Un apartamento en la playa resulta un 55% más caro que un piso normal en Alicante

Las segundas residencias en la provincia aún son más baratas que en la media del país

Bloques de apartamentos en primera línea de playa en Benidorm.

Bloques de apartamentos en primera línea de playa en Benidorm. / David Revenga

David Navarro

David Navarro

Da igual si tiene piscina o no, o si se trata de un primero o un quinto. Cualquier ciudadano de a pie tiene claro que comprar un apartamento o un adosado en la playa siempre va a tener un sobrecoste con respecto a una vivienda de características similares en cualquier otro lugar. Una diferencia que en el caso de la provincia de Alicante supera de media el 55%, de acuerdo con el informe Vivienda en Costa 2023, que elabora anualmente Tinsa con los datos de la evolución del mercado de segundas residencias en las 22 provincias del litoral español.

Así, según los cálculos de la tasadora, el precio del metro cuadrado de una vivienda turística se sitúa en la provincia en 2.100 euros frente a los 1.348 euros de la media de inmuebles de la zona. O, en otras palabras, que el sobrecoste por comprar una segunda residencia supera los 750 euros por cada metro de casa.

«Sobrecalentamiento» de la demanda

El informe de Tinsa advierte de cierto «sobrecalentamiento» de la demanda en algunos puntos de la costa de Alicante, València y las islas, debido a la avalancha de compradores extranjeros. Una tendencia que prevé que se corrija con la subida de tipos de interés.

Como es lógico, en estas cifras influye mucho el hecho de que en la estadística se incluyan también los datos de las poblaciones del interior, donde los precios son mucho más ajustados, pero es que incluso dentro de un mismo municipio costero el precio difiere mucho según el destino de la vivienda. En concreto, de media, una segunda residencia en un municipio de la costa alicantina sale un 35% más cara que un piso destinado a la población local, es decir, para primera residencia, cuyo precio medio es de 1.533 euros por metro en este tipo de localidades, de acuerdo con el mismo estudio.

En este sentido, las mayores diferencias se dan en las poblaciones del litoral central de la provincia, el que se ubica entre El Campello y Santa Pola, por lo que también recoge las cifras de la ciudad de Alicante o de Elche. En este caso el metro cuadrado de las viviendas que pueden considerarse como segundas residencias asciende a 2.200 euros, mientras que la media del conjunto de viviendas se sitúa en 1.458 euros, lo que supone una diferencia de 742 euros. También es considerable la distancia que se produce en la zona sur, entre Guardamar y Torrevieja, donde las viviendas turísticas cotizan a 2.100 euros mientras que el conjunto de inmuebles lo hace a 1.387 euros, 713 euros menos.

Apartamentos en la cala de La Vila.

Apartamentos en la cala de La Vila. / David Revenga

Las distancias tienden a acortarse en las poblaciones de la zona norte, donde resulta más complicado distinguir entre las construcciones destinadas a uso vacacional y las que ocupa la población permanente. De esta forma, en la franja que va de La Vila a Calp la diferencia cae a 604 euros, mientras que de Benissa a Dénia apenas hay diferencias.

Por debajo de la media

Comparado con el resto del país, las segundas residencias en la costa alicantina aún resultan más asequibles que la media, ya que a nivel nacional el metro cuadrado de vivienda turística ya cotiza a 2.550 euros, tras haber subido un 6,3% durante el último. Las segundas residencias más caras se encuentran en Baleares, donde ya se pagan a una media de 6.000 euros por metro cuadrado; seguidas por Málaga, con 3.400 euros por metro; Guipúzcoa, con 3.300 euros; y Santa Cruz de Tenerife, con 2.900 euros. Por el contrario, las más baratas están en Lugo, donde un apartamento en la playa sale por apenas 1.100 euros; Murcia, donde el metro se paga a 1.300 euros; y Cantabria, con 1.500 euros. Alicante ocuparía la posición 11ª de la lista.

En el caso de Alicante, el informe señala que el valor tasado de las viviendas para segunda residencia apenas ha variado en el último año, mientras que para el conjunto de inmuebles de la provincia el metro cuadrado se ha revalorizado un 3,3%.

Los municipios de la costa concentran más del 70% de la actividad

El informe de Tinsa constata el elevado peso que suponen las poblaciones costeras en el conjunto del mercado inmobiliario provincial, al concentrar hasta el 72% de todas las transacciones que se realizaron el año pasado en la demarcación y hasta el 69% de los visados para la construcción de nuevas viviendas. Un porcentaje que solo se superan en los archipiélagos –como es lógico- y en Málaga, donde las operaciones de los municipios costeros representan más del 80% del total. En este sentido, los propios autores del informe destacan que el mercado de las segundas residencias está aguantando mejor el impacto de las subidas de tipos, ya que el perfil del comprador es de un mayor poder adquisitivo, por lo que le afecta menos la merma que pueda suponer la inflación y también necesitan menos financiación para comprar.