Hallan joyas y piezas de bronce del Imperio Romano en unas excavaciones de La Vila

La pieza de un lictor romano, perteneciente a un personaje de alto rango de la época, es el objeto más especial de los encontrados

El Vilamuseu ha procedido a realizarles un baño alcalino para estabilizar el proceso de corrosión y limpiarlas

Decoración de un mueble de la época con el rostro de la diosa Diana

Decoración de un mueble de la época con el rostro de la diosa Diana / INFORMACIÓN

Las excavaciones en la partida de Plans, que conforman la unidad de ejecución 2 del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), han permitido la extracción de una importante colección de bronces romanos. Entre ellos, destaca un lictor del Alto Imperio de 12 centímetros de altura, que data de los siglos I y II d. C. La relevancia de esta pieza, según informa el personal encargado del hallazgo, recae en a quién pertenecía, pudiendo ser de un personaje de alto rango de la época.

La pieza hace referencia a un lictor romano, el guardaespaldas de un magistrado que viste la misma toga que él, el traje de gala de los ciudadanos, y se podría considerar un policía de la época. Porta al hombro izquierdo un "fasces", un cilindro formado por 30 varas atadas con una correa roja, considerado el emblema del poder.

Cuando el magistrado podía imponer pena de muerte, el "fasces" llevaba un hacha. La pieza hallada debió tenerla, porque se conserva su arranque. Los lictores de los magistrados locales de la ciudad de Allon (La Vila Joiosa) no llevaban hacha en el fasces. Por tanto, esta pieza, según relatan los encargados de la excavación, debe tener relación con un personaje de más alto rango, como podría ser del gobierno provincial o incluso el Emperador. La presencia de esta pieza en Allon tiene relación con su categoría de municipium, siendo Allon una de las 10 que hubo en la Comunidad Valenciana.

Se conservan ejemplares similares de lictores en el Art Institute of Chicago, el British Museum y los Staatliche Museen de Berlín. La pieza está hueca por detrás y tiene un vástago para incrustarla en un relieve de bronce más grande, junto a otras figuras, representando una escena ceremonial con un magistrado y sus lictores. Estas escenas eran frecuentes en los petos de los caballos de estatuas ecuestres. La pieza podría proceder de un relieve o estatua de un alto personaje del Imperio a caballo, quizá el emperador, que existió en el foro de Allon, o quizá la que hubo junto a la torre de Sant Josep. Su abandono en un vertedero del yacimiento de Plans indica el desmantelamiento y expolio de los espacios públicos imperiales en la época tardorromana.

La restauradora del Vilamuseu, María José Velázquez, siente una "alegría tremenda" por la asiduidad con la que se producen estos hallazgos en la localidad: "Antiguamente, La Vila fue una villa romana y eso favorece a que, siempre que se excave, se acaben encontrando piezas relevantes". No obstante, pese al continuo descubrimiento de nuevas piezas, asegura que "no siempre son tan relevantes como estas, ya que son de bronce".

Lictor de bronce perteneciente a un personaje de alto rango del Imperio Romano

Lictor de bronce perteneciente a un personaje de alto rango del Imperio Romano / INFORMACIÓN

Además, en este mismo yacimiento han aparecido otras numerosas piezas de bronce de gran calidad como sondas médicas, apliques decorativos de cajas y de muebles de madera (uno con el rostro de la diosa Diana), agujas del pelo, colgantes de collares, anillos, pulseras, cadenitas, agujas de coser velas o sacos, broches, botones, anzuelos y elementos de vajilla ritual, entre otros.

Conservación

Una vez hallados estos objetos, y antes de exponerlos en el Vilamuseu, hay un proceso de mantenimiento para tratar las piezas. "Nuestra misión es exponer con garantías los hallazgos, y esto significa trabajar en un tratamiento que puede durar hasta dos años en algunos objetos", comenta la restauradora María Jesús Velázquez.

El baño alcalino de las piezas halladas tiene la función de estabilizar el proceso de corrosión de los objetos eliminando todo lo ajeno al metal en sí, un proceso que puede llegar a ser largo pero garantiza los dos puntos principales a la hora del tratamiento de una pieza tan antigua: estabilización y limpieza.

La conservación de estas piezas, por tanto, depende del rápido tratamiento que se le dé en el museo. El bronce contiene cobre, muy sensible a los cambios de temperatura y humedad al extraerlos de la tierra. En poco tiempo, los cloruros y otros agentes destruirían las piezas. Por eso, se ha iniciado el tratamiento, lento y delicado, en baños químicos. Meses después, las piezas ya podrán ser conservadas y expuestas en Vilamuseu. Gracias a este trabajo, la colección de bronces antiguos (fenicios, griegos, iberos y romanos) de los fondos de Vilamuseu, es una de las más relevantes de la Comunidad Valenciana.