El alicantino Aitor Herrero logra el premio autonómico de Percusión

El joven de 17 años y natural de Xixona recibe el reconocimiento que otorga la Generalitat entre los mejores expedientes de conservatorios profesionales de la Comunidad Valenciana

Aitor Herrero Torregrosa toca la marimba en su casa

Aitor Herrero Torregrosa toca la marimba en su casa / INFORMACIÓN

África Prado

África Prado

Tiene 17 años y se ha alzado con el premio autonómico en la especialidad de Percusión, dentro de los reconocimientos de enseñanzas profesionales que otorga anualmente la Generalitat Valenciana a los alumnos que concluyen sus estudios en los conservatorios profesionales de la Comunidad Valenciana, al igual que la alicantina Lucía Aznar ha logrado en la modalidad de Danza.

Natural de Xixona, en cuya banda dio sus primeros pasos, y con el Bachillerato también terminado con éxito, Aitor Herrero Torregrosa ha concluido los estudios de su especialidad musical en el Conservatorio Profesional de Música Guitarrista José Tomás de Alicante, bajo la tutela del profesor Adrián García desde 2018, con las más altas calificaciones en la modalidad de percusión -"saqué 10 en todas las asignaturas", reconoce el alumno- y resultó distinguido con el premio extraordinario por unanimidad.

Con esta carrera, no es extraño que ahora haya recibido el reconocimiento autonómico. "Era algo que perseguía porque siempre he ido muy en serio en el conservatorio y he sido muy ambicioso. He estado entre junio y julio de exámenes a tope, con muchas pruebas y muy centrado en todo y ahora se ven los frutos", explica el alumno galardonado, que admite que los estudios son "duros y rutinarios, pero en sexto curso de profesional tienes que ponerte las pilas y estudiar sin descanso porque, si no, las puertas no se abren. Y a este premio solo podía optar este año, no había otro".

Hijo y hermano de músicos -su madre y una de sus hermanas tocan el clarinete-, desde niño acudía a las audiciones de su hermana "y me gustaba verla, disfrutaba escuchando, pero lo que me gustaba era la percusión. Desde los seis años en el curso preparatorio ya dije que quería estudiar percusión", apunta. Su predilección por la marimba llegó con la pandemia. "Me compré una y vi que tenía facilidad: puedo explotar y dar todo de mí en un instrumento" explica Aitor, que últimamente también se decanta por el set-up, que incluye varios instrumentos de percusión.

Para la prueba autonómica, a la que se presentaron cinco aspirantes de su especialidad, tocó durante 20 minutos obras de Emiko Uchiyama (marimba), Michio Kutasume (set-up) y Jakub Kotowicz (vibráfono), además de un estudio de timbales de Mick Woud y otro de caja de Charley Wilcoxon.

El próximo paso lo dará este xixonenc en San Sebastián tras haber sido admitido en Musikene, el prestigioso Centro Superior de Música del País Vasco. Tendrá cuatro años para dilucidar si quiere ser solista o formar parte de una orquesta o, como él avanza, dedicarse a la enseñanza. "Me gustaría ser profesor de conservatorio. La docencia me ha atraído siempre y para mí sería un sueño ser profesor. Ojalá", concluye el joven.