La venta de casas prolonga su caída en Alicante con un retroceso del 11% en octubre

El mercado inmobiliario de la provincia ya encadena cuatro meses a la baja, según el INE

Una inmobiliaria en la ciudad de Benidorm.

Una inmobiliaria en la ciudad de Benidorm. / David Revenga

David Navarro

David Navarro

El mercado de la vivienda sigue en números rojos en la provincia de Alicante. Por cuarto mes consecutivo, los datos del Instituto Nacional de Estadística reflejan un nuevo descenso en las ventas de casas en octubre, fruto del encarecimiento de las hipotecas, que impide a los compradores de menor poder adquisitivo acceder a la financiación necesaria, y de la ralentización de la situación económica, que ha frenado muchas decisiones de compra.

De esta forma, octubre se cerró con 3.795 operaciones, lo que supone un descenso del 11% sobre las contabilizadas en el mismo periodo del año pasado. Una caída algo más moderada que el registrado en septiembre –cuando el retroceso de ventas alcanzó el 17,5%-, pero igualmente significativa. Sobre todo por lo que tiene de confirmación del cambio de tendencia que vive el sector en toda España desde principios de año y que, en el caso de Alicante, tardó algo más en llegar por el peso de los compradores internacionales, que demostraron una mayor resiliencia.

De esta forma, la contracción de octubre ya está en línea con la que experimenta del conjunto del mercado inmobiliario español, que también retrocedió un 11,1% en octubre, con un total de 45.903 operaciones, según los datos que el INE recopila de los Registros de la Propiedad.

Además, el descenso de estos últimos meses ya se ha comido todo el incremento del número de compraventas que se había registrado en la provincia en los primeros compases del ejercicio, por lo que también entra ya en terreno negativo. De esta forma, el total de viviendas vendidas entre enero y octubre se sitúa en 42.320, lo que supone 130 operaciones menos que en el mismo periodo de 2022.

Un edificion en construcción en Alicante.

Un edificion en construcción en Alicante. / Héctor Fuentes

Segunda mano

Como viene siendo habitual, el parón inmobiliario se dejó notar con mucha mayor intensidad en el segmento de la vivienda usada, que también es la más asequible y, por tanto, a la que recurren habitualmente los compradores de menor poder adquisitivo, los más afectados por el encarecimiento de los préstamos. Así, las 3.259 casas de segunda mano que se vendieron en octubre suponen un descenso del 12% con respecto al año pasado.

Por el contrario, las ventas de viviendas de obra nueva apenas caen un 3,4%. Esto se explica, por un lado, por el hecho de que la escasez de oferta provoca que se siga vendiendo prácticamente todo lo que se construye –de hecho el número total de casas nuevas vendidas fue de solo 536 en octubre, apenas el 14% del total del mercado inmobiliario-, y, por otro, porque se trata en su mayoría de casas que se vendieron sobre plano hace más de un año, cuando los efectos de la ralentización económica aún no eran tan evidentes.

Con todo, desde los principales portales inmobiliarios destacaban que, pese a la caída con respecto al año pasado, el ejercicio de 2023 se saldará con un volumen más que considerable de viviendas vendidas, con lo que probablemente se convierta en el segundo mejor año para el sector desde el estallido de la burbuja. Así, tanto Idealista, como Fotocasa apuesta por que el mercado tenderá a estabilizarse, una vez que se supere el actual "efecto escalón". Es decir, cuando las cifras dejen de compararse con el año 2022, que consideran un año excepcional para el mercado.