Yerai Cortés, entre Paco de Lucía y C. Tangana

Nació en La Vila Joiosa, se crió en el barrio humilde de Parque Ansaldo y en Virgen del Remedio de Alicante. Tiene 28 años y está a punto de tocar la guitarra en el Carnegie Hall, en el homenaje a Paco de Lucía que se celebra esta semana en Nueva York. No es su primera vez, ya actuó con Farruquito en ese mítico escenario. El guitarrista alicantino afincado en Madrid Yerai Cortés es, además, el objetivo de un documental de C. Tangana, con quien hizo la gira Sin cantar ni afinar. 

Preguntar a Cortés si vive uno de sus mejores momentos es caer en la pregunta retórica. «No me puedo quejar, la guitarra me ha llevado a personas y a sitos bastante ricos», comenta orgulloso ante su inminente participación junto a una treintena de artistas en el Paco de Lucía Legacy. El alicantino figura junto a nombres como Tino di Geraldo, Chano Domínguez, Rubén Blades, Diego El Cigala, Carmen Linares, Farruquito, Sílvia Pérez Cruz o los miembros del Sexteto de Paco de Lucía, entre muchos otros, en el cartel programado durante cinco días de tributo a De Lucía, que comienza este martes con un multitudinario concierto inaugural en el Carnegie Hall de Manhattan.

«Es un eventazo, un momento histórico, con tantos artistas en una ciudad tan guay. Yo toco dos días y quizá algún día más porque aún estamos estructurando todo y, una vez allí, surgirá esa posibilidad de improvisar, que al fin y al cabo el flamenco es así. Va a ser apoteósico», avanza a este diario Yerai Cortés, quien confiesa que lo que más ilusión le hace es «dejarse contagiar» de «lo que allí suceda con tantos compañeros, y ver adonde me lleva ese momento. Y si tengo que tocar por bulerías, toco por bulerías, y si toco por soleá, por soleá. Esto es un homenaje a Paco, con su música y el legado que ha dejado, su escuela y su banda sonora, que es la de todos, y luego cada uno aportará su pequeño grano de arena en su intervención».

Yerai compartirá escenario con intérpretes como Al Di Meola, Josemi Carmona, Antonio Rey, Rafael Riqueni, Niño Josele, José María Bandera y Pepe Habichuela. Sobre si siente más peso como guitarrista por recordar al número uno de la guitarra flamenca, Cortés apunta que no necesariamente: «Paco era un gran ejemplo para todos, no hacía falta que tocaras la guitarra para que fuera una gran referencia. Lo es para percusionistas, cantaores, bailaores, bajistas... Todos somos aficionados a Paco y la responsabilidad es para todos. Para mí es un gran reto, y un gran aprendizaje, porque poner su música en tus manos siempre hace que tus manos vayan a sitios nuevos y conozcas la guitarra de otra forma. Es totalmente nutritivo», asegura.

Cortés inició su vínculo con la música de Paco de Lucía a través de su padre, «que tocaba la guitarra cuando yo era chiquitito y le escuchaba tocar sus canciones. Paco es la banda sonora que he tenido siempre, pero tocada por mi padre. Yo estaba con el cajón y la percusión, le acompañaba y me sabía todas las canciones de Paco, sabía cantarlas pero no las ponía en las manos», recuerda de aquel entonces, antes de decantarse por la guitarra. 

En el concierto de hoy tocará La Barrosa, una de sus alegrías, «y una seguiriya que a mí me gusta mucho, Luzía, así que son dos grandes hits, dos temas increíbles muy difíciles de tocar, pero vamos a poner todo el empeño», asegura el guitarrista ante este desafío, y añade: «Hay gente que busca la adrenalina tirándose amarrao de un puente y a mí la vida me pone este reto».

Otros retos

Otro fue irse de gira con C. Tangana tras la publicación del disco El madrileño: «Ha sido una gran experiencia para guardarla. Un año girando y casi cuarenta bolos», apunta el guitarrista, que también ha tocado con La Negra, La Tana, Richard Bona, Marcos Flores o Niño de Elche. 

Después de confesar que Yerai Cortés era su músico «favorito», el madrileño anunció en el Festival de San Sebastián que estaba realizando un documental sobre el alicantino, que comenzó tiempo atrás en su propio barrio, Virgen del Remedio, aún en pandemia. «Nos conocimos en un momento en el que él tenía ganas de dirigir y yo ganas de contar mi historia y hubo una conexión muy bonita. Nos unió primero la música y al conversar vimos que compartíamos muchos gustos», explica Cortés, que indica que aún están trabajando en este proyecto, basado «en la inspiración de cada canción que yo propongo para un disco de guitarra que saldrá -mi primero en solitario- en el que participan muchos artistas y voy contando lo que quiero transmitir en el documental. El 80% está grabado en Alicante, en mi tierra, en mi barrio, con mi gente, así que me representa bastante».

El guitarrista, que se define como «un apasionado de todo lo que es bonito y nutritivo» apunta que la admiración entre ambos artistas es mutua -«también le he introducido en la parte gitana del flamenco, el de petit comité que no se comercializa y es bonito de ver»- y si bien Cortés tiene de base el flamenco, también se fija en músicos actuales: «No me cierro a nada y creo que tiene mucho que ver con esta generación que me ha tocado vivir, con mucha información, acceso a ver y escuchar cosas distintas y la paleta de colores se amplía: puedes escuchar música de 1920 y de un productor canadiense que hace electrónica».