La falta de vivienda de alquiler en Benidorm compromete la contratación de personal en el sector turístico

La ciudad registra más demanda que oferta con precios que van desde los 300 euros por una habitación, a los 500 por un piso de un dormitorio o los 700 de dos | Las inmobiliarias registran listas de espera de hasta 40 personas para acceder a un arrendamiento

Una inmobiliaria de Benidorm con carteles de alquiler.

Una inmobiliaria de Benidorm con carteles de alquiler. / David Revenga

Petición de avales, sueldos que tripliquen lo que se pide por un alquiler, contratos indefinidos de trabajo o hasta un 'casting' para seleccionar inquilino. Estos son solo algunos de los requisitos a los que se enfrentan los profesionales que buscan un piso para arrendar en Benidorm en un mercado en el que la demanda de vivienda está muy por encima de la oferta. Así, esta situación provoca que los trabajadores tengan que renunciar a un trabajo por no encontrar un lugar para vivir, lo que tiene sus consecuencias directas: la falta de personal para cubrir las vacantes en el sector turístico.

Encontrar una casa se ha vuelto en la capital turística una auténtica carrera de fondo. Son muchos los que buscan una vivienda en alquiler y tardan meses en localizar una que se adapte a sus necesidades. Entre los demandantes, profesionales de todo tipo entre los que se incluyen profesores, sanitarios u otros oficios; pero, sobre todo, empleados o futuros trabajadores del sector de la hostelería.

"No podemos a veces contratar gente porque no encuentran una vivienda", explicó Diego Salinas, gerente de Abreca (Asociación de Bares, Restaurantes, Cafeterías y Ocio Nocturno). El sector necesita cubrir unas 2.000 plazas que se incrementan hasta las 4.000 en temporada alta, pero no está siendo fácil los últimos años. A los problemas de falta de profesionales se une que aquellos que sí llegan a la ciudad no consiguen un lugar donde vivir. "Esto ya sucede en otras ciudades turísticas como Ibiza desde hace años", añadieron las mismas fuentes.

Un negocio hostelero de Benidorm.

Un negocio hostelero de Benidorm. / David Revenga

Aunque la falta de vivienda de alquiler no es solo un problema de los trabajadores de la hostelería, sí que hay una amplia demanda latente que se dedican a trabajar en este sector e incluso se desplazan desde otros lugares del país para buscar una oportunidad en Benidorm. Y ahí empieza su periplo. Lo cuenta Estrella, una joven de Córdoba que hace dos años decidió trasladarse a la capital turística para independizarse. Ella, como muchos, pasó por varias situaciones hasta encontrar su actual vivienda.

"Primero busqué una habitación solo porque al no tener aún contrato, sabía que no me iban a alquilar un piso", explicó a este diario. No fue tan fácil. Encontró una opción en la zona del Rincón de Loix por 350-400 euros al mes, pero "me exigieron un depósito" y "no me dio nada de seguridad". Así que siguió buscando. "Me salió otra opción para compartir pero no era lo que esperaba", indicó. Era una gran casa "dividida en dos zonas para un total de 12 personas con derecho a baño pero con condiciones" para todo. Precio: 350 euros.

Su periplo siguió en las inmobiliarias: "Los pisos no bajaban de 700 u 800 euros" e, incluso, "en algunas que fui solo tenían alquileres vacacionales". Las opciones se acababan porque ni siquiera con un contrato estable de trabajo en hostelería conseguía una vivienda: "Siendo fijo-discontinuo no te alquilan nada, ni teniendo una nómina de 1.200 euros te alquilan un piso de 500 o 600 euros". Así estuvo dos años hasta que su opción fue buscar un avalista, su madre: "Lo que he encontrado no ha sido al final por mí, sino porque tengo un aval", se lamenta.

La joven relata cómo a su alrededor las historias se repiten. Y hay de muchos tipos. Desde conseguir viviendas por "enchufe", es decir, porque alguien conoce a alguien que alquila una vivienda y al final confían; hasta tener que pasar un "casting" para acceder a un piso: "Era como una gincana y te iban avisando de las fases que pasabas".

Otros jóvenes explican cómo muchas viviendas que se encuentran "están a pedazos o son auténticos cuchitriles". Todo por precios desorbitados que no pueden afrontar muchas veces. Así que entre las opciones también está irse a vivir fuera de Benidorm. Municipios como Finestrat, La Nucia, Altea o l'Alfàs del Pi cuentan entre sus residentes con trabajadores de Benidorm que no han encontrado viviendas asequibles en la capital turística pero sí en estos municipios. El problema está en cómo desplazarse cada día si no se tiene vehículo.

