Las exportaciones de la provincia siguen al alza pese al estancamiento del sector agrícola

El descenso de la producción hortofrutícola no impide que las ventas al exterior suban un 19,7% gracias al buen momento del calzado, el plástico y el metal. El textil y el juguete se anotan retrocesos en el comienzo del año

Recolección de limones en una explotación de la Vega Baja.

Recolección de limones en una explotación de la Vega Baja. / Alex Dominguez

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Las exportaciones de la provincia de Alicante siguen al alza, a pesar de que un sector totalmente estratégico, como es el agrícola, ha empezado a mostrar signos de flaqueza. Y es que la caída de la producción hortofrutícola a causa de la falta de agua y la adversa climatología, con las consiguientes consecuencias comerciales, no ha impedido que las ventas al exterior se incrementaran en enero en un 19,7% con relación al mismo mes del año anterior, hasta alcanzar los 605 millones de euros. El buen momento por el que atraviesan el calzado, el plástico o el metal ha resultado decisivo para mantener la senda de crecimiento. La cara negativa la representan el textil y el juguete, que han registrado retrocesos en este inicio del ejercicio.

Lo últimos datos de exportación publicados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo han empezado a reflejar las consecuencias de la caída generalizada de la producción tanto de verduras como de fruta en la provincia de Alicante. Son diversos los factores que han fomentado esta situación, empezando por la falta de agua. Pese a que los recortes en el trasvase Tajo-Segura todavía no han llegado, sí que se produjeron una serie de restricciones en los meses previos a la plantación de hortalizas, propiciando que numerosos agricultores optaran por reducir la extensión de sus cultivos. A ello se le han sumado después una serie de adversidades meteorológicas, que han traído como consecuencia que las cosechas hayan caído alrededor de un 40% y que eso ya haya empezado a reflejarse en las exportaciones.

También los cítricos han sufrido mermas en la producción, a lo que hay que añadir, en este caso, la rivalidad de terceros países, que según alerta el presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, «compiten a base de precios y de incumplir requisitos que a nosotros sí que se nos exigen».

La consecuencia de todos estos factores ha sido el estancamiento de las ventas en el que es el principal sector exportador de la provincia alicantina, cuando hasta el año pasado iban como un tiro. Así, el comercio exterior de legumbres y hortalizas en el mes de enero se ha situado en 60,8 millones de euros, apenas dos millones más que hace un año, mientras que las frutas y verduras se han quedado clavadas en los 52 millones, justo la misma cantidad. Las principales mermas se han registrado en productos como los tomates o las lechugas, así como en clementinas y mandarinas. Andreu señala, además, que la tendencia actual va a mantenerse en términos muy parecidos en los meses sucesivos, debido a que los datos de producción apenas han mejorado. El consuelo en el ámbito de la agroalimentación viene de la mano de las conservas de verdura y fruta, que sí que han logrado crecer de forma significativa, desde los 15,1 a los 22,3 millones de euros. 

Otros sectores a los que incluso les ha ido peor en este inicio del año son el juguete y el textil. En el primer caso, las ventas han pasado de los 7,6 millones de euros del año pasado a 5,8 en el actual. El director de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, ya destacaba que, pese a acabar en positivo, las exportaciones subieron el año pasado menos de lo esperado, concretamente un 1,7%, debido a la complicada coyuntura internacional y a la fuerte estacionalidad que caracteriza al sector, lo que propicia que se juegue la mitad de la facturación en la recta final del ejercicio.

Por su parte, las exportaciones de textil hogar, el tipo de producto que elaboran mayoritariamente las empresas de la provincia, han retrocedido desde los 3 a los 2,8 millones. Ya a finales de 2022 empezaron a detectarse signos de debilidad, hasta el punto de que fue una de las industrias que registraron una caída más acusada de la producción. El presidente de la patronal autonómica Ateval, Pepe Serna, señala que las empresas, fundamentalmente las de acabados, siguen sufriendo los efectos negativos de los elevados costes energéticos, «a lo que hay que sumar -enfatiza- el problema de la inflación, teniendo en cuenta que nuestros productos no son esenciales y, por tanto, prescindibles en momentos económicos complicados».

Pese a estas malas noticias, las ventas al exterior de la provincia han mantenido la senda del crecimiento. Y ello ha sido posible gracias al buen momento por el que atraviesan sectores que tienen un peso muy importante en la economía alicantina, empezando por el calzado. Fue la industria a la que más le costó recuperarse de las consecuencias del covid, pero en la actualidad presenta una evolución imparable, como lo demuestran los 126 millones de este mes de enero, frente a los 100 del ejercicio anterior.

El plástico, igualmente, presenta una evolución positiva, con 36,9 millones que suponen seis más que los que se exportaron hace un año. También el metal continúa al alza en sus diferentes subsectores. Así, el aluminio y sus manufacturas pasan de 24,7 a 28,7 millones, y los aparatos y material eléctrico de 15,9 a 22,6.

Las importaciones, por último, también se han incrementado, aunque a un menor ritmo que las ventas al exterior. Son 486,8 millones, tras una subida del 6,8%.