La facturación de la industria se desploma un 10% con el metal, el juguete y el calzado a la cabeza

La caída del consumo, que ha mermado la producción de las empresas, explica la caída de las ventas

Compradores en el expositor de una de las empresas de la provincia que participa en la feria de calzado de Milán.

Compradores en el expositor de una de las empresas de la provincia que participa en la feria de calzado de Milán.

M. Vilaplana

M. Vilaplana

La caída del consumo, que ha mermado la producción industrial, también está teniendo un impacto importante en términos de facturación. Y es que la cifra de negocio de las empresas de la Comunidad se ha desplomado un 10,2% en el primer semestre del año, con el metal, el juguete y el calzado, de gran peso en la provincia de Alicante, a la cabeza en los retrocesos. La feria zapatera de Milán, que se celebra hasta este miércoles, está confirmando la ralentización de algunos de los principales mercados internacionales del sector, aunque resta por ver el alcance de la preocupante dinámica en la que se ha entrado.

La industria de la Comunidad Valenciana, y, por extensión, de la provincia de Alicante, está sufriendo con intensidad las consecuencias de la caída del consumo provocada por la inflación y la subida de tipos. En términos generales, el menor poder adquisitivo de los compradores y la incertidumbre sobre la evolución de la economía han provocado un descenso de la producción industrial del 6,4% en tasa interanual, lo que supone la mayor contracción de este indicador desde la irrupción de la pandemia.

Pues bien, esta bajada de la actividad también está teniendo su reflejo en la cifra de negocio de las empresas, que se encuentra en caída libre. Uno de los sectores que lideran el retroceso es el metalúrgico, cuya facturación se ha reducido un 22%. El presidente de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Luis Rodríguez, destaca que «nosotros trabajamos para diversos sectores que se están viendo muy afectados por la bajada del consumo y la subida de los tipos de interés», y que eso está teniendo como consecuencia que hayan reducido su inversión en maquinaria y en procesos productivos. «Hemos entrado en una espiral peligrosa, y estamos perdiendo competitividad», lamenta.

El juguete también ha visto cómo su cifra de negocio se ha reducido un 12,2%, debido, entre otros factores, a un sobreaprovisionamiento por parte de la distribución, que ha provocado que los pedidos hayan estado durante toda la primera parte del año bajo mínimos. Así lo señala el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, quien, no obstante, confía en que la situación tienda a mejorar en los últimos meses del año, pronóstico este basado en las señales positivas que ya han empezado a emitir las exportaciones.

El calzado, por su parte, es el sector que más ha recortado su producción para adaptarse a la nueva realidad del mercado, y eso, como cabía esperar, se ha visto reflejado en la facturación, que ha retrocedido un 6,8%. La presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marián Cano, ya advertía de que la caída del consumo se deja notar, sobre todo, en los productos que no son de primera necesidad, como es el caso de la moda en general. Y este hecho se está dejando notar en la feria Micam de Milán, en la que participan 57 empresas de calzado de la provincia, a las que se unirán a partir de este martes otras 39 de componentes en el certamen Lineapelle, en la misma ciudad italiana. Cano destaca que las firmas asistentes están trabajando, pero reconoce que los propios clientes les están transmitiendo su preocupación por el contexto por el que se está atravesando. «La ralentización es patente, pero falta por ver hasta donde llega», indica.

El textil es otro de los sectores que también ha notado, aunque en menor medida, la caída de la facturación, concretamente en un 4%, y justo este martes también arranca en Valencia la feria Home Textiles Premium by Textilhogar, que, según el presidente de la patronal autonómica del sector (Ateval), Pepe Serna, será un buen barómetro para medir la intensidad de la crisis.

En el lado contrario se encuentra la industria de la alimentación, cuya facturación ha crecido un 2,8%.