Así se prepara la UME en Callosa d'en Sarrià para afrontar una posible situación de emergencia

Una rotura de la presa de un pantano, un rescate en una zona de difícil acceso o un incendio forestal que amenaza con arrasar toda la montaña. Solo son situaciones ficticias pero que se podrían dar en un territorio y para la que toco tiene que estar coordinado el milímetro para afrontar una catástrofe. Para cualquier de ellas se prepara estos días el Batallón de Transmisiones de la Unidad Militar de Emergencia (UME) en Callosa d'en Sarrià donde han llevado más de un centenar de militares a realizar prácticas sobre el terreno.

Las maniobras de la UME se han realizado durante toda la semana en el municipio donde los vecinos han podido ver vehículos verdes y rojos de todo tipo circulando por sus calles y apostados en el polideportivo municipal. El ejercicio que se realiza estos días recibe el nombre de “BETA BTUME I/24” y la finalidad es adiestrar a sus unidades en el planeamiento y ejecución de una maniobra de Telecomunicaciones e Información (CIS) durante una situación de emergencia de interés nacional.

Esas situaciones de emergencia son las que se establecen en el nivel 3 y en las que se requiere la presencia de la UME, según explica Pedro Vicente Gregori Such, teniente coronel jefe del Batallón de Transmisiones. Y, ¿en qué se traducen en el terreno? El miembro de la UME indica que "simulamos una búsqueda o rescate o la rotura de la presa de un pantano y una inundación". Escenarios que en la zona de Callosa d'en Sarrià y los alrededores, como el embalse de Guadalest, pueden realizarse de la mejor manera: "La zona da mucho juego para ello. Se junta mucho escenario que se puede dar en una catástrofe". Por ejemplo, con la zona de l'Algar o las grandes montañas de alrededor y de la comarca, según explica Gregori que, además, es natural del municipio callosino, por lo que conoce a la perfección toda el área.

Cuando se produce una de estas situaciones, la UME debe ser "requerida" por la comunidad autónoma donde se produzca y cuando se eleve el nivel de emergencia. En el caso de ser así, se inicia el despliegue del puesto de mando del general Jefe de la UME (nodo tipo III), los Sistemas de Aeronaves Tripuladas por Control Remoto (RPAS, también conocidos como drones), además de otros medios aéreos, en este caso, helicópteros pertenecientes al Batallón de Helicópteros de Emergencias II, para coordinar las diferentes misiones que se asignen durante una emergencia de esta entidad.

Parte de esos medios se podían ver este jueves muy de cerca. A la localidad se han desplazado 110 militares además de 20 vehículos, un helicóptero y cinco drones. Estos dos últimos estaban apostados enfrente de la Policía Local callosina donde varios grupos de escolares han podido conocer de primera mano su funcionamiento y subirse a la aeronave. "Tienen mucha curiosidad, preguntan mucho", indica uno de los militares que explicaba a los más pequeños su funcionamiento. La intención es "enseñar a los niños el modo de actuación, porque para ellos es un juguete y para nosotros una herramienta muy útil", explica el sargento primero Navarro, jefe del equipo RPAS del Batallón de Transmisiones.

El helicóptero es básico cuando hay una emergencia. Normalmente se le puede ver en un rescate o en un incendio. De hecho, hace solo un mes, la UME participó en sofocar el fuego que asoló la sierra de Tàrbena. Pero también los drones juegan un papel muy importante. El teniente coronel jefe del Batallón de Transmisiones explica que estos aparatos no tripulados "aportan mucho en cuanto a información en una emergencia". Con ellos se puede medir el perímetro de un incendio, por ejemplo.

A los drones se les puede poner todo tipo de "complementos", como un sistema de cámaras, de luces, sensores térmicos... Todo ello es clave a la hora de determinadas actuaciones como los rescates. "Tenemos cámaras con mucha resolución que pueden ver la grieta en la presa de un pantano y controlar si se varía en tamaño", indica Gregori. También el helicóptero tiene este tipo de tecnología: "La cámara tiene una imagen en alta definición de 1x1.000 que permite ver con mucho detalles desde gran altitud". Sería capaz de leer una matrícula a 2.000 metros de altura.

La importancia de los drones

Estos aparatos no tripulados son ya imprescindibles en situaciones de emergencia. Y hay varios tipos, según explica el jefe del equipo RPAS, que van de menor a mayor tamaño dependiendo de las capacidades que tengan. Los menores están "indicados para realizar misiones de reconocimiento a corta distancia" mientras que, según aumentan de tamaño, "esas capacidades se incrementan con más distancia y sensores mejores para tomar mejores imágenes que ayuden a los que intervienen en la emergencia".

Entre los más destacados, los que se tripulan a dos manos y son capaces de "transportar cargas de hasta 3 kilos con dispositivos de suelta que permiten desplazarlos y desplegarlos en el sitio donde se quiera" para poder hacer llegar "desde un botiquín a un móvil, medicación, herramientas para equipos que trabajen en zonas abruptas, etc". Entre ellos, otro dron para vuelo en interiores que aguanta incluso golpes. "Permite introducirlo en una zona complicada donde peligra la vida de una persona y permite una primera inspección para que entren los equipos de rescate con mayor seguridad como una cueva, un derrumbamiento, terremotos, etc".

Los drones son lo primero que se depliega cuando se llega a una zona donde hay que actuar. "La UME cuando despliega un primer equipo de reconocimiento, va un dron embarcado en ese equipo para reconocer la zona antes de los equipos pesados", añade Navarro. La UME termina este viernes sus maniobras en Callosa y lo hará con el arriado de la Bandera a las 19.30 horas. El pasado lunes se llevó a cabo el izado de la misma.

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