Pugna por los grandes conciertos

El ‘efecto Bernabéu’ excita el pulso de Barcelona y Madrid por la capitalidad de la música en directo

En 2024, una conjunción de ingredientes sugiere cambios en el tablero de juego y desliza la pregunta de si la capital catalana está en disposición de conservar su histórico rol aventajado en la captación de las grandes giras

Taylor Swift.

Taylor Swift. / EFE

Jordi Bianciotto

La música en directo de gran formato vive un auge a escala global que va más allá de la simple recuperación tras el bienio pandémico. Y ahí, Barcelona ha sido en 2023 un espejo de ese apogeo, atrayendo a figuras, en exclusiva española, como Coldplay (cuatro ‘shows’), Bruce Springsteen (dos), Beyoncé y Madonna. Pero eso fue el año pasado. En 2024, una conjunción de ingredientes, con el nuevo estadio Santiago Bernabéu en el centro de la ecuación, sugiere cambios en el tablero de juego y desliza la pregunta de si la capital catalana está en disposición de conservar su histórico rol aventajado en la captación de las grandes giras. 

Por lo pronto, el Bernábeu se marca el tanto de acoger el único ‘show’ de la gira ‘top’ del momento, el ‘Eras tour’ de Taylor Swift, el 30 de mayo. Le seguirán, a lo largo del año, otros cinco macroconciertos, los del argentino Duki, el mexicano Luis Miguel (dos), la colombiana Karol G (tres) y los españoles Manuel Carrasco y Aitana. Contando las actuaciones que acogerá el también reactivado Civitas Metropolitano (tres de Springsteen, dos de Metallica, el de Estopa y el de Morat), hablamos de un total de 16 conciertos de estadio programados este año en Madrid. Una cifra sin precedentes.

¿Y Barcelona? En estos momentos, y sin descartar que pueda haber alguna novedad (como dos fechas de la mencionada Karol G pendientes de confirmación), se quedan en cuatro, los dos de Bruce Springsteen y los de Rammstein y Estopa (cuando en 2023, tiempo de récords, fueron nueve: una punta excepcional, lo habitual antes de la pandemia eran dos o tres por verano).

Karol G.

Karol G. / EP

‘Impasse’ barcelonés

Ese tirón madrileño, en el que juega un rol clave, tan logístico como emocional, el ‘efecto Bernabéu’ (campaña promocional épica, curiosidad popular, orgullo ciudadano), coincide con un momento de ‘impasse’ barcelonés en materia de grandes escenarios: el Estadi Olímpic, gran baza condal, normalmente liberado de servitudes deportivas, ve limitada su actividad por el alquiler del Barça (hasta noviembre) y el Camp Nou está, literalmente, patas arriba. Neo Sala, fundador y CEO de Doctor Music, revela que “si el año pasado, el Barça hubiese estado jugando en Montjuïc, habría sido imposible que Bruce Springsteen comenzará su gira en Barcelona a finales de abril”. Pero, más allá de esta coyuntura temporal, el nuevo Bernabéu juega con cartas novedosas para rivalizar de un modo inédito con los estadios barceloneses una vez ambos vuelvan a estar plenamente operativos. 

Una clave que maneja es el césped retráctil, para poder acoger eventos en plena Liga. Otra, la cubierta móvil, que hará el estadio practicable en invierno. Es cierto que las giras de estadios en Europa son en verano, con lo cual esta ventaja (respecto al uso musical) puede ser relativa. “Pero los artistas españoles sí que pueden estar de gira en invierno”, apunta Tito Ramoneda, presidente de The Project. Hablamos de figuras autóctonas que se valgan de un aforo que se sitúa en torno a los 65.000 asistentes para escenificar su poder en un concierto singular: el caso de Aitana, que actuará el 28 de diciembre. Hace notar Ramoneda que “si se hiciera en el Estadi Olímpic, deberían cambiar todo el césped”.

El mayor aforo de España

Mientras, el Camp Nou se remodela sin incorporar el césped retráctil. Fuentes del FC Barcelona trasladan a este diario sus dudas sobre los “problemas técnicos, de funcionamiento, en relación con el césped”, que podría plantear el modelo madrileño. Respecto al techo móvil, adelantan que el nuevo estadio difícilmente será “un campo cerrado”, si bien añaden que es “un tema que no está del todo resuelto”. ¿Una ventaja que podrá hacer valer el futuro Camp Nou? El aforo, que debe trepar hasta los 104.500 espectadores sentados (fácilmente entre 15.000 y 20.000 menos en los conciertos), el mayor de España con diferencia. Aunque habrá que esperar hasta verano de 2026.

