Cuando escribo esto se celebra el 50 aniversario de la llegada del hombre a la luna, y coincide con la noticia de que un ingeniero ruso ha desarrollado una aplicación para conocer cómo será nuestro rostro dentro de diez, veinte o treinta años. La idea es original, pero me pregunto si no sería más válido un instrumento que en vez de reproducir rasgos faciales permitiera descubrir cómo vamos a ser cada ser humano en ese tiempo, por ej. honesto o generoso, pillo o triste.

      Siempre me ha gustado el campo de la ciencia, estimó que se basa en el terreno de la razón o la inteligencia; sin duda puede equivocarse, pero es más fácil si abandonamos la reflexión y entramos en otros caminos, por ej. en el terreno de la fe. Por supuesto acepto que el hombre además de la razón tiene sentimientos, afectos, instintos, o deseos. Yo como médico he visto nacer enfermedades, como la poliomielitis o al sida, y a través de la ciencia las he visto desaparecer. Bueno el sida no, pues aún no se cura, pero disponemos de fármacos que permiten que los afectos puedan vivir tanto como los que no padecer esa enfermedad.

        Creo estar seguro de que en el futuro se descubrirán genes en los humanos que favorecen que seamos por ejemplo violentos o drogadictos. No sé sí sabe que en el lóbulo parietal del cerebro está el núcleo que controla la agresividad, es decir un conjunto de células nerviosas o neuronas con esa misión. El que recibe esos genes no es obligado que se transforme en adicto o asesino, pero será más fácil hacerlo, tiene una mayor probabilidad, pues a los genes debe sumarse el ambiente para que el rasgo se materialice; es lo que se llama la epigenética. He pensado que incluso eso puede suceder en lo que llamamos orientación sexual, y algunos son homosexuales por portar esos genes; pero insisto, esto es, a fecha de hoy sólo imaginación. Siempre he pensado que el asesino de Pioz, Patrick Nogueira, que había sido capaz de asesinar a un sobrino y a la vez, de forma impasible lo grababa con una cámara para enviar las imágenes a un amigo, o que cuando el juez le declaró culpable y le condenó a prisión permanente renovable, asistiera con gran impasibilidad al hecho, debía tener daño en ese núcleo cerebral.

Inventos. INFORMACIÓN

      Si yo acierto, se nos viene encima un gran problema, y es que lo que llamamos libertad será un concepto dudoso, pues los que hayan heredado sus genes están condicionados actuar en un sentido, y entonces podemos preguntarnos si son libres.

    Parece que algunos países como China uno creo han instalado cámaras de reconocimiento facial en lugares públicos. Supongo que les permite identificar a peligrosos ladrones, o personas violentas. Sería bueno que idearan aparatos que permitieran reconocer los que tienen malas ideas o intenciones: robar o agredir, y mejor si después los pudiéramos bloquear.

      Disponemos de máquinas como el PET TAC o resonancias magnéticas que permiten reconocer si alguno de nuestros órganos alberga un tumor maligno, incluso cuando miden menos de un centímetro; pero es tarde, entonces la célula tumoral ha tenido casi siete años para hacerlo, se ha multiplicado hasta 10 elevado a 7 veces. Las necesitamos más potentes para acabar con ellos antes. Ya hay oncólogos que recopilan imágenes a construir grandes bancos de datos, un big data que permitirá mejorar los diagnósticos.

     Creo que en Emiratos Árabes han iniciado un sistema de transporte a base de drones; sería como un taxi pero que te llevaría volando. Veremos hasta dónde llegamos. Ya vimos un militar francés desplazarse así en el desfile del día de la nación francesa.

     Históricamente determinadas empresas horadaban el terreno buscando petróleo o gas; se dice que los zahoríes eran capaces de encontrar agua bajo la tierra, sería magnífico contar con aparatos sencillos capaces de detectar la bondad o la generosidad en las personas.

       Ha habido inventos sencillos que han cambiado la sociedad, por ej. el ingeniero español que inventó la fregona, o el que fue capaz de iniciar el post it, o la bombilla. Pero necesitamos más. La sociedad valora mucho la creatividad, y ella es imprescindible para descubrir nuevos inventos. Si lo piensa muchas enfermedades han desaparecido por el uso de sustancias químicas, medicamentos. Dicen que Fleming descubrió la penicilina porque se fijó en que los cultivos de gérmenes que tenía se dañaba si había en su proximidad un hongo, el penicilium notatun. Luego han surgido, se han inventado, cientos de ellos, pero necesitamos más. Algo parecido sucedió en el campo de las vacunas. La poliomielitis era una enfermedad causada por un virus que dañaba a las células nerviosas que controlaban los músculos y sus movimientos. Si alguien los tenía, no podía moverse, y además los músculos se atrofiaban. Fue un científico mexicano Salk el que, aisló el virus, lo dañó, y se le añadió a un terrón de azúcar que cuando un joven ingería evitaba que tuviera luego la poliomielitis.

      La sociedad exige que ante un invento se demuestre la bondad de lo que aporta, y luego que se acuda a la agencia de marcas que garantice su fabricación. Es decir que se haga una patente. Yo tengo un amigo que ha sido capaz de idear una vagina artificial. Sin duda algo útil, pues hay mujeres que la tienen dañada.

   Imagine como sería el mundo futuro. En el que ya vivimos puedes a distancia encender luces, o aparatos, incluso hacer preguntas aparatos como Alexa. ¿Cómo sería si dispusiéramos de un sistema para detectar las mentiras que nos dicen, o incluso sabe el tiempo que nos queda de vida?

De lo que no hay duda es que hay que dar la bienvenida a los nuevos inventos.