El uso de la inteligencia artificial y otros avances tecnológicos pueden suponer una gran mejora para la economía y la sociedad pero no están exentos de riesgos. Especialmente porque, al contrario que sucede con otras ramas de la ciencia, los ingenieros y los informáticos todavía no suelen plantearse las implicaciones éticas de su trabajo de forma habitual. Así al menos lo ha señalado este martes el emprendedor alicantino y CEO de Fixr, Andrés Torrubia, durante la ponencia que ha ofrecido junto al director del laboratorio de nanotecnología de la UA, Javier García Martínez, en el marco de la jornada Focus Pyme y Emprendimiento, que se ha celebrado en el ADDA.

Un evento organizado por el CEEI de Elche, el Ivace, el Ayuntamiento de Alicante y la Diputación en el que se ha analizado el futuro del sector industrial a través de 16 conferencias y que ha logrado atraer la atención de más de 600 participantes.

En este sentido y a raíz de la polémica que ha generado el anuncio de la creación de los primeros bebés modificados genéticamente por parte de un grupo de científicos chinos, Torrubia ha reconocido que la informática aún no ha vivido "su momento Oppenheimer", en relación al científico estadounidense que contribuyó a crear la bomba atómica y luego se arrepintió. "Ese momento, en el que los científicos reflexionan sobre las consecuencias éticas de lo que hacen aún no es habitual en el mundo de la informática", ha asegurado.

Así, ha recordado que el escándalo de la manipulación de las emisiones de Volkswagen fue una cuestión púramente de software y también recordó los escándalos de Facebook con la cesión de datos por lo que pidió a los informáticos que sean "más críticos" con lo que hacen.

En cualquier caso, tanto Torrubia como García Martínez han centrado la mayor parte de sus intervenciones durante el debate que han mantenido con los asistentes en la necesidad de apoyar más el desarrollo tecnológico en España. Así, por ejemplo, el responsable del laboratorio de nanotecnología de la UA ha criticado la falta de visión y de estrategia que existen en nuestro país frente a lo que ocurre, por ejemplo, en China "donde ya se plantean cómo quiere que sea el futuro en 2050".

Del mismo modo, Andrés Torrubia también ha recalcado la importancia de que las empresas incorporen formación continua para sus trabajadores para ayudarles a asumir los cambios tecnológicos.Tecnología machista

Otra de las ponencias destacadas de la jornada es la que han ofrecido la impulsora de la asociación Mujeres Tech y relaciones públicas de Intelygenz, Cristina Aranda, y la CEO de Shu Digital, Irene Luzán. La primera de ellas ha destacado la importancia de que los equipos de desarrolladores de tecnologías sean diversos e inclusivos para evitar sesgos de género o de raza en las aplicaciones. Ha puesto el ejemplo de un dispensador de jabón automático incapaz de reconocer las manos de las personas de color. "Si hubiera habido alguien de color en el equipo, no hubiera sucedido porque lo hubiera pensado", ha explicado la experta. "El problema es que las mujeres sólo suponen el 15% de los desarrolladores, mientras que el 80% son hombres, blancos y de tradición judeocristiana", ha insistido.

Por su parte, los representantes del laboratorio de Blockchain de la UA (BAES) Carmen Pastor, Francisco Llopis y Pedro Ponce han explicado las posibilidades que ofrece esta tecnología al sector industrial. Especialmente ahora que el número de aparatos conectados a internet se ha multiplicado y que hay que gestionar un mayor volumen de información que resulta complicado de asumir con servidores centrales.

Por último, ha sido el fundador de la consultora Infonomía, Alfons Cornellá, el responsable de realizar la ponencia de clausura, en la que ha señalado la importancia que adquirirá la robotización para garantizar la viabilidad de la industria.

La directora del Ivace, Júlia Company; el alcalde de Alicante, Luis Barcala; el vicepresidente de la Diputación Carlos Castillo; y el presidente del CEEI de Elche, José Javier García Zamora, han inaugurado el evento.