Con todo ello, ¿estamos ante un cambio significativo en el siempre latente pulso entre Barcelona y Madrid como paradas de las grandes giras? Los promotores consultados coinciden en que el nuevo Bernabéu tendrá un impacto, aunque con matices variables. Pino Sagliocco, presidente de Live Nation España, cree que “Madrid pasa a ser más competitiva, y más este año con el Barça en el Estadi”. Para Tito Ramoneda, directamente “comienza una nueva era”. Neo Sala, más tibio, celebra que tanto el Bernabéu como el Civitas hayan “mejorado muchísimo sus infraestructuras”, si bien estima que estas novedades “no son determinantes para las giras internacionales, en las que habría que contar con otros factores: geográficos, estratégicos y técnicos”.

Los promotores coinciden en que el nuevo Bernabéu tendrá un impacto, aunque con matices variables

La frontera y la centralidad

El móvil geográfico tiene dos caras: la proximidad de Barcelona a la frontera francesa la ha ayudado tradicionalmente a captar giras, pero Madrid se beneficia ahora de su centralidad peninsular y del “esquema radial” de las vías de comunicación para centrifugar público de toda España, apunta Tito Ramoneda, con urbes como Valencia o Sevilla a cortas distancias. “Mientras que para ir de Valencia a Barcelona tardas más de tres horas”. Topamos con el corredor mediterráneo, que dejaremos para otra sección del diario. 

La proximidad de BCN a la frontera francesa la ha ayudado tradicionalmente, pero Madrid se beneficia ahora de su centralidad peninsular

Más allá de los estadios también hay vida en las grandes ligas musicales, claro. En materia de ‘arenas’ (pabellones cubiertos), Barcelona está donde está gracias al Palau Sant Jordi, que en noviembre acogió el doblete exclusivo de Madonna, y que ofrece un umbral de hasta 18.000 localidades, entre uno y dos millares más que el también muy activo Wizink CenterEl Palau Olímpic de Badalona (11.000) se usa poco: debe “solucionar o perfeccionar” algunos flecos técnicos, apunta Neo Sala, y sus malas comunicaciones nocturnas. Se vislumbra otro actor a medio plazo: el futuro Palau Blaugrana, que, indican desde el Barça, no tendrá entre 13.000 y 15.000 localidades, como se había planteado, sino más, unas 18.000. Pero habrá que esperar: “no empezarán las obras hasta que estén terminando las del Camp Nou”.

Tradición de festivales

Donde Barcelona sigue siendo líder destacada es en los festivales, no solo los ‘macro’ (Primavera Sound, este año con Lana del Rey en su única actuación en España; Sónar, Cruïlla, Rock Fest), también los de ciclo. “Muestras que no existían en Madrid, en las que Barcelona ha sido pionera”, subraya Tito Ramoneda. En Madrid, la aventura del Primavera no funcionó, aviso de que nada se puede dar nunca por garantizado. Habrá que observar cómo le va allí al Alma Festival, hermano del homónimo del Poble Espanyol, organizados ambos por una promotora barcelonesa, Concert Studio. “Hay que poner en valor el ADN de Barcelona. Los festivales aquí están más enraizados”, cavila Ramoneda. “Y así como Madrid atrae a público de toda España, quizá el visitante internacional prefiera Barcelona”. Pino Sagliocco recuerda que “a los artistas les gusta venir a Barcelona, que sigue siendo ciudad de referencia en el mundo”.

Los promotores hurgan en la psique colectiva para entender por qué, tras la pandemia, se han desbocado los grandes números del ‘show business’ (un 65% más de recaudación de las 100 giras más importantes en el mundo en 2023 respecto a 2019). Neo Sala habla de “un cambio de mentalidad tras los dos años de confinamiento”. Entre los daños colaterales a estudiar, el aumento de la brecha entre el ‘star system’ y el más común de los artistas: se ensanchan las distancias entre la primera división, los que llenan estadios y pabellones, y todos los demás, y triunfan los mecanismos mentales que te impulsan a desear tomar parte de aquel evento en el que sientes poderosamente que hay que estar.

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