Han formado un equipo envidiable hasta el punto de que llevan ya cuatro películas juntos y los resultados, tanto en el plano cinematográfico, como en el tema de la taquilla, son notables. Es el caso peculiar del director catalán Jaume Collet-Serra, el actor Liam Neeson y el productor Andrew Rona que, después de habernos ofrecidos tres thrillers de intriga y acción en buena medida apasionantes, Sin identidad, Non-stop y Una noche para sobrevivir, nos obsequian ahora con una cuarta y prometedora colaboración de similar factura, El pasajero. En este caso, el argumento se centra en la frenética misión de un hombre que tratar de evitar un desastre en un tren lleno de viajeros. El guión les resultó irresistible a la estrella y al director, no sólo por lo osado de la acción y la emoción del suspense, sino por el dilema moral al que se enfrenta el protagonista y las consecuencias que tiene para él, los pasajeros del tren y su familia en casa.

El pasajero hace que el público se pregunte «si alguien te pide que hagas algo que parece insignificante pero de cuyas consecuencias no estás seguro por una recompensa económica sustancial, ¿lo harías?», señaló Jaume Collet-Serra. «Esa es la decisión filosófica a la que el protagonista, un hombre de 60 años que acaba de ser despedido, que no tiene ahorros y está hipotecado hasta las cejas, se enfrenta. ¿Va a pensar sólo en sí mismo o va a considerar las posibles consecuencias morales de lo que le han pedido? Esa es la pregunta que queremos que se plantee el público».

Para Neeson, que la historia se narre en tiempo real es otro elemento que le da gran tensión dramática. «La historia funciona casi en tiempo real», comentó. «La tensión va en aumento en cada parada, según se van subiendo más pasajeros y le van dejando nuevas pistas. El peligro incrementa gradualmente y la película se convierte en este thriller psicológico trepidante, en la línea de Extraños en un tren o Con la muerte en los talones de Hitchcock».