Entrevista

El Langui: "El mundo del entretenimiento necesita más directores que tengan una discapacidad"

 Ganador de dos premios Goya en 2009, a Mejor Actor Revelación y Mejor Canción Original por "El truco del manco", es un referente del rap en la escena musical española, compositor para cine y televisión, director, y, además, de activista en pro de la diversidad. 

El rapero pondrá la nota musical en el Campus de Verano Academia de Cine, donde interpretará algunos temas de su nuevo disco Espasticidad

El Langui actúa esta tarde en Valencia.

El Langui actúa esta tarde en Valencia. / LEVANTE-EMV

Saray Fajardo

Juan Manuel Montilla, más conocido como El Langui, siempre ha utilizado su fuerza mediática para llamar la atención sobre la accesibilidad para las personas con discapacidad. 

 Actúa esta tarde en el Campus de Verano Academia de Cine. ¿Hay ganas de volver a la gran pantalla?

Claro, siempre. Volver a la gran pantalla siempre apetece. Siempre tiene uno mono y ganas de ponerse en el papel de otro y delante de la cámara.

¿Va a volver pronto con algún proyecto?

Sí, hay algún proyecto, pero hay que intentar llevarlo a cabo. Recientemente he hecho un cortometraje, “Intentando”, que he escrito, dirigido e interpretado junto a Hugo Montilla, que es mi hijo mayor. Llevamos todo el circuito de festivales, tenemos nominaciones en más de 72 festivales nacionales e internacionales y cerca de 25 premios.

¿Cómo es trabajar con su hijo?

Bien. Es guay. La verdad es que ha sido difícil y complicado, pero muy bien. Es un proyecto que te llevas para toda la vida. Es complicado porque al final es tu hijo y tienes que dirigirlo. Hay que saber dónde se queda el hijo y el padre y dónde el director y el actor. Creo que nos hemos quedado muy a gusto. Hugo hace un papelón con la corta edad que tiene, ha rodado con 14 años. Estamos muy contentos.

Además, acaba de sacar su disco Espasticidad. El título ya es una declaración de intenciones.

Totalmente. Al final es un disco con mucha crítica social, que narra qué es la espasticidad, que es la alteración de los músculos. Se muestra lo que tenemos en común. Son músculos afectados, que se ponen tensos y muy rígidos y ahí vienen las deformaciones. Al final, en la sociedad, da igual que tengas discapacidad o no o que tengas espasticidad. Veo que la sociedad está espástica, rígida, tensa por como vivimos, como nos tienen educados o como estamos sometidos. Hace que no seamos capaces ni de dar los buenos días o levantar la cabeza de nuestro celular y, a la mínima, saltamos por cualquier situación.

¿La sociedad todavía desconoce qué supone la espasticidad?

Sí. La mayoría de la gente que se ha acercado a este disco, ha escuchado entrevistas o ha visto el videoclip no sabía de la espasticidad. No sabían sobre esa rigidez en los músculos. Creemos que como a nosotros no nos cuesta nada cualquier movimiento o cualquier acción, no vemos que a otra persona le puede suponer un mundo. Poner los pies al espectador en el suelo e incentivarlo para que se queje un poquito menos y no deje pasar ningún tren por no ser capaz de levantar la cabeza.

¿Cree que somos una sociedad que se queja por todo?

Sí, claro. Nos quejamos, somos muy costumbristas y nos quejamos demasiado. Somos perezosos, creemos que todo nos pasa a nosotros y al de al lado no. Cualquier problema lo hacemos un mundo. Nos gusta quejarnos. Hay que quejarse para el bien de los demás, para nosotros mismos hay que intentar reivindicar, pero quejarnos menos por tonterías.

Ha viajado por varias ciudades con sus discos. ¿Cree que España está suficientemente adaptada o aún nos queda por mejorar?

Queda mucho por mejorar. Cada vez se va adaptando todo un poco más, pero siempre vamos lentos, tanto las instituciones, urbanismo o particulares. Tenemos que ser conscientes de que tenemos que igualar los derechos para las personas con movilidad reducida y que no se les ponga ningún tipo de impedimento porque vayan con cualquier tipo de vehículo, ya sea una silla de ruedas con motor, una scooter… Tenemos el derecho a pasear, movernos y acceder a los sitios donde accede el resto. Hay que trabajar desde el principio. ¿Cómo se trabaja? Documentándose, intentando mejorar y haciendo un buen estudio. Cada persona tiene unas necesidades. Si en un autobús, solamente ponemos dos plazas para discapacitados, que se mezclan con el carrito de bebé, no puede ser. ¿Por qué dos plazas? Pon la mitad del autobús diáfano y la otra mitad con asientos. Eso es sólo un pequeño ejemplo.

