El calor excesivo y los abandonos merman un 10% la cosecha de uva embolsada del Vinalopó

Mazón reclama al Gobierno central que apruebe el convenio del trasvase Júcar para dar "estabilidad" a los regantes

David Navarro

David Navarro

Los productores de uva de mesa embolsada del Vinalopó arrancan una de las campañas más inciertas que se recuerdan, tras la caída del consumo que se registró el año pasado, debido a la inflación, que derivó parte del consumo hacia otras frutas con precios más asequibles. A la espera de ver cómo se comportan en esta ocasión los mercados, de momento las previsiones no son positivas y los propios agricultores han optado por inscribir alrededor de un 10% menos de producción bajo el amparo de la denominación de origen, lo que reducirá la cosecha comercializada bajo este sello de calidad hasta los 35 millones de kilos.

Así lo ha señalado la directora del consejo regulador, Beatriz Rocamora, tras el acto simbólico del corte del primer racimo de la campaña, que se ha celebrado este miércoles en Aspe. Un acto que ha reunido en el municipio del Vinalopó al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón; el de la Diputación, Toni Pérez; el conseller de Agricultura, José Luis Aguirre; los alcaldes de los municipios incluidos en la denominación de origen; y el propio presidente de este organismo, José Bernabéu.

En cuanto a los factores que han propiciado esta caída de la cosecha, Rocamora señala, por una parte, el exceso de calor acumulado en los últimos meses, que provocó problemas en el cuaje del fruto, pero, sobre todo, ha disparado la aparición de plagas y otros problemas de salud en las cepas.

El acto celebrado esta mañana en Aspe con el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y el de la Diputación, Toni Pérez.

El acto celebrado esta mañana en Aspe con el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y el de la Diputación, Toni Pérez. / Alex Domínguez

A esto hay que sumar la aceleración que se ha producido en el abandono de parcelas, ante el desplome de la rentabilidad que se produjo el año pasado. "Hay agricultores que tenían pensado jubilarse dentro de tres o cuatro años y han decidido adelantar su retirada", explica la directora de la DO. En este sentido, hay que recordar que en la campaña 2022-2023 se sumó un considerable encarecimiento de todos los costes –que desde el sector cifran en más de un 30%-, con una caída del consumo, sobre todo en el inicio de la campaña, debido a la inflación.

Y es que, a pesar de que los agricultores recibían incluso menos dinero por su cosecha, el precio de la uva en los supermercados se disparó, lo que propició que algunos consumidores optaran por comprar otras frutas más baratas, explican desde el organismo regulador. A ello hay que añadir la cada vez mayor competencia de las frutas llegadas desde otros países.

Una situación que ha provocado que, además del abandono total del cultivo, también haya productores que este año han decidido no embolsar los racimos para ahorrarse el coste –se trata de una tarea que se realiza a mano y que cada verano emplea a miles de jornaleros-, lo que impide su comercialización con el sello de la denominación de origen.

Con todo, Beatriz Rocamora señala que todavía es pronto y que la cifra final de producción acogida al sello de calidad puede acabar variando, según la evolución que se registre en los próximos meses y también de las inclemencias meteorológicas. De momento, la DANA de estos últimos días no ha tenido una incidencia significativa en la cosecha, salvo casos puntuales, aseguran desde el consejo regulador de la uva embolsada del Vinalopó.

Viñas en el municipio de Aspe.

Viñas en el municipio de Aspe. / Alex Domínguez

Campaña

En cuanto a los esfuerzos de promoción, este año volverán a centrarse en el mercado nacional, que representa aproximadamente un 70% de las ventas de uva certificada. El lema escogido es "Lo llevamos en la piel", con el que se quiere destacar una de las principales cualidades de la uva embolsada, que es su piel más fina. El consejo regulador reúne a unos 290 productores –tanto agricultores como empresas- de los municipios de Agost, Aspe, Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves, Monforte del Cid, Novelda y La Romana.

Trasvase

Por su parte, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha aprovechado el acto para apremiar al Gobierno central a aprobar "con urgencia" el convenio que debe regular el trasvase Júcar-Vinalopó "para dar estabilidad y seguridad al campo alicantino".

"Queremos un convenio que por fin dé proyección al campo y no solo parches anuales o para un tiempo concreto. Bastante duro es ya el día a día del mundo de la agricultura, como para que además no le demos la tranquilidad que merece", ha apuntado el president.

Carlos Mazón ha explicado que se ha trabajado en el contenido del convenio, que regulará el trasvase de agua a la comarca del Vinalopó para los próximos 10 años, para conseguir un acuerdo "con el esfuerzo de todos", y ha lamentado que "el Consejo de Ministros siga esperando tanto tiempo para aprobarlo".

En este sentido, cabe recordar que este convenio ya ha recibido el visto bueno la Confederación Hidrográfica del Júcar, de Acuamed y la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, Alacantí y el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, por lo que solo estaría pendiente de esta última ratificación por parte del Gobierno central.

Ante las declaraciones de Mazón, el subdelegado del Gobierno en Alicante, Carlos Sánchez Heras, ha respondido: "Las competencias reales y los compromisos reales los tiene el Gobierno de España y los vamos a cumplir como los regantes se merecen con la aprobación inminente del Consejo de Ministros".