversión municipal ha sido constante en la red de abastecimiento de agua, que alcanza un rendimiento del 95%; en el empleo de agua regenerada para el baldeo y riego de zonas verdes; en la transición a la tecnología LED en el alumbrado; en la instalación de puntos de carga para vehículos eléctricos; en la peatonalización de calles y avenidas; o en la creación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE).

Todas estas medidas dan como resultado una ciudad cómoda y amable para descubrir a pie o en bicicleta a través de las numerosas rutas trazadas por la ciudad, de su frente litoral y de los más de un centenar de kilómetros de carribles bici, ciclovías, e incluso, 16 de ellos de ciclosenderos en el entorno de la Serra Gelada.

El despliegue actual y futuro de los planes de sostenibilidad turística «Benidorm DTI + Seguro», «Benidorm Visión 360» y «Verde Benidorm» van a seguir incidiendo en la sostenibilidad al invertir en las personas y en el entorno y al impulsar el turismo regenerativo con acciones de compensación de huella de carbono que propicien que la actividad turística no sólo sea neutra, sino que además aporte más valor. La plantación de árboles es sólo el primer estadio de una ambiciosa política de compensación.

Benidorm es turismo al más alto nivel y con el mínimo impacto, porque la sostenibilidad estuvo en el origen de la ciudad y el destino, como está en su presente y lo estará en su futuro.