Los hosteleros llevan tiempo intentando poner soluciones al problema con medidas que favorezcan que aquellos que se desplacen a Benidorm a trabajar encuentren donde vivir. "Se podrían ligar los contratos de alquiler al laboral y que, por ejemplo, la asociación actuara como garantía ante los propietarios", indicaron fuentes de Abreca. O que, incluso, existieran pisos destinados a profesionales con precios asequibles.

Vista de edificios de viviendas en Benidorm.

Vista de edificios de viviendas en Benidorm. / David Revenga

El caso de Estrella solo es un ejemplo que se repite entre muchos trabajadores de Benidorm, no solo de hostelería, sino de otros sectores. En su búsqueda se encuentran con todos los requisitos que imponen los propietarios, bien sea a modo particular o a través de inmobiliarias. A tener que presentar avales, nóminas con altos importes o hasta cuatro meses entre fianzas y otros pagos, se une también que algunas viviendas tienen condiciones de tiempo; es decir, se alquilan para todo el año como larga estancia pero hay que dejarlas en julio y agosto, bien para uso del propietario o para alquiler vacacional, según explicaron las fuentes consultadas por este diario.

Pero, ¿a qué precio están los alquileres en Benidorm? Según un estudio de un portal inmobiliario, la ciudad fue la más cara en el mes de septiembre de la Comunidad para vivir de alquiler y la octava a nivel nacional. El precio medio del metro cuadrado está en 17,14 euros. Eso se traduce en alquileres que van desde los 500-550 euros por un dormitorio a los 650-700 euros de dos dormitorios en zonas de residentes de la ciudad, es decir, donde viven las personas trabajadoras alejadas de las áreas turísticas. Son algunas calles del Rincón de Loix, Colonia Madrid, Els Tolls o Beniardà.

Listas de espera para alquiler una vivienda

Aquellos que buscan un alquiler asequible para vivir no cesan en su empeño. A la búsqueda en páginas web o a través de conocidos se une acudir a las inmobiliarias a conocer las opciones disponibles. Pero la demanda es mucho más alta que las ofertas disponibles así que queda la opción (con paciencia) de inscribirse en una lista de espera. "Ahora mismo tenemos una lista de espera de 40 personas", explicó a este diario Juan Balastegui, agente inmobiliario en Benidorm.

Este profesional hace una radiografía de la situación actual en el municipio: "Todos los días hay nuevas demandas de alquiler que acaban rechazándose por la solvencia", indicó. Porque los propietarios cada vez ponen más requisitos "para tener seguridad y no tener un problema jurídico". Es decir, que un inquilino "deje de pagar el alquiler y pasen meses sin poder hacer nada". Balastegui explicó que "los dueños piden garantías o referencias que muchos no tienen". Entre los ejemplos, "personas que tienen nóminas de 700 euros para pagar un alquiler de 600", apuntó.

Miguel Ángel Sotillos, agente de la propiedad inmobiliaria (API), explicó que "cuando más crece la demanda, más requisitos se ponen por parte de los propietarios". Así recalcó que en la ciudad "siempre hay gente buscando una vivienda para alquilar por varias razones", entre las que están "mejorar de casa, que un casero necesita la vivienda, los que llegan cuando se inicia la temporada turística o, en el mes de septiembre, con los profesores".

Así reconoció que es complicado encontrar una casa que sea asequible y en condiciones óptimas: "Las viviendas que están bien, ya están ocupadas". Pero además, se da la circunstancia que en el municipio las opciones para aquellos que trabajan cada vez son más reducidas porque "los edificios que se construyen, como en la zona de Poniente, son de alto poder adquisitivo. Los que compran allí no van a alquilar por el precio que pueden pagar los que buscan porque trabajan". Así que esa opción se queda para residentes, normalmente extranjeros, o para alquileres vacacionales.

Viviendas vacías

¿Solucionaría el problema sacar las viviendas vacías al mercado del alquiler? Benidorm, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene en su término unas 8.000 viviendas vacías. "Benidorm tiene muchas y es por varias razones", explicó Sotillos. Porque "una parte de los propietarios no las usan o las usan solo unos meses al año"; y otras "están cerradas y necesitarían arreglarse para sacarse al mercado".

Con todo, la opción también estaría en manos de las administraciones públicas: "Habría que seducir a los propietarios con medidas para que las sacaran al mercado del alquiler, eso habría que se pudiera bajar el precio y se podría igualar la oferta a la demanda, o al menos intentarlo". De hecho, el PSOE de Benidorm planteó esta cuestión en el último pleno dentro de la propuesta de creación de un Plan de Vivienda que finalmente no se aprobó. Es decir, poner en marcha una línea de ayudas para la rehabilitación de viviendas vacías en la ciudad que estarían condicionadas a la posterior puesta en alquiler de la vivienda rehabilitada a un precio asequible durante un período de tiempo por determinar.