Alicante ya roza las 1.800 empresas zombis tras crecer un 17% desde la pandemia

Cada vez más negocios tienen problemas para generar los beneficios necesarios con los que cubrir el coste de sus deudas, lo que les sitúa en una situación de especial vulnerabilidad ante un cambio de coyuntura económica o la llegada de turbulencias al mercado. Es lo que se conoce en el argot como empresas zombis, ya que en muchos casos sólo sobreviven gracias al oxígeno que les proporcionan nuevos préstamos, aunque en realidad no sean viables. Un fenómeno que no ha dejado de crecer desde el estallido de la pandemia y que ya empieza a adquirir dimensiones significativas.

Así, en el caso de la provincia de Alicante ya son 1.789 las empresas que se encontrarían en esta situación, según los datos facilitados por Informa D&B, lo que supone un 4,2% más que en el ejercicio anterior y un 17% más que en la edición que se realizó de este mismo estudio en 2021.

Una evolución en línea con lo ocurrido en el conjunto del país, donde el número de compañías que podrían asimilarse a "muertos vivientes" ha pasado de 39.560 a 48.049 en el mismo periodo de dos años, de acuerdo con las mismas fuentes. Una situación sin duda influenciada por la caída del negocio que se produjo en la mayor parte de sectores con la pandemia, que llevó a muchos negocios a elevar sus ratios de endeudamiento, y que posteriormente se ha visto agravada por las consecuencias de la inflación.

En este sentido, Informa D&B califica como empresas zombis a aquellas que durante dos ejercicios consecutivos no han sido capaces de lograr las ganancias necesarias para cubrir los intereses que abona por sus préstamos y otro tipo de endeudamiento. Una situación que, con frecuencia solo se solventa con nuevas refinanciaciones. El servicio de información excluye de estos cálculos a las compañías de menos de diez años de antigüedad, ya que en estos casos el sobreendeudamiento puede estar provocado por las inversiones necesarias para asentarse en el mercado, y también las compañías holding, por sus especiales características.

En el estudio de este año lo que se analizan son los balances de 2020 y 2021, es decir, los que corresponden a los ejercicios de la pandemia. Por sectores, en la provincia de Alicante el mayor número de empresas zombis se concentra en el sector de la construcción, con 577 compañías en esta situación, el 32,25% del total de "muertos vivientes" empresariales que existen en la provincia.

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En segunda posición se sitúa el comercio, donde hay 393 sociedades vulnerables, un 21,97% del total de zombis; le sigue la industria, con 257 casos (14,37%); las firmas de servicios empresariales, con 182 (10,17%); y la hostelería, donde se contabilizan hasta 142 negocios incapaces de afrontar sus deudas con garantías (7,94%).

En cuanto al tamaño, hasta el 83,23% de las sociedades con este tipo de problemas son microempresas, lo que significa que tienen menos de 10 trabajadores. Otro 9,62% son pequeñas empresas; un 4,31% entrarían en la categoría de medianas, y sólo el 2,83% de los zombis son grandes compañías, de acuerdo con el mismo estudio.

En cualquier caso, desde Informa D&B señalan que no todas las empresas zombis acaban pereciendo. Todo depende de si son capaces de tomar las medidas acertadas para corregir la situación, ya sea elevando sus ingresos o bien recortando sus gastos. De esta forma, por ejemplo, de los 1.707 "muertos vivientes" empresariales que identificaba la anterior edición del estudio en Alicante, sólo un 7% ha cerrado a día de hoy. Por el contrario, hasta un 49,7% ha conseguido superar la situación y mejorar su balance lo necesario, un porcentaje dos puntos superior a la media nacional.

Ahora el mayor riesgo está en el restante 43,3% que no ha bajado la persiana, pero que tampoco ha conseguido resolver sus problemas. Sobre todo porque se trata de compañías ineficientes, que alteran el mercado al competir en una situación que pone en desventaja a aquellas empresas que sí adoptan las medidas necesarias para mantener un balance saneado y, sobre todo, suponen un riesgo para sus clientes y proveedores, que pueden verse afectados por un cierre repentino.

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En este sentido, cabe señalar que los balances analizados aún no recogen el impacto de las subidas de tipos que se inició a mediados del año pasado, por lo que la próxima edición de informe podría recoger un aumento aún más significativo del número de compañías sobreendeudadas.