La fusión del siglo que tiene en vilo a Vingegaard, Evenepoel, Landa y Van Aert

Octubre suele ser un mes tranquilo en el mercado ciclista. Las grandes estrellas ya se han colocado para el año siguiente y solo quedan por concretar fichajes menores, para completar plantillas, y por hacerse oficiales algunos de ellos. Sin embargo, este octubre apunta a ser un terremoto sin precedentes en el ciclismo mundial. El Jumbo-Visma de Vingegaard, Roglic, Kuss y Van Aert ultima las negociaciones con el Soudal-Quick Step de Evenepoel, Alaphilippe y (desde enero) Landa para fusionarse en un solo equipo.

El ciclismo está acostumbrado a ver compras de licencias y reubicaciones de equipos a lo largo de su historia, pero pocas veces se han visto fusiones de dos equipos y menos entre dos de semejante tamaño: según el ranking UCI, son el segundo y el tercero mejores del año 2023, solo por detrás del UAE de Tadej Pogacar y Juan Ayuso.

La fallida fusión Ineos-Soudal

Durante el verano arreciaron los rumores sobre una posible fusión entre el Soudal-Quick Step y el Ineos, una operación con la que el equipo británico quería culminar su aspiración de fichar a Remco Evenepoel, ante su carencia de un gran líder. Como la estrella belga tiene contrato con su actual equipo hasta 2026, el Ineos pretendía comprar toda la estructura, dada la negativa de sus mandamases a negociar un traspaso de Evenepoel en solitario.

Aquella operación no cuajó y parecía que todo seguiría como estaba en el pelotón de cara a 2024. Hasta que hace unos días la prensa neerlandesa comenzó a dar forma a informaciones que apuntaban a la fusión que ahora se negocia. Por un lado, el equipo que ha ganado este curso las tres grandes vueltas con tres corredores distintos; por el otro, la mejor escuadra de la historia en clásicas, aunque en los dos últimos cursos no ha respondido a las expectativas.

El adiós de los supermercados Jumbo

Las razones, claro está, son económicas. Los supermercados Jumbo, gran mecenas de la escuadra neerlandesa, están de retirada del patrocinio deportivo. Están dispuestos a seguir un año más por compromiso, por no dejarles tirados, pero están deseando a echarse a un lado. A su vez, Soudal, fabricante belga de adhesivos y siliconas, quiere poner su nombre a un equipo campeón, tras muchos años de inversiones como patrocinador secundario.

Entra en juego también el máximo accionista de la escuadra ahora llamada Soudal-Quick Step, Zdenek Bakala, quien parece dispuesto a salir del ciclismo profesional si tiene una buena oferta sobre la mesa. Y es que, aunque se habla de fusión, las informaciones que van llegando apuntan más bien a una absorción destinada a que el Jumbo-Visma se quede con el patrocinio de Soudal, que conviviría con Visma, empresa noruega de servicios de software.

Una operación de este tipo, claro está, dibuja un sinfín de dificultades y más a estas alturas del año, ya que la UCI debe anunciar en menos de dos semanas el listado de equipos que competirán en cada categoría el curso que viene. En este sentido, ya ha avisado de que en caso de fusión habrá solo 17 equipos en el World Tour, la primera división, en lugar de 18, llenando su hueco con invitaciones en cada carrera.

Pero el meollo de la cuestión está en los contratos en vigor con los corredores. Entre los dos equipos cuentan con unos 50 ciclistas firmados para 2024, cuando el límite de las plantillas es de 30. Eso implica que una veintena de profesionales se quedará sin ficha a unas alturas del año en la que ya apenas hay huecos en otros equipos. Y eso por no hablar del personal técnico de ambas escuadras: directores, mecánicos, auxiliares, personal médico, trabajadores de oficina...

Roglic deja el Jumbo-Visma

Las últimas informaciones señalan que la idea del Jumbo-Visma es continuar con su plantilla de corredores e incorporar alrededor de media docena del Soudal-Quick Step, negociando la libertad o el despido del resto, cerca de 20. De momento, ya han hecho un hueco con la anunciada salida de Primoz Roglic, quien dejará el equipo neerlandés pese a tener contrato en vigor para ser líder indiscutible en otras escuadra (parece que en Bora-Hansgrohe), algo que no puede hacer ya en el Jumbo-Visma ante la presencia de Jonas Vingegaard. A priori, no hay relación entre la salida del esloveno y la fusión.

Aun así, quedan muchos nombres propios por ubicar. El principal es el de Remco Evenepoel, que tiene desde hace meses sobre su mesa una monstruosa oferta del Ineos, solo pendiente de que consiga lograr su libertad. Hasta ahora era imposible, pero con el nuevo escenario parece la mejor salida para todas las partes. No cabría tanto gallo en el corral del superequipo.

La situación de Mikel Landa

Otro de los afectados será Mikel Landa. El español (el único de los dos equipos) ha terminado contrato con Bahrain-Victorious y se comprometió con el Soudal-Quick Step, con el objetivo de ser el principal apoyo de Evenepoel en etapas de alta montaña, el gran déficit del joven astro belga. Según Relevo, ni el alavés ni su gente de confianza tienen ninguna comunicación de su nuevo equipo sobre la posible fusión.

Lo que es evidente es que no caben todos. Vingegaard, Kuss, Keldermann, Evenepoel y Landa para grandes vueltas; Van Aert, Van Baarle, Benoot, Laporte, Alaphilippe, Asgreen y Lampaert para pruebas de un día; Kooij y Merlier para sprints; y una larga lista de gregarios de primer orden como Tratnik, Jorgenson, Kruijswijk, Valter, Van Wilder, Cattaneo...

Por no hablar del daño que puede provocar para el espectáculo el reforzamiento de una estructura que este año ha dominado con puño de hierro tanto el Tour como la Vuelta, además de otras carreras de menor impacto. Y es que las tres últimas carreras de nivel del calendario ciclista las han ganado corredores implicados en la fusión: Roglic (Giro de Emilia), Van Aert (Copa Bernocchi) y Van Wilder (Tres Valles Varesinos).