Primera RFEF

Cristian Herrera: ¿fuego amigo? para el Intercity

El exjugador del Intercity regresa al Antonio Solana tres meses después de haber sido traspasado al Sabadell en el final del mercado de invierno

Cristian Herrera celebra un tanto con el Sabadel mientras sus compañeros corren a felicitarle.

Cristian Herrera celebra un tanto con el Sabadel mientras sus compañeros corren a felicitarle. / CE Sabadell

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Sutilezas de un destino trilero siempre. Tres meses después de haber sido «empujado» a salir del Intercity, Cristian Herrera regresa a la Costa Blanca como la principal amenaza contra la estabilidad deportiva e institucional de su exequipo. El delantero del Sabadell, en solo 13 partidos con su nueva camiseta, se ha convertido en el máximo realizador.

Siete goles ha marcado ya. Al ariete le sobra justo lo que acabó echando en falta Gustavo Siviero, el más reacio a la salida de uno de los pilares de sus dos ascensos vestido de negro. De no haber sido traspasado de urgencia para ganar liquidez al final del mercado invernal, tal vez el argentino habría podido conservar el puesto de trabajo. No sucedió.

Cristian Herrera, que no quería cambiar de entorno, que hubiera preferido seguir en Alicante (fue ofrecido a a todos los clubes de la provincia lejos del fútbol profesional, incluido el Hércules), debió sentir una especie de liberación de regreso a su tierra. Con el Intercity, en las 20 primeras fechas, en los 900 minutos de que dispuso, anotó dos goles, cinco menos de los que ha logrado en los 920 que acumula con el Sabadell. Las opciones de permanencia del conjunto arlequinado han pasado por él.

Los catalanes, prácticamente salvados, pueden dejar sentenciada su continuidad en Primera RFEF con un triunfo frente a los hombres de Alejando Sandroni que, con su victoria en la Nueva Condomina merced a una capacidad de resistencia que parecía perdida en el último tiempo, también ha dado un gran salto hacia adelante.

Cristian Herrera, exultante después de marcar con el Sabadell tras dejar el Intercity en el mercado de fichajes.

Cristian Herrera, exultante después de marcar con el Sabadell tras dejar el Intercity en el mercado de fichajes. / CE Sabadell

Los alicantinos darían caza al Sabadell de ser capaces de superarle sobre el césped de la ciudad deportiva. Para que eso ocurra, lo primero será contener al atacante de Santa Coloma, que fue capaz de estrenarse como goleador media hora después de debutar el 5 de febrero. Le marcó al Amorebieta y su tanto valió para sellar un empate valioso frente al ahora líder del grupo, el mejor colocado para ascender.

Sin argumentos

Nadie logró justificar con un argumento asumible la marcha de Herrera más allá de la demanda de efectivo porque ni siquiera la suya era una de las fichas más altas. Tampoco resultó comprensible que su destino fuera un rival directo en la pugna por la permanencia. Los tantos del exfutbolista del Intercity le han dado de forma directa 10 puntos al Sabadell. Ha firmado el tanto de la victoria en tres ocasiones: al Real Unión le hizo el 0-1, le endosó un doblete a la UD Logroñés (2-0), y con el último, el séptimo de su cuenta, liquidó al Atlético Baleares (él deshizo el empate de un encuentro que finalizó 3-1). 

El punto que falta lo obtuvo en Zubieta, frente al filial de la Real, metida de lleno en la lucha por el ascenso. Marcó e igualó la contienda (1-1). Con las nueve dianas que acumula este curso entre los dos escudos que ha llevado en la camiseta este ejercicio ha superado su mejor registro realizador, el que alcanzó el año pasado para contribuir al segundo ascenso del Intercity consecutivo con él como referente. Ocho goles llevaron su sello en el proyecto campeón de Liga en Segunda RFEF.

La cantidad de amigos que conserva en el club de negro le impiden ver el duelo en el Antonio Solana como un partido más. Pero el orgullo está hecho de una materia muy voluble y nunca sabes cómo puede afectar a un atacante en racha tener la oportunidad de demostrar de primera mano que se equivocó quien le invitó a salir de un entorno vital en el que se sentía muy a gusto.