El desabastecimiento de cítricos en el mercado internacional abre un negocio de 400 millones para la agricultura

El sector provincial espera la mejor campaña en diez años debido a que la baja producción y los problemas de plagas en Sudáfrica y Argentina propiciarán un incremento de los precios

El presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, en su plantación de limones de Torremendo.

El presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, en su plantación de limones de Torremendo.

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Todo parece habérsele puesto de cara al sector de los cítricos de la provincia para vivir la que se espera que sea la mejor campaña de los últimos diez años. Y es que el desabastecimiento de los mercados, provocado por la baja producción y los problemas de plagas que se registran en Sudáfrica y Argentina, propiciarán un incremento de los precios que llevará a los productores alicantinos a generar un volumen de negocio que se situará, previsiblemente, por encima de los 400 millones de euros. El único factor de incertidumbre que se cierne en la actualidad sobre los agricultores son los limitados recursos hídricos, que, combinados con el fuerte calor, podrían acabar afectando al calibre de los frutos.

El panorama para los cítricos alicantinos es más que alentador para la campaña que está a punto de iniciarse. Así lo asevera el presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu, quien a su vez es productor en la zona de Torremendo. Y todo viene motivado por los problemas que están teniendo los principales competidores, empezando por Sudáfrica y Argentina. Según explica, «ambos países cuentan con escasas cosechas, y además con plagas que hacen inviable la comercialización. Así que nos encontramos con que los mercados europeos están prácticamente desabastecidos y que, consecuentemente, hay una elevada demanda tanto de limones como de naranjas y mandarinas».

Pero no solo los competidores extranjeros están teniendo dificultades. Andreu resalta que Andalucía también va a tener una producción muy escasa debido a la sequía, a lo que se unen los problemas en la zona de Valencia, donde la merma que se va a registrar está relacionada, apunta, con el abandono de la actividad como consecuencia del minifundismo y la falta de relevo generacional.

Y esas malas cosechas van a contrastar con la que se espera para la provincia de Alicante que, en su conjunto, se situará alrededor de las 900.000 toneladas. Del conjunto, 450.000 serán limones, 300.000 naranjas y 150.000 mandarinas.

Todo ello, consecuentemente, genera las condiciones idóneas para que se produzca un incremento de los precios, del que se podrán aprovechar los productores alicantinos. «Todavía -señala- no tenemos cotizaciones, pero es de esperar que los precios acompañen. Lo ideal sería que alcanzasen un nivel adecuado para que fuesen rentables para los agricultores, pero sin llegar a ser prohibitivos para los consumidores».

Siguiendo ese criterio, se calcula que tanto los limones como las naranjas podrían abonarse a entre 40 y 45 céntimos el kilo, mientras que la mandarina se situaría en niveles más altos, de entre 55 y 60 céntimos el kilo. Todo ello daría como resultado un volumen de negocio superior a los 400 millones de euros. Lo importante -subraya el presidente de Asaja- es que vamos a entrar en unos mercados desabastecidos, y que la distribución ya se está interesando por la compra. Así que la previsión es buena y podríamos encontrarnos con una de las mejores campañas, como mínimo, de los últimos diez años».

Por otro lado, y precisamente debido al desabastecimiento que están sufriendo los mercados, está previsto que la campaña de recolección de los limones pueda iniciarse alrededor del próximo 20 de septiembre, casi un mes antes de lo que suele ser habitual. Según José Vicente Andreu, «el limón, en el momento en el que produce zumo, ya se puede recoger, aunque todavía no haya alcanzado todo su tamaño. No sucede lo mismo, sin embargo, con las naranjas y las mandarinas, que tienen que estar en su punto óptimo de maduración». En este último caso, se prevé que la recolección arranque alrededor del 25 de octubre.

Tamaños

La única preocupación de los agricultores alicantinos es el calibre que puedan alcanzar los cítricos, en un contexto en el que se conjugan las olas de calor que se vienen registrando con la escasez de los recursos hídricos, debido al limitado caudal tanto del trasvase Tajo-Segura como del río que atraviesa la Vega Baja, donde se concentran las zonas productoras. «Los episodios de calor implican más consumo de agua, de manera que si en condiciones normales se riega dos horas, con los termómetros por las nubes hay que hacerlo tres. Veremos qué es lo que acaba sucediendo de aquí a que empecemos la recolección», enfatiza Andreu.

En parecidos términos se expresa Luis Gómez, productor con plantaciones en la zona de La Murada, que coincide con José Vicente Andreu en que las perspectivas son alentadoras. Según sus palabras, «hay muy poca fruta en los mercados, por lo que lo lógico es que se produzca un repunte de los precios».

Aunque la duda, al igual que la expresada por José Vicente Andreu, es si todos los agricultores podrán aprovecharlos. «Está haciendo un exceso de calor, y eso se está dejando notar en los calibres, que no son lo suficientemente grandes. Además, eso coincide con que hay muy poca agua, y que los árboles, cuando se les riega, se dedican a transpirar para sobrevivir en lugar de a engordar la fruta que tienen en las ramas. Así que, ahora mismo, hay bastante incertidumbre con eso», señala.

Eso sí, Gómez está convencido de que, aquellos que consigan unos tamaños adecuados, van a obtener muy buenos resultados en esta campaña. «Insisto en que todo parece indicar que los precios se van a comportar muy bien, por lo que hay bastantes esperanzas depositadas en esta temporada que estamos a punto de iniciar», enfatiza.

Además, reconoce que hasta el momento no han tenido restricciones para el riego, aunque todo dependerá de lo que pueda suceder en las próximas semanas tanto a nivel de la evolución de las temperaturas como de las precipitaciones.

El Consell pide a Planas más control de las importaciones

El conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, ha remitido una carta al ministro Luis Planas para trasladarle su preocupación y la de todo el sector de cítricos por la detección de plagas y enfermedades en productos vegetales importados de países terceros durante el mes de julio. En su misiva, Aguirre reclama una revisión de los requisitos fitosanitarios de importación para frenar y prevenir la expansión de plagas, así como de los acuerdos comerciales entre la UE y países y áreas económico-comerciales como Brasil, dentro de Mercasur, o Sudáfrica.

Así, advierte de los primeros casos de la plaga de la falsa polilla en pomelos y mandarinas de Sudáfrica, cítricos que no cuentan con la obligación de tratamiento en frío, «pero que, a la vista de los resultados, habría que implantarla», enfatiza Aguirre.