Los números del Banco CAM lejos de mejorar, caen en picado. Según los últimos datos facilitados por los administradores del FROB (el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), la morosidad se sitúa en el 23,6% al finalizar 2011, cuando el ejercicio anterior había acabado con una tasa del 9%. Esta cifra se sitúa muy por encima de la media de la tasa de morosidad del resto de entidades españolas.

De hecho, como publicó ayer este periódico, la CAM cerró 2011 como el peor ejercicio de su historia con unas pérdidas después de impuestos de 2.713 millones de euros, y un coeficiente de solvencia del 8,65%.

La explicación a las altas tasas de créditos de dudoso cobro con los que ahora se encuentra la caja alicantina se han desgranado en los últimos meses y obedecen en gran medida a su alta exposición al ladrillo. Así lo reflejan los números que maneja el FROB. El crédito a actividades inmobiliarias y servicios empresariales asciende a 14.371.353 euros, de los que 6.485.866 se consideran de dudoso cobro, es decir, en mora. Mientras, el dinero prestado a particulares para adquisición de vivienda asciende a 19.081.740 euros, de los que 1.294.553 se encuentran bajo el temido epígrafe «de dudoso cobro». Las cifras destinadas al ladrillo sobresalen con diferencia en comparación con las prestadas a otros sectores como al comercio y la hostelería (2.365.121 euros, de los que 481.900 serían difíciles de recuperar) o a industrias, producción y energía (1.631.972 euros, de los que 385.505 forman parte de los activos dudosos).

Por otra parte, la entidad alicantina acumula préstamos por valor de 1.358.120 euros con las administraciones públicas, de los que 18.182 son dudosos de recuperar.

Tal y como explicó ayer INFORMACION el Banco CAM acusó la caída de negocio derivada del fracaso del SIP con Cajastur, la búsqueda desesperada de una nueva fusión y la posterior intervención de la caja por parte del FROB. Los resultados del año pasado contrastan con los que presentó la entidad en 2010, cuando la entonces directora general, María Dolores Amorós, declaró unas ganancias de 244 millones de euros, a pesar de que el Banco de España ya le había obligado a reclasificar miles de créditos ocasionando unas pérdidas de alrededor de 1.500 millones.

A 31 de diciembre de 2011, Banco CAM contaba con una red de 843 sucursales. La entidad continuó con el plan de reestructuración de la red de oficinas de an?os precedentes y en el ejercicio 2011 se cerraron 120 oficinas, con lo que lo que ha clausurado un 24,7% del total desde 2008.