Lleva veinte años hablando sobre discapacidad, ¿ha notado cambios en estas dos décadas?

Sí, claro. Hay más visibilidad, más derechos, más inclusión en el mundo laboral y en la sociedad en general. Si no se notara el cambio, algo iría mal.

¿Qué mensaje lanzaría a las instituciones?

Que se lo crean de verdad. Menos habladurías e intenciones de ser bien puestos de cara al escaparate, pero de puertas para dentro nada. Yo prefiero que se lo curren bien y no llenen de eslóganes las campañas, sino que se pongan a currar y verdaderamente no esperen que lo sufra un familiar o en las propias carnes para darse cuenta. Que se lo crean de verdad y sean empáticos.

No me considero un referente, me considero un muchacho con muchas inquietudes, con ganas de sentirse útil y aportar. El Langui - Rapero

Supongo que recibirá muchos mensajes y consejos.

Sí, al final eres un referente. Cuando tienes una dificultad añadida como la mía, a ese referente quieres preguntarle y decirle.

¿Llega a considerarse un referente?

Yo no. Me ponen como referente, pero yo me considero un muchacho con muchas inquietudes, con ganas de sentirse útil y aportar.

¿En el mundo de la ficción y el entretenimiento cree que ya se habla con normalidad de la discapacidad más allá de la figura que intenta generar lástima?

Claro. En el mundo del entretenimiento cada vez más. He trabajado algunas veces en programas o en cintas en las que caemos en los clichés. A veces, es muy complicado. El mundo del entretenimiento necesita más directores para programas, cortos o películas que tengan una discapacidad, que lo hayan pasado y que lo hayan vivido. Ahí el prisma se abre de otra forma.

A pesar de las dificultades a las que ha tenido que enfrentarse, siempre se muestra optimista. Supongo que también habrá momentos malos.

Sí. Tengo momentos malos, como todos. Intento agarrarme a aquellas personas que voy conociendo, tanto a nivel profesional como particular a lo largo de mi carrera, y que tienen, a lo mejor, un impedimento añadido, una enfermedad o que lo están pasando peor que yo. Le doy una vuelta y pienso: “Coño, un poquito de compromiso con la vida”. Yo tengo un coche de producción a las ocho de la mañana que me va a llevar a rodar una peli, estoy haciendo lo que quiero y me estoy quejando por tonterías. Esos muchachos llegan y te dicen que no te quejes por gilipolleces porque aunque te cueste ponerte un calcetín media hora y vestirte una hora y media, te vas a ir a rodar. Me agarro a eso durante esos días malos y pongo la mejor cara.

Hace unos años formó parte de la campaña “Se buscan valientes”. ¿Cree que el acoso escolar ahora es más difícil de detectar?

Ahora las redes nos dan visibilidad, poder hacer campañas, tener notoriedad… Pero también acercan al joven a poder refugiarse sin dar la cara y tener el permiso propio de insultar, agredir verbalmente…

¿Debería legislarse este tipo de comportamientos?

Se tendría que dar una vuelta de tuerca sin recortar en derechos y libertades. Esta tema, sobre todo los jóvenes (aunque también no tan jóvenes), se ha convertido en una problemática y habría que darle alguna vueltecita.

En sus charlas habla mucho sobre el tema del acoso. ¿Qué les suele decir?

Les enseño valores y actitudes que me han ayudado a nivel personal y en lo profesional. Ahí ahondamos en la importancia de dar tu mejor versión porque, cuando das tu mejor versión, no solamente te hace mejor persona, sino que contribuyes a tu entorno. Más allá de conseguir tu sueño o tu meta, creo que la importancia es lo que aprendemos por el camino.

¿Cuáles son los próximos proyectos en los que está trabajando?

Estoy centrado en Espasticidad, que acaba de salir. Estamos centrados en los conciertos de verano y en los festivales. A partir de enero, ya pueden ver las fechas de gira que vamos a hacer por diferentes ciudades y salas. Es importante que la gente acuda a los conciertos, que se acerquen a ver el espectáculo. Estoy en algún que otro proyecto cinematográfico, que a ver si sale pronto. También estoy con el negocio de la hostelería, que me gusta mucho. He montado “La tasca de El Langui”, un restaurante sin ningunas pretensiones en la cocina, pero sí un lugar de encuentro con familias, amigos… donde ir a degustar o tomar un refresco. Está puesta toda mi alma y la de mi entorno. Es una buena ermita de todo lo que he ido mamando